Economía mundial se acelera, pero preocupa el freno del crecimiento potencial

Banco Mundial > “Una gran oportunidad para invertir en capital humano y físico”

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La economía mundial crecerá un 3,1% en 2018, pero el potencial de crecimiento futuro genera inquietud, de acuerdo al último informe Perspectivas Económicas Globales del Banco Mundial. Se estima que será el primer año desde la crisis financiera, en el que la economía mundial funcionará cerca de su capacidad plena.

Luego de un 2017 mejor al esperado, el Banco Mundial espera que la economía del planeta se acelere este año hasta un ritmo del 3,1%, gracias a la recuperación de la inversión, las manufacturas y el comercio, y las economías en desarrollo exportadoras de productos básicos se beneficiarán con el alza en los precios de dichos productos.

Sin embargo, el organismo advierte que estos cambios son en buena medida “una mejora de corto plazo”. “En el largo plazo, la desaceleración del crecimiento potencial (que refleja la rapidez con que una economía puede expandirse cuando la mano de obra y el capital se utilizan a plena capacidad) pone en riesgo los avances logrados en los niveles de vida y la reducción de la pobreza en todo el mundo”, advierte.

Las nuevas proyecciones apuntan a que las economías avanzadas registrarían una moderación de su crecimiento, al expandirse un 2,2% en 2018, en un contexto en el que los bancos centrales irán eliminando de forma gradual las políticas adoptadas después de la crisis, y el repunte de las inversiones se normalice.

Fuente: Banco Mundial
Fuente: Banco Mundial

Por su parte, en los mercados emergentes y las economías en desarrollo en su conjunto, el crecimiento se consolidará hasta alcanzar el 4,5% este año, dado que la actividad de los países exportadores de productos básicos continuará recuperándose.

El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, evaluó que “esta amplia recuperación en el crecimiento mundial resulta alentadora”, pero advirtió que “no es momento de adoptar actitudes complacientes”. “Es una gran oportunidad para invertir en capital humano y físico. Si los responsables de diseñar políticas de todo el mundo centran sus esfuerzos en estas inversiones clave, podrán incrementar la productividad de sus países, fomentar el crecimiento de la fuerza laboral y acercarse a los objetivos de poner fin a la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida”, señaló.

Capacidad plena

El informe estima que 2018 será el primer año, desde la crisis financiera, en el que la economía mundial funcionará cerca a plena capacidad. Sin embargo, se analiza que a raíz de la disminución esperada en el potencial de crecimiento, los responsables de diseñar políticas deberán mirar más allá de los instrumentos monetarios y fiscales que se utilizan para estimular el crecimiento en el corto plazo y analizar la implementación de iniciativas que permitan impulsarlo en el largo plazo.

Se explica que la desaceleración del crecimiento potencial es el resultado de años de escaso aumento de la productividad, inversiones insuficientes y envejecimiento de la fuerza de trabajo mundial. Esta desaceleración es generalizada, y afecta a un conjunto de economías que representan más del 65% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Si no se procura revitalizar el crecimiento potencial, este declive podrá extenderse durante la próxima década y reducir el crecimiento mundial promedio en un cuarto de punto porcentual y el de los mercados emergentes y las economías en desarrollo en medio punto porcentual durante ese período.

“En el largo plazo, la desaceleración del crecimiento potencial (…) pone en riesgo los avances logrados en los niveles de vida y la reducción de la pobreza en todo el mundo”

“El análisis de los factores que provocan la desaceleración del crecimiento potencial pone de relieve el hecho de que tenemos herramientas para afrontarla”, señaló Shantayanan Devarajan, director senior de Economía del Desarrollo del Banco Mundial. “Las reformas que promueven una salud y educación de calidad y que mejoran los servicios de infraestructura pueden impulsar significativamente el crecimiento potencial, en particular en los mercados emergentes y las economías en desarrollo. Sin embargo, algunas de estas reformas encontrarán resistencia en ciertos grupos políticamente poderosos. Por eso es tan importante difundir y presentar de forma transparente toda esta información acerca de los beneficios que generarán para el desarrollo”, detalló.

Riesgos

El informe insiste en que el panorama futuro aún presenta diversos riesgos. En ese sentido, explica que el endurecimiento abrupto de las condiciones internacionales de financiamiento podría truncar la expansión, al tiempo que el incremento de las restricciones al comercio y la intensificación de las tensiones geopolíticas podrían minar la confianza y perjudicar la actividad. Por otro lado, varias economías importantes podrían registrar un crecimiento mayor de lo previsto, lo que extendería aún más el repunte mundial.

“En vista de que las tasas de desempleo vuelven a ubicarse en los niveles anteriores a la crisis y dado que el panorama económico se muestra más auspicioso tanto en las economías avanzadas como en el mundo en desarrollo, los responsables de diseñar políticas deberán analizar nuevos enfoques que permitan sostener el impulso del crecimiento”, señaló el director del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del organismo, Ayhan Kose. Para el funcionario, “resulta imperioso implementar