El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) bajará los costos de exportación para micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) de US$ 200 a US$ 10, según el subsecretario del ente, Pablo Ferreri. Además, se “está trabajando” para que estos negocios tengan “un régimen simplificado de Impuesto al Patrimonio”. Ambas medidas forman parte de una batería de herramientas del gobierno para estimular el crecimiento económico.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
Pablo Ferreri, subsecretario del MEF, disertó el pasado martes en un desayuno de Somos Uruguay sobre “Estímulos para el crecimiento en el camino del desarrollo”.
Según expresó, el crecimiento es “condición necesaria, pero no suficiente” del desarrollo. Para lograr la “concepción amplia del desarrollo” que él utilizó, se tuvo en cuenta, además del crecimiento económico, una cohesión social, más y mejores ejercicios de derechos, y que sea dado en un medioambiente sustentable.
Es así que desde el segundo semestre del 2003, Uruguay vive su período de crecimiento “más largo y potente” de la historia económica contemporánea, de acuerdo con el subsecretario.
A pesar de ello, Ferreri indicó que Uruguay es uno de los países de América Latina “con menor propensión al riesgo”.
“Uruguay es uno de los países del continente donde la inversión en investigación y desarrollo o la generación de nuevas empresas -startups- se ubicaba dentro de los lugares más bajos de América Latina”, agregó el subsecretario. Este pobre desempeño está relacionado a “factores culturales”, pero también con los estímulos que desde el gobierno se dan desde el sector público para que esas cosas sucedan.
Es así que desde el Poder Ejecutivo (PE) se ha “trabajado mucho”, en conjunto con el Ministerio de Industria y Transforma Uruguay, para generar herramientas “que traten de cambiar esta tendencia”, apuntó Ferreri.
Ayuda al pequeño
La primera de estas herramientas gira en torno al mundo de las mipymes, que significan más del 90% de las empresas del país, según afirmó Ferreri. Para ayudar a este tipo de negocio, varios instrumentos fueron diseñados.
Por un lado, Uruguay XXI y el PE elaboraron un programa que proveerá fondos para colaborar con la internacionalización de las mipymes, llegando a cubrir hasta US$ 30.000.
A esto se le suma un proyecto de ley hecho en conjunto con la Asociación de Despachantes de Aduana del Uruguay (ADAU) y que “está a consideración” del Parlamento. El proyecto consiste en que se exonere de todos los tributos a la exportación de estas empresas de hasta US$ 2.000, y con un monto máximo de US$ 200.000 al año, y en el convenio con la ADAU se reducirá el arancel de US$ 200 a tan solo US$ 10.
Por otro lado, Ferreri señaló que también se generaron estímulos para hacer más sencilla la liquidación de impuestos. “Estamos estableciendo un régimen para las empresas que facturan menos de 4 millones de U.I. al año -unos $12 millones, aproximadamente un millón de pesos mensual- para que tengan un régimen simplificado de Impuesto al Patrimonio” (sic); de esta manera, los empresarios liquidarán todos los impuestos como un porcentaje sobre las ventas y de manera electrónica. Esto causará que “en algunos meses” se llegue a un esquema similar al del IRPF, donde el empresario sabrá cuánto son sus impuestos en función de lo que facturó, y quedará exento de realizar la declaración de impuestos.
Ayuda al emprendedor
Como segunda herramienta, se elaboró una Ley de Emprendedurismo, la cual “está a discusión del Parlamento” y “seguramente” sea aprobada por unanimidad en las próximas semanas, según Ferreri.
Algunos aspectos de esta ley incluyen incentivos para la utilización de nuevas formas de emprendimiento a través de plataformas tecnológicas, como lo es el crowdfunding, pero también se estimulará “a los fondos semilla para que prosperen los emprendimientos”.
Los incentivos a la inversión en emprendedurismo se darán tanto a empresas “maduras”, ya en funcionamiento, como también a personas físicas.
Ayuda al I+D
En tercer lugar, se generará un subsidio directo a la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D); lo que se hará es determinar como elegibles una serie de inversiones en I+D y que la inversión realizada en un 35% sea devuelta en certificados de crédito. Ese 35%, a su vez, puede subir a 45% cuando el proyecto es realizado en conjunto con la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).
Esto hace de la herramienta un estímulo “fuerte” y “potente” para “superar las restricciones que tenemos hoy a la inversión en I+D”, de acuerdo con Ferreri; según subrayó, el subsidio colocará a Uruguay “a la vanguardia de los estímulos a nivel global que se dan a la investigación y desarrollo”.
Ayuda al audiovisual
Como cuarto punto, el sector audiovisual -“una de las industrias que tiene una enorme potencialidad en Uruguay”- recibirá también un incentivo de parte del gobierno.
Así, se “está declarando” al sector como que “debe ser atendido con un régimen promocional bajo el paraguas de la Ley de Inversiones”. Además, se crearán dos fondos distintos: uno para atraer inversiones extranjeras, “que son las que pueden mover la aguja para que el sector crezca de una manera más dinámica”, y otro para “atender las realizaciones 100% nacionales”.
Ayuda al gobierno digital
Por último, Ferreri planteó un gobierno 100% digital para acompañar el “cambio de época” actual. Para ello, se planteó como meta que, a fines de 2020, el 100% de los trámites “no solamente se puedan iniciar, sino que se puedan continuar, finalizar y pagar” por medios digitales. Esta medida, de lograrse, ahorraría tiempo a los ciudadanos y le significaría una reducción de costos a las empresas públicas.