Danilo Astori, ministro de Economía y Finanzas
A pesar de los cambios de mandatos en Argentina y Brasil, el funcionamiento del Mercosur no ha sido suficiente para lo que Uruguay requiere en materia de apertura comercial. Este escenario aumenta la necesidad de cerrar el acuerdo con Europa, que hoy es prioritario para el gobierno uruguayo. Así lo aseguró Danilo Astori en una extensa entrevista con CRÓNICAS. El ministro de Economía se refirió también a la discusión por el aumento de la carga tributaria que se dará en el Frente Amplio (FA), y a la moderación que exige el déficit fiscal. En otro orden, afirmó que antes de culminar el período van a bajar las tarifas públicas.
El menú El ministro degustó carpaccio de lomo, plato que viene acompañado por una ensalada de rúcula, tomates confitados, alcaparras y lascas de queso parmesano. Para beber prefirió agua mineral con gas, y más tarde una copa de vino Alta Vista Terroir Selection Malbec 2011. Tras una larga entrevista y a pesar de que lo esperaba un jerarca del BID, extendió la sobremesa con un café.
Por Oscar Cestau | @OCestau y Magdalena Raffo | @MaleRaffo
-Antes del 30 de junio, el Poder Ejecutivo deberá enviar el proyecto de Rendición de Cuentas al Parlamento. ¿Cómo prevé esa discusión parlamentaria, considerando el nuevo contexto dado por la pérdida de mayoría en Diputados, que implicará negociar con la oposición?
-Supongo que esta nueva situación va a tener que estar articulada con mayores condiciones de diálogo con todos los legisladores, no solamente los que integran el FA. Ha cambiado la composición del Parlamento, por lo cual los límites del diálogo van a tener que ensancharse.
En la medida que se definan prioridades a cumplir, procuraremos el apoyo parlamentario que nos permita superar la ausencia de la mayoría. Esto puede tener una característica negativa respecto al pasado, pero prefiero ver las características positivas. Va a haber que conversar más, escuchar más, y tener en cuenta puntos de vista que a veces no se ven desde nuestro propio partido.
-Legisladores de todos los partidos de oposición adelantaron a CRÓNICAS que no votarán nuevos impuestos. ¿Cuál es la posición del Ministerio? Tabaré Vázquez dijo a la prensa semanas atrás que en caso de tener que tomar esa medida, hará “todo lo posible para que ni un solo trabajador o la clase media se vean afectados”, pero no lo descartó.
-Nuestra intención es no seguir aumentando la carga tributaria sobre el país, sobre la población y, en particular, sobre el ámbito de la producción y de la inversión, que son fundamentales. La sociedad uruguaya está haciendo un esfuerzo importante para contribuir al equilibrio fiscal. Con la propuesta que se empezó a aplicar el 1º de enero pasado hemos llegado a una frontera que no resultaría conveniente sobrepasar.
-Desde filas frenteamplistas se ha planteado gravar más al capital y revisar las exoneraciones a las inversiones, entre otras medidas que irían por el camino de aumentar impuestos. ¿Cómo tomó esos planteos?
-Antes que nada, el presidente le pidió al FA que hiciera propuestas acerca del contenido de la Rendición de Cuentas. Se puede estar de acuerdo o no con las propuestas que nos han llegado, pero son razonables y no hay ninguna referencia a aumentos en la carga tributaria.
Es verdad que en la Rendición de Cuentas pasada se propuso generar un ámbito para discutir ese punto, y estaremos abiertos a eso. Nuestra posición es la que acabo de dar recién, pero no quisiera adelantarme a los resultados de esa conversación, que vamos a encarar con la mejor disposición.
-¿Qué pasará con el gasto público? La oposición, con excepción de Unidad Popular, reclama que se recorte. ¿Es una posibilidad?
-Si tomamos en cuenta la política fiscal y sus dos grandes componentes, que son los ingresos y los gastos públicos, una rica y larga experiencia mundial indica que la herramienta más eficaz para realizar transformaciones sociales es el gasto público.
Para un gobierno que pone el acento en la mejora de las condiciones sociales de la gente más humilde y al mismo tiempo procura una distribución equitativa de los frutos del crecimiento, es claro que eso se puede lograr mejor con el gasto que con los ingresos.
