La criptomoneda más famosa, se ha convertido en una de las inversiones más rentables de 2017: hace un año se podía comprar a US$ 750, pero actualmente cotiza por encima de los US$ 11.000. Muchos advierten por los peligros que representa la volatilidad de la divisa y estiman que se trata de una burbuja a punto de explotar.
“Si algo es demasiado bueno para ser verdad, probablemente no sea verdad”. Esa es una de las frases habituales con la que quienes advierten sobre fraudes en internet buscan alertar a los cibernautas. En el caso de las criptomonedas y más específicamente del bitcoin –la más popular de ellas- la duda de si se trata de “algo demasiado bueno para ser verdad” está planteada.
De momento, el precio de la moneda virtual no para de crecer. El pasado martes superó la barrera de los US$ 10.000, pero lejos de quedarse ahí, su valor continuó al alza y ya supera los US$ 11.000. Hace un año, su precio era de poco más de US$ 750 dólares. Ello implica que su valor creció un 1.215%.
De acuerdo a un artículo elaborado por el portal de noticias BBC Mundo, los analistas entienden que la apreciación de la divisa digital tiene su explicación en quiénes han estado invirtiendo en bitcoins en los últimos meses. La firma de investigación Autonomous Next señala en los llamados fondos de cobertura («hedge funds», en inglés), que compran acciones para luego revenderlas y obtener ganancias.
La participación de estos fondos en la compra de bitcoins ha aumentado de 30 a 130 durante 2017, de acuerdo con la investigación de la firma.
Eso ha hecho que el valor del bitcoin crezca como ningún otro producto en el mercado de inversiones en este año, superando la rentabilidad que ofrecen grandes empresas como Disney, IBM o McDonald’s.
Como un efecto dominó, el arribo de estos fondos también provocó una «avalancha de compradores» en todo el mundo, como explica el analista Nathaniel Popper, autor del libro «El oro digital: bitcoin y la historia no contada de inadaptados y millonarios que están tratando de reinventar el dinero».
«Ellos creen haber encontrado un nuevo tipo de inversión que finalmente podría competir con el oro como un lugar para almacenar dinero fuera del control de empresas y gobiernos», dice Popper en un artículo del diario The New York Times.
Estimaciones de los analistas, como Charlie Bilello, de Pension Partners, indican que el bitcoin tiene un capital que supera a grandes empresas como General Electric. Una inversión de US$ 10.000 en bitcoin de hace siete años, en la actualidad vale US$ 1.100 millones, según Bilello.
El mísero espiral de encanto
El bitcoin es una moneda virtual, que no existe de forma física. Fue creado en 2009 por una persona o grupo de individuos que se hacen llamar Satoshi Nakamoto. Sin embargo, hay más de 700 criptomonedas circulando en internet y cada vez más compañías están generando sus propias monedas en el gran mercado virtual.
Cada bitcoin es un archivo en una computadora que se almacena en una «billetera digital» de un teléfono inteligente o un ordenador y cada transacción se registra en una lista pública llamada la blockchain (la base de todas las criptomonedas), por lo que no es posible gastar una moneda que no es propia.
El proceso de creación de bitcoins fue diseñado deliberadamente para que fuera dificultoso, caro y lento. Además, los diseñadores del software han puesto un tope al número de bitcoins que pueden ser creados: 21 millones.
Muchos se ven atraídos por el hecho de que la moneda no está regulada por ningún gobierno, ni grandes bancos, ni los fondos de inversión, pero otros tantos lo buscan como una alternativa de inversión muy rentable.
Sin embargo, el artículo de BBC Mundo interpreta que el gran auge de 2017 se explica por tres momentos: Uno es la llegada de inversionistas en Asia, principalmente en Japón y Corea del Sur, que hicieron a la firma japonesa bit Flyer la mayor comercializadora de bitcoins en todo el mundo, explica Popper.
Otro fue la llegada de los fondos de cobertura creados especialmente con el fin de invertir en los bitcoins, pero también fondos de cobertura comunes que están sumándose al mercado.
“Creen haber encontrado un nuevo tipo de inversión que finalmente podría competir con el oro como un lugar para almacenar dinero fuera del control de empresas y gobiernos”
Y un tercer impulso fue el anuncio del Chicago Mercantile Exchange (CME), uno de los más grandes mercados de inversiones de tasas de interés, acciones y monedas- del lanzamiento de futuros de bitcoins. Los contratos de futuros son un acuerdo para adquirir un bien a un precio fijado en el momento actual, sin importar si su valor sube o baja en el mercado futuro. Por ese motivo, «el contrato hará que sea más fácil para las instituciones financieras conectarse con el mercado del bitcoin», dice Popper.
Una aguja va conmigo
Ante la elevada demanda de bitcoins en el mundo y con el valor de la criptomoneda creciendo hasta las nubes, no son pocos los que advierten que la explosión de la burbuja está a la vuelta de la esquina.
Es el caso del experto comerciante de bitcoin Kevin Zhou, quien explicó que el precio puede caer en picada con un solo clic. Eso ocurrirá cuando un fondo de cobertura haga un retiro de su dinero: «Se podría crear una fuga si se retira un gran inversor», dijo Zhou a The New York Times, agregando que “eso podría causar una oleada de retiros».
Los escépticos del bitcoin, gigantes del mundo de las inversiones, como Jamie Dimon de JPMorgan Chase y Warren E. Buffett, afirman que se trata de un fraude como los esquemas piramidales. Al ser un mercado sin ninguna regulación, cuando hay problemas no hay a quién recurrir.
Eso pasó en 2013, cuando el avance del bitcoin se detuvo cuando se descubrió que el mayor comerciante de bitcoins de ese entonces, Mt. Gox, no tenía los bitcoins que decía poseer.
¿Seguirá subiendo el valor del bitcoin?
No existe una forma confiable de predecir el precio futuro de la criptomoneda, pero a largo plazo es muy probable que el bitcoin pierda gran parte de su valor, según interpreta un artículo publicado por la Deutsche Welle.
Una de las razones es la competencia, ya que existe un creciente número de nuevas criptomonedas, algunas incluso mejor diseñadas que el bitcoin. Si una criptomoneda diferente y mejor es aceptada por el público, puede quitarle rápidamente participación en el mercado al bitcoin. La reducción de la demanda llevaría irremediablemente a una caída del precio de esa moneda virtual.
Otro riesgo es una eventual regulación. Algunos países están intentando acabar con las criptomonedas. China, por ejemplo, prohibió recientemente la venta de bitcoins u otras monedas digitales. Japón, por el contrario, reguló hace poco las transacciones con bitcoins. El bitcoin fue reconocido como sistema de pago, pero no de curso legal. Es decir, que los bitcoins no tienen que ser aceptados obligatoriamente en los comercios. Tampoco son aceptados para el pago de impuestos.