El fin de semana pasado, la Federación Médica del Interior (FEMI) realizó sus primeras Jornadas de Actualización Gremial en el departamento de Salto. La organización planteó como uno de los temas principales su posible participación en las mesas de negociación colectiva. En diálogo con CRÓNICAS, el presidente de FEMI, Gustavo Fernández, resaltó, además, como una preocupación, la persistente escasez de médicos especialistas en los hospitales del interior del país.
Por Federica Chiarino | @FedeChiarino
La herramienta de la negociación colectiva fue el tema central de la primera jornada. Si bien la integración de FEMI no es oficial, Fernández adelantó a CRÓNICAS que han mantenido diálogo con el Ministerio de Salud Pública (MSP) y que su organización ya está trabajando en conjunto con el Sindicato Médico del Uruguay para que los tome en cuenta en aquellos temas que involucren a los médicos del Interior. En caso de integrar las negociaciones, FEMI lo haría desde un rol activo, y opinaría como alterno cuando se traten los temas que la involucren de forma directa.
La federación aprovechó estas jornadas, también, para realizar un análisis interno y evaluar su posicionamiento en cada punto del país. El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, encargó a FEMI la elaboración de un «mapeo» del estado de la prestación de salud en el interior del país, tanto de los hospitales públicos como privados. «Vamos a hacer un mapeo general para ver, además, dónde el sistema debe ejercer mayor presión o tener mayor dedicación. Porque los recursos humanos especializados son muy escasos y están mal distribuidos. Se concentran mucho en la capital del país, en Montevideo», dijo Fernández.
La escasez de especialistas en el Interior es una situación casi generalizada. A esto se suma, además, el problema de que muchos de los especialistas tienen que trabajar de forma conjunta. Es el caso de los cirujanos y los anestesistas, por ejemplo. En el Interior, ocurre muchas veces que uno está presente, pero falta el otro.
En noviembre, el diario El País, publicó una nota en la que detallaba la situación del Hospital de Durazno, a la que calificaba como un «centro fantasma» por la falta de médicos. Según Fernández, esta situación no se presenta solo en ese hospital, sino que ocurre de forma general en los hospitales del Interior. A esto se suma el problema de las avanzadas edades de los médicos y las bajas tasas de recambio, que FEMI plantea como problema desde hace más de cinco años.
En febrero, además, Fernández había manifestado su preocupación por el área de Pediatría en el hospital de Florida, calificándola como «una caldera del diablo». Consultado al respecto, aseguró que hoy el problema «está estancado» y no hay “una solución” total. «Hay días que faltan pediatras o no se cubren todas las horas. La complementación público-privada no cuajó de la forma que se esperaba», añadió.
La mayor presencia de médicos en Montevideo respecto al Interior es un problema que persiste desde hace ya varios años y, según el presidente de FEMI, es «multifactorial». Una de las causas refiere a las diferencias salariales. «En Montevideo se paga más que en el Interior», aseguró Fernández y añadió que además existen diferencias salariales entre los hospitales privados y los públicos. FEMI apuesta a una equidad, a través de un balance «hacia arriba, y no hacia abajo».
La carrera de Medicina es de las más extensas en duración. Consta de un pregrado de seis años, y entre tres y cinco de posgrado. En total, se calcula que un estudiante pasa alrededor de 10 años de su vida cursando en la capital del país, lo que podría implicar otro factor que genera la centralidad de la atención médica. «Un alumno que ingresa a los 18 años, egresa cerca de los 30. En ese período ya tuvo otros vínculos, aparte del académico. Vínculos sentimentales, laborales… Y eso lo ata, muchas veces, a Montevideo», opinó Fernández.
Como respuesta a este problema, una de las soluciones planteadas por FEMI es la descentralización de la enseñanza. La federación ya ha participado en varias acciones para incentivar a que, al menos, una parte de la carrera de Medicina pueda cursarse o practicarse en el interior del país. En este sentido, hoy existe un hospital-escuela en el departamento de Paysandú, y en Salto ya se pueden realizar algunos cursos de pregrado. Otra propuesta, que fue aprobada por unanimidad en la nueva Ley de Residencias Médicas, consiste en que se establezca rotación obligatoria por el Interior, para que, tanto los estudiantes como los médicos graduados puedan conocer otras realidades y detectar posibles oportunidades de trabajo en diversos departamentos.
Pero la escasez no es solo en lo que a médicos refiere, sino también en cuanto a recursos técnicos y equipamiento. «Se está mejorando, pero falta mucho camino por andar», opinó Fernández. En el Interior hay algunos hospitales que están bien equipados y brindan buena asistencia, como es el caso del Hospital de Tacuarembó y el de Rivera. Sin embargo, en general, se trata de edificios de más de 50 años, y más de 100 en algunos casos.
Los equipos tecnológicos resultan antiguos y desactualizados. En este aspecto, «el Estado va a tener que hacer una inversión importante», aseguró el presidente de FEMI. En la actualidad, en la ciudad de Colonia del Sacramento se está llevando a cabo la construcción de un nuevo hospital, que funcionará como una nueva opción frente al viejo hospital, que tiene más de 100 años de antigüedad.
Según Fernández, el Estado uruguayo «se ha puesto un poco celoso» en el estudio de la implementación de nuevas tecnologías médicas a nivel privado, ya que «las traen (al país) pero no se las habilitan».
En cuanto a tecnología, sin embargo, la situación es más generalizada a nivel país, y no tanto un problema del Interior. El departamento de Salto, recientemente, inauguró un IMAE cardiológico, siendo testigo de un adelanto significativo en lo que a tecnologías médicas refiere. El hospital de Tacuarembó, por su parte, ya realiza neurocirugías. Sin embargo, para Fernández, estos son «lugares de excepción», y la gran mayoría necesita actualizarse.
Como desafíos a futuro, FEMI se propone mejorar la distribución y la capacitación de los médicos especialistas en todo el territorio nacional. Además, el presidente de la organización aseguró que preocupan las vías de acceso a los hospitales, y que desde su lugar se están haciendo los reclamos necesarios.
Las rutas y caminos están, muchos de ellos, en mal estado, con baches e imperfecciones que dificultan y demoran los traslados de pacientes enfermos al hospital y que, en algunas ocasiones, podrían implicar riesgos críticos. «Tiene que haber un compromiso de la red de asistencia. Esto no solo involucra lo que es, estrictamente, hospitales, sanatorios, policlínicas o el recurso humano. También es el compromiso departamental y nacional en mejorar las vías de acceso», enfatizó Fernández.
Médicos de campo
Además de las jornadas de actualización gremial, el pasado fin de semana, en Salto se realizó también una jornada de medicina y enfermería rural, organizada por la Sociedad Uruguaya de Medicina Rural. Fernández resaltó la relevancia de esta jornada, ya que, en la actualidad, el país cuenta con un 5,3% de su población en zonas rurales.
Si bien parece un porcentaje menor, se trata de personas que también necesitan y tienen derecho a la atención médica. Hoy, según Fernández, hay solo 500 médicos rurales en todo el país, y entre 50 y 70 escuelas rurales. «Hay que pensar estrategias, tanto para darle asistencia a la población rural como para darle la educación necesaria», opinó el presidente de FEMI.