Yo estoy de acuerdo con que hay que poner el acento en el gasto; y no solo importa el volumen del gasto, importa también la calidad, y lo recalco porque Uruguay tiene mucho para avanzar en esa materia.
“Discrepo totalmente con las declaraciones que hizo Marcelo Abdala en defensa del régimen de Maduro en nombre de los trabajadores uruguayos”
-Lo mencionó en ADM (Asociación de Dirigentes de Marketing).
-Sí, ahora también mencioné en ADM que el gasto público que ha realizado Uruguay en los últimos años no es de un volumen exageradamente alto. Incluso mostré una gráfica que exhibe al país en los primeros lugares del PIB (Producto Interno Bruto) por habitante en América Latina y en los últimos lugares en materia de relación gasto-producto.
De todas maneras yo no quiero quitarle importancia a esto, creo que hay que hacer un esfuerzo por contener el gasto público. No podemos encarar en todas las circunstancias el gasto como algo que hay que aumentar sí o sí, tenemos que ir sustituyendo esa lógica por otra que nos lleve a examinar qué hicimos con lo que ya tenemos, cómo lo gastamos, si fijó objetivos, metas, resultados, si comparó los objetivos con los resultados.
-¿Hoy están faltando esos análisis?
-Sí, totalmente, en muchos ámbitos del Estado. Hay algunos en los que esto ha funcionado bien, pero hay muchos en los que ha funcionado mal. También la evaluación de los resultados –qué se logró con el gasto que se hizo- y los compromisos de gestión, que incluyen estímulos financieros y económicos.
-Parte de la oposición ha sido muy crítica con el gasto público actual. Ha hablado incluso de “despilfarro” en áreas vitales para la izquierda como educación, salud, seguridad, que según alegan algunos han tenido escasos resultados. ¿Qué opinión tiene al respecto?
-Respeto mucho todas las opiniones, en particular de los partidos de la oposición, pero me parece que usar la palabra despilfarro es una injusticia muy grande. Dedicamos gran parte del gasto público a mejorar las condiciones de vida de la población, la pobreza cayó notablemente, la indigencia prácticamente desapareció, logramos transformaciones sociales importantes como el Sistema Nacional Integrado de Salud, algunas empresas públicas hicieron inversiones realmente relevantes para el país.
Antel puso a Uruguay a la cabeza de América Latina en materia de telecomunicaciones y acceso a la tecnología digital, UTE hizo transformaciones importantísimas en la matriz energética. Hay otras empresas que funcionaron muy mal como Ancap, pero si se tienen en cuenta los avances en materia social y de algunas inversiones, no es justo usar la palabra despilfarro, además el gasto público uruguayo es muy moderado en relación al producto.
-¿Y la calidad del gasto?
-En varias áreas la calidad del gasto no fue buena, y por lo tanto tenemos que mejorarla. La potencial mejora de la calidad del gasto, que es muy importante, no nos habilita a hablar de despilfarro, que es un concepto muy fuerte y es como ignorar lo que el país consiguió avanzar en materia productiva y social durante el transcurso de estos gobiernos.
-El FA reclama cumplir con el programa, sobre todo en cuanto a la asignación del 6% del PIB a la educación, y a las prioridades marcadas como el Sistema de Cuidados, la vivienda y la seguridad pública. ¿Será posible atender todos estos temas teniendo en cuenta el déficit actual, que corresponde al 3,8% del PIB?
-La situación fiscal nos exige tener muchísimo cuidado con el gasto. La parte de ingresos ya está funcionando con las resoluciones del período pasado que empezaron a aplicarse el 1º de enero y nos van a ayudar desde ese punto de vista, pero también hay que tener una enorme moderación con el gasto público.
El gran desafío del gobierno va a ser equilibrar los compromisos programáticos, como los mencionados en la pregunta, y las restricciones fiscales. Uruguay tiene que cuidar mucho su resultado fiscal, que es negativo pero es manejable, está bajo control; lo que no podemos permitir es que se nos vaya de las manos y eso exige moderación y prudencia.
-¿El aumento de los ingresos será suficiente para poder cumplir esos compromisos y a su vez disminuir el déficit?
-Vamos a separar por un lado las medidas tributarias y por otro la política en materia de tarifas, que obviamente tienen que ser coherentes entre sí. Las medidas tributarias están planteadas para contribuir desde el punto de vista de los ingresos a un mejor resultado fiscal.
“No quiero que las organizaciones sociales sustituyan al gobierno. El gobierno es el que gobierna, para eso lo eligió el pueblo uruguayo”
-¿Qué pasa con las tarifas?
-Cuando se fija una tarifa, se tiene en cuenta en primer lugar la situación de la empresa que presta el servicio o produce determinado bien, y también el impacto que tiene sobre la sociedad la resolución que se tome. Una tarifa impacta sobre las posibilidades de inflación, sobre el resultado fiscal y, por lo tanto, sobre el endeudamiento.
Para Uruguay es muy importante seguir el camino del descenso de la inflación, que ha sido notable en los últimos meses. Por primera vez en siete años Uruguay entró en el rango meta en materia inflacionaria, lo cual procuraremos consolidar en los meses que vendrán. Somos conscientes de que esta es una herramienta muy poderosa para defender el poder adquisitivo de los ingresos de los uruguayos.
-Algunas empresas han dado ganancias importantes. ¿Esa realidad se podrá trasladar a las tarifas?
-Poco a poco lo tenemos que ir logrando. Yo comparto totalmente que si una empresa está mejorando, su tarifa tiene que reflejarse en el efecto que tiene sobre la población. Ahora, para eso necesito tener una empresa sólida, que funcione bien, que pueda producir bien, que supere sus errores de gestión.
Por ejemplo, Ancap está superando graves errores de gestión del pasado y está convirtiendo una situación muy deficitaria en positiva. Tuvimos un déficit de más de 150 millones de dólares en 2015 y un superávit de 15 millones de dólares en 2016. Mientras esté procurando alcanzar la solidez, tiene que manejar las tarifas de modo coherente. Y tiene que llegar el momento en que pese también el interés del consumidor, en este caso, de combustible.
-¿Y la situación de UTE?
-Lo mismo.
-Pero le ha ido bastante mejor que a Ancap.
-Sí, le ha ido mejor que a Ancap y ha tenido un excedente notable, y si todavía no hemos logrado la reducción que todos queremos en las tarifas de UTE, es porque están contribuyendo a equilibrar las cuentas públicas, pero cuando el país las mejore, la tarifa va a reflejar todo lo que ha avanzado en materia de productividad y de cambios en la matriz energética.
-¿Esa reducción se va a dar antes de terminar el período?
-No tengo dudas de que sí. A medida que vaya mejorando el resultado fiscal, se va a empezar a notar. Igualmente, quiero recordar que en términos reales no ha habido un gran aumento de tarifas, incluso algunas de ellas descendieron, es decir, con respecto a la inflación, y algunas no aumentaron durante mucho tiempo. Hubiéramos querido tarifas más bajas, pero no hemos podido.
-Y en el caso de Ancap, ¿se podrán bajar los combustibles antes de finalizar el período?
-Totalmente, sin duda ninguna. Quizás vaya un poco más lento que las otras porque está saliendo de una situación muy complicada.
-Otra de las metas del gobierno es terminar el período con 2,5% de déficit.
-Es nuestra finalidad fundamental en materia fiscal.
“Estamos abiertos a discutir el aumento de la carga tributaria con el FA”
-¿Lo ve más lejos que cuando se planteó?
-No, lo veo perfectamente alcanzable. Tenemos una meta de déficit menor al actual, y lo suficientemente moderada como para que sea creíble. Nosotros estamos convencidos de que podemos alcanzar un déficit de 2,5% del PIB, por eso lo hemos propuesto, y con el esfuerzo de todos en la producción, en el consumo, en la inversión, vamos a poder llegar.
-¿Se puede confiar en que no será necesario subir impuestos, tras el antecedente de la campaña electoral, donde se aseguraba exactamente lo mismo pero finalmente no pudo cumplirse?
-En la campaña electoral nosotros dijimos lo que sinceramente teníamos intención de hacer. No queríamos aumentar los impuestos y lo dijimos de manera coherente con la situación externa de ese momento, sobre todo de Argentina y Brasil, pero hubo un rapidísimo deterioro que nos obligó a proponer un conjunto de medidas fiscales.
No podíamos encarar una situación en la que Brasil, que era nuestro principal socio comercial, cayó 4% durante dos años seguidos, y Argentina tuvo enormes problemas de desequilibrios macroeconómicos. En esa circunstancia de empeoramiento de la situación económica no pudimos mantener nuestra intención de no incrementar impuestos.
Ahora, la propuesta que hemos hecho se supone que habrá de resultar adecuada y suficiente, no la hemos hecho para volver a hacer otra en el futuro, y ojalá no tengamos que hacer otra.
-Para Azucena Arbeleche, economista y asesora del senador nacionalista Luis Lacalle Pou, el gobierno va a tener que optar entre cumplir con su programa o bajar el déficit fiscal.
-Discrepo totalmente con esa afirmación, por algo estamos en partidos distintos, y tenemos una visión muy diferente de la política económica. Nuestra propuesta es encarar equilibradamente las dos cosas: cumplir con nuestro programa y, al mismo tiempo, consolidar la situación fiscal de Uruguay en términos positivos.
-¿Cuán importante es culminar el período manteniendo el grado inversor y qué medidas están dispuestos a tomar para hacerlo?
-Seguir con este rumbo y esta orientación de la política económica, que ha sido calificada de una manera excelente por todas las calificadoras de riesgo importantes del mundo. Uruguay ha logrado no solo diversificar su economía, que estratégicamente es fundamental para un país chico, sino también diferenciarse de los vecinos.
Hoy nuestro país es visto por el mundo como una economía diferente a la de los vecinos y a muchas de la región, eso es importante porque le da una identidad que realmente lo ayuda a encarar situaciones difíciles, y tiene una solidez financiera que es clave para mantener el grado inversor.
-La Cámara de Industrias recientemente manifestó su preocupación por la caída de la competitividad. ¿Es de recibo este planteo? ¿Preocupa al Ministerio?
-La preocupación por la competitividad tiene que ser constante en nuestro país, y hacer que nuestra producción sea cada vez más competitiva. Ahora, competir ya no es como antes –bajar salarios y subir el tipo de cambio-, hoy implica innovación, incorporación de tecnología, incorporación de conocimiento, y tenemos que estar especialmente preocupados por estimular esta última.
“No podemos permitir que el déficit se nos vaya de las manos, y eso exige moderación y prudencia”
-¿Qué relación tiene eso con el tema educativo?
-Total, y ahí tenemos que mejorar mucho también, porque Uruguay tiene un ancho campo de progreso en materia educativa que debe encarar sí o sí. Yo no creo que un país pueda avanzar en el terreno de la creación de conocimiento si no tiene una base educativa muy sólida. Hay que dedicar energía, reflexión y acción a la mejora del sistema educativo.
-¿Dónde hay que poner el foco?
-Creo que las preocupaciones son los contenidos de la enseñanza, qué queremos enseñar y para qué, qué docentes queremos tener, porque tenemos que tener una formación profesional muy sólida de los docentes, y al mismo tiempo que estén muy bien retribuidos en la medida de lo posible.
La infraestructura física es relevante, no se puede enseñar en cualquier local, por lo tanto ahí también Uruguay tiene que hacer esfuerzos. Es notorio que es nuestra principal prioridad. Ojalá podamos ir diseñando medidas con calidad creciente del gasto, que nos permitan hacer rendir los esfuerzos que el país hace por la educación, en eso estamos.
-¿Es un debe para el FA reformar la educación?
-Yo creo que es una tarea absolutamente prioritaria, y más que reformar la educación yo diría transformar el sistema educativo y el proceso educacional de los uruguayos de modo de ir mejorando los resultados del aprendizaje.
-¿Cómo evalúa las propuestas de EDUY21?
-Yo creo que hacen aportes muy importantes, como el marco curricular común, que deben ser tenidos en cuenta. Creo que es una de las fuentes de ideas en materia educativa que tenemos que considerar.
-¿Se podrá alcanzar el 6% del PIB para la educación, como dice en el programa?
-El programa dice que vamos a ir hacia ese porcentaje, y yo puedo asegurar que vamos hacia él, pero no sé cuándo lo vamos a alcanzar porque el país tiene una restricción fiscal muy importante.
-¿Eso le preocupa?
-Me preocupa hacer los cambios de los contenidos que el país está necesitando, que demandan recursos. Esos recursos dependerán de cómo evolucione la situación fiscal de Uruguay, y espero que los gastemos de la mejor manera posible.
“Es una tarea absolutamente prioritaria transformar el sistema educativo y el proceso educacional de los uruguayos”
-¿Qué análisis hace del funcionamiento del Mercosur tras los cambios de gobiernos de nuestros países vecinos y en un contexto mundial de incertidumbre?
-El Mercosur es más necesario que nunca, y lamentablemente su funcionamiento no está a la altura de la necesidad que tenemos de él. Ojalá seamos capaces todos los países que lo componemos de lograr un funcionamiento mejor al actual y tener hacia afuera una política de búsqueda de acuerdos con otros bloques, lo que se ha visto muy trabado en los últimos tiempos.
El Mercosur para Uruguay es imprescindible, no para que sea el destino de nuestra integración, sino una plataforma de lanzamiento al mundo, por eso subrayo la importancia que tiene, que logre acuerdos con otros bloques.
-¿Cuál es la prioridad en este momento?
-El acuerdo con Europa. Tenemos que trabajar intensamente para que sea posible. Yo sé que Europa tiene problemas igual que nosotros, problemas importantes, pero ojalá esto pueda avanzar en el futuro a breve plazo, porque además de tener buenos resultados le haría muy bien al Mercosur por dentro, es decir, al funcionamiento de los países que lo componen.
-¿Venezuela debería seguir en el Mercosur?
-Esperemos que Venezuela encuentre un camino para superar las dificultades que tiene. Hoy no funciona como una sociedad democrática, ha disuelto uno de los poderes, domina el otro, y si todavía está en el Mercosur es porque Uruguay ha salido muchas veces en su defensa procurando neutralizar la voluntad de los otros socios de excluirla.
Esto no puede eternizarse, por lo tanto ojalá Venezuela pueda encontrar un camino de normalización, en primer lugar por los propios venezolanos, para que vivan un poco mejor a como están viviendo ahora, y en segundo lugar para que este socio del Mercosur que tiene una potencialidad importante a pesar de todas sus carencias actuales, pueda seguir junto a nosotros.
Eso requiere un esfuerzo de la sociedad y de las autoridades venezolanas, por encontrar un camino de evolución democrática que hoy no está siguiendo. Al contrario, está siguiendo el camino opuesto, el camino del endurecimiento, del autoritarismo.
“El gobierno no discrimina presupuestalmente al Poder Judicial en absoluto, así que toda sugerencia que algún jerarca ha tenido públicamente al respecto, no es justificada”
-¿Qué opinión le merece la defensa del régimen de Maduro que ha hecho Marcelo Abdala, secretario general del PIT-CNT, en nombre de los trabajadores uruguayos?
-Antes que nada, yo no quiero inmiscuirme en posiciones que son defendidas desde el movimiento sindical porque creo que un gobierno tiene que mantener independencia respecto a las organizaciones sociales y en particular las sindicales.
No quiero como gobernante opinar sobre decisiones del movimiento sindical, y tampoco quiero que las organizaciones sociales sustituyan al gobierno. Aquí el gobierno es el que gobierna, para eso lo eligió el pueblo uruguayo. Hecha esta aclaración, digo que discrepo totalmente con las declaraciones que hizo Abdala.
-¿Cuán lejos o cuán cerca está la inversión de UPM?
-Estamos trabajando intensamente para alcanzar una conclusión. No puedo entrar en detalles porque hay una confidencialidad evidente y necesaria en estas negociaciones, pero me parece que estamos orientados hacia una definición que tendrá que tomarse a la brevedad.
-¿Qué importancia tendría una inversión de este tipo? ¿Cómo cambiarían los números?
-En caso de hacerse sería la inversión más grande de la historia del Uruguay, pero también sería la inversión más grande de la historia de UPM, que nunca hizo una inversión de este tipo. Son 5.000 millones de dólares: 4.000 a cargo de la propia compañía y 1.000 aproximadamente a cargo de Uruguay.
-Debido a carencias de recursos, esta semana el Centro de Justicia Penal dejó de brindar papel higiénico a los juzgados allí asentados. En más de una oportunidad, Jorge Chediak y Ricardo Pérez Manrique manifestaron a CRÓNICAS que se ha desplazado al Poder Judicial en las últimas instancias presupuestales. ¿Se lo tendrá en cuenta en la próxima Rendición de Cuentas?
-Tendremos en cuenta a todo el Estado uruguayo, incluido el Poder Judicial, a la luz de las restricciones fiscales que tiene el país. El gobierno no discrimina presupuestalmente al Poder Judicial en absoluto, así que toda sugerencia que algún jerarca ha tenido públicamente al respecto, no es justificada.
“Muchos uruguayos que votaron al FA, hoy prefieren otra opción partidaria”
-¿Qué balance hace de los dos primeros años de este tercer gobierno frenteamplista? Tanto economistas como politólogos han dicho que este es el período más complicado desde que la izquierda llegó al poder. ¿Comparte?
-Si lo que están queriendo decir es que tenemos un conjunto de temas muy variados y muy nuevos, es verdad. Cuando llegamos al gobierno en 2005 sabíamos que teníamos que superar el problema de la deuda, estimular la producción, combatir la pobreza, pero hoy el país tiene sobre la mesa un sinnúmero de problemas respecto a aquel período, que exigen mucha dedicación. Si complicado quiere decir eso, tienen razón.
-Por ejemplo, Adolfo Garcé dijo la semana pasada a CRÓNICAS que era el período más complicado en referencia al cambio del ciclo económico, sumado a la dificultad que implica “seguir entusiasmando” a los frenteamplistas.
-Yo creo que en la sociedad hay cambios de opinión, de actitud. Mucha gente valora positivamente lo que se ha hecho, y también hay gente enojada, disconforme, los sondeos de opinión pública lo reflejan.
-Hay gente que ha subido la vara, que hoy exige otras cosas.
-Claro, pero los sondeos están mostrando que hay muchos uruguayos que votaron al FA y que hoy dudan en votarlo o lisa y llanamente prefieren otra opción partidaria. Esto me lleva a pensar que debemos hacer no solo cada vez mejor trabajo político, mejor gestión, sino también tener mucho intercambio con la sociedad para trasmitir lo que estamos haciendo y explicarlo bien.
Debemos escuchar a la gente, por eso me parece que instancias como la modalidad de los Consejos de Ministros a lo largo y a lo ancho de todo el país, son muy útiles para ver quién está descontento, por qué, y cómo podemos juntos superar esa situación.
Lo peor que podemos hacer si reconocemos que tenemos un problema es ignorarlo. Nosotros estamos convencidos de que hemos hecho muchos cambios en el país, de que muchas personas han mejorado sus condiciones de vida, que han sido contemplados muchos de sus derechos, y sin embargo aspiran a tener mayores logros.
“Valenti señala falencias en nuestro trabajo político que debemos tratar de superar”
-El presidente de la Cámara de Diputados y miembro del FLS, José Carlos Mahía, dijo recientemente a CRÓNICAS: “No sé si [José] Mujica y Astori estarían dispuestos a ceder su lugar a nuevas figuras”. ¿Usted estaría dispuesto?
-Por supuesto que sí, siempre estuve dispuesto. Además, el Ministerio que encabezo está lleno de jóvenes colaboradores que tienen un aporte de calidad impresionante. Yo estoy a favor de la renovación generacional a todo nivel y de que los jóvenes ocupen un lugar cada vez más importante en la política uruguaya.
-Muchos dirigentes frenteamplistas lo ven a usted como un posible candidato de cara al 2019. ¿Es posible que se presente?
-De eso no quiero ni oír hablar, porque creo que tenemos una enfermedad electoral lamentable. No deberíamos ni estar hablando de esos temas, más allá de que ustedes tienen todo el derecho de preguntar.
-¿Qué le gustaría concretar antes de terminar el período?
-Me resulta difícil sintetizarlo en una sola cosa. Me gustaría cada vez más inclusión –que no solo es una mejor distribución de los frutos del crecimiento, sino también un mayor respeto a los derechos de las personas-, que Uruguay sea un país cada vez más abierto y que florezcan todos los días nuevos espacios de educación y de creación de conocimiento.
Ojalá pudiéramos lograr niveles más altos en los tres lineamientos, que trasciendan el período, es decir, sobre ellos habrá que seguir trabajando en el futuro. Pero qué bueno sería que Uruguay terminara 2019 con una agenda de derechos cada vez más sólida, con el acuerdo con Europa y con acuerdos fundamentales en materia de educación.
-Sin embargo, en materia de inserción internacional da la sensación de que dentro del FA ha habido ciertos bloqueos.
-Hay opiniones diferentes, no te lo voy a negar, pero el camino de la apertura para Uruguay es inexorable. No estoy queriendo decir que no importa la opinión de los que discrepan, no es así, estoy diciendo que tienen todo el derecho a tener otra opinión, pero es muy difícil parar la apertura en un mundo como el de hoy, y lejos de intentar pararla tendríamos que sumar esfuerzos para que sea la mejor posible.
-Esteban Valenti dijo a CRÓNICAS que ve “muy desdibujado al FLS (Frente Líber Seregni), tanto en las encuestas como en los resultados de la interna, sin iniciativa” y que “el grueso del pueblo frenteamplista no lo ve como un factor de equilibrio del MPP (Movimiento de Participación Popular)”. ¿Cómo ve usted al sector dentro de la coalición?
-Es justo hacer una autocrítica acerca del funcionamiento del FLS, que lo veo como una herramienta política muy útil de acumulación y de defensa de una visión del país que compartimos. Creo que deberíamos tomar nota de todo el trabajo que hay que realizar al respecto y mejorar. Valenti señala algunos puntos que denotan falencias en nuestro trabajo político y no es cuestión de ignorarlos, sino de tratar de superarlos.
Polémica por aranceles: “La meta es llegar a 1,5% al final de este período”
Según informaron a CRÓNICAS empresarios nucleados en la Cámara Regional de Empresarios del Este, van a impulsar un plebiscito para modificar la Ley de Inclusión Financiera, entre otras razones, porque los aranceles que deben pagar los comerciantes afectan la rentabilidad de las empresas.
Sobre esto, el titular de Economía indicó que desde hace tiempo la cartera trabaja en materia de Inclusión Financiera con el objetivo de disminuir los aranceles de los emisores de tarjetas, y lo ha logrado. De hecho, argumentó que hace poco un arancel de una tarjeta de débito estaba en 7%, pero hoy se acerca al 2%. “La meta del gobierno es llegar a 1,5% al final de este período”, remarcó Astori.
Junto con estas medidas, también planteó el deseo de bajar los aranceles de las tarjetas de crédito y apoyar al pequeño comercio, incluso con subsidio a los equipos necesarios para manejar el dinero electrónico.
“La Inclusión Financiera es una de las transformaciones más importantes de los últimos años, y es una típica transformación estructural que busca mayor equidad, mayor justicia, y darles a quienes nunca pudieron tener una cuenta bancaria, una cuenta de ahorro, un crédito –aunque sea modesto-, la posibilidad de tenerlos”, opinó.
Por otro lado, los propietarios de las estaciones de servicio dejaron sin efecto la medida que aplicarían a partir del 1º de abril, de rechazar tarjetas de débito y de crédito durante el día. Incluso la Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay aceptó la propuesta del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de seguir negociando.
Si bien el ministro se excusó de comentar las propuestas porque son objeto de la negociación, afirmó que lo que propone el MEF tiende a tener en cuenta las dificultades que plantean los vendedores de nafta, de modo de lograr un acuerdo por la vía del diálogo, con el fin de no tener que tomar medidas de fuerza como las que ellos anunciaron.
Cierre de industrias: “No podemos tomar medidas para situaciones individuales”
-Industrias de varios rubros, entre ellos el automovilístico, el lácteo y el papelero, han cerrado en los últimos años en Uruguay. ¿Cómo analiza esto el Ministerio?
-Lamentablemente han sido experiencias que por diversas razones han tenido problemas. Dentro de lo que ha sido posible nosotros hemos tomado medidas para apoyar a los sectores en dificultades. Obviamente, no podemos tomar medidas para situaciones individuales.
Nosotros trabajamos con criterio de política económica, y ojalá las orientaciones que tenemos permitan evitar que otras empresas caigan en la misma situación dolorosa en que han caído las industrias de los rubros citados en la pregunta.
-Gabriel Murara, vicepresidente de la Cámara de Industrias, dijo a El Observador que este escenario no solamente se debe a un contexto regional y mundial complicado, sino también a la inflación.
-La inflación está cayendo como nunca en los últimos tiempos, así que no creo que sea causa de problemas de ninguna empresa en este momento.
-Se refirió también al tipo de cambio.
-El tipo de cambio no lo fijamos nosotros, sino que está evolucionando en función de circunstancias internacionales como la normalización de la política monetaria de Estados Unidos, y nuestro Banco Central practica una política cambiaria flexible que acompaña gradualmente la tendencia internacional y evita la volatilidad. Yo creo que eso es lo mejor para las empresas uruguayas.
-Otras dos razones que dio fueron la suba de las tarifas públicas y el aumento de salarios. Murara señaló además que es entendible que el gobierno necesite más ingresos, pero “está mal que se castigue al sector productivo por un problema que él no generó”. ¿Qué responde ante estos reclamos?
-Yo reiteraría lo que señalé hoy: cuando se fija una tarifa pública hay que tener en cuenta por un lado la situación de la empresa que presta el servicio, pero también las condiciones de la economía en su conjunto.
Los tres caminos para acercarnos a lo que una vez fuimos
El ingreso per cápita en Uruguay fue alguna vez muy similar al de los más desarrollados países de Europa, a principios del siglo pasado en particular. A mediados de la década del 1950 se estancó la relación y comenzó una caída relativa importante.
Hoy Uruguay, a pesar de que es de los mejores en la región, tiene un PIB per cápita –medido en paridad de poder de compra- que es la tercera parte que el de Estados Unidos, casi la cuarta parte que el de Dinamarca y, en general, está lejos de los niveles del primer mundo.
Además, nuestro PIB per cápita es la mitad del de España, que está saliendo de una de sus peores crisis, mientras que Uruguay está atravesando el ciclo más largo de crecimiento.
En ese marco, se le consultó al ministro cuál es la estrategia del país para revertir la lógica del “mejor del barrio pero muy lejos de los desarrollados”, y aumentar el ingreso e intentar acercarnos a lo que una vez fuimos. Afirmó que los lineamientos estratégicos de la orientación del gobierno son tres, y que es fundamental considerarlos en conjunto.
El primero es el crecimiento inclusivo, sostuvo, y explicó que “es aquel crecimiento donde las políticas sociales no son simplemente un salvoconducto para mejorar los pecados del crecimiento que no derrama con justicia sus frutos, sino una condición del crecimiento”.
Como segundo lineamiento, nombró la apertura de la sociedad uruguaya, en referencia a la apertura política, cultural, a la inversión y el comercio, a la defensa de principios y valores éticos que Uruguay ha hecho suyos como señal de identidad, y al desarrollo cultural, que no solo implica conocer idiomas, creaciones artísticas, costumbres de otros países, sino también aprender a convivir entre distintos.
Por último, Astori mencionó la apuesta a la calidad y a la excelencia, dado que un país como Uruguay nunca va a ser un país pensable en términos cuantitativos, sino cualitativos, porque además tiene potencial para eso. “Y por eso creo que con estos lineamientos estratégicos Uruguay podrá seguir avanzando hacia niveles de desarrollo económico y social más altos que los que tiene ahora”, agregó.
“Es fundamental tener una Aduana fiscalizadora y facilitadora”
-Usted mencionó en su exposición en ADM que consideraba como dos de los cambios más importantes introducidos en los últimos tiempos a la reforma de la Aduana, en general, y a la aprobación del Código Aduanero, en especial. ¿Qué medidas asociadas a los mismos señalaría como más relevantes?
-Sin duda, el logro de tener una Aduana que articula su función fiscalizadora y de control con su función de facilitación del comercio. Para un país abierto es fundamental tener una Aduana fiscalizadora y facilitadora. En el pasado tuvimos una Aduana muy inclinada a la función de fiscalización, y la reforma consiste en equilibrar esas dos características.
Y el Código Aduanero es consolidar, entre otras cosas, los regímenes especiales que Uruguay tiene –zonas francas, régimen de admisión temporaria, entre otros-, no solo desde el punto de vista de la integración, sino desde el punto de vista del estímulo a la inversión.
-En el ámbito del comercio exterior, complejo de por sí y con muchos intereses cruzados entre los operadores privados, ¿cuál ha sido la relación del Ministerio con ellos, sobre todo al momento de implementar estos cambios?
-Yo no detecto problemas importantes al respecto, la reforma de la Aduana ha venido avanzando sin mayores inconvenientes, y desde el punto de vista de las relaciones con los operadores no conozco problemas graves. Yo creo que ha sido bien recibido por el país en su conjunto; he recibido solamente juicios positivos de parte de los operadores acerca de la nueva orientación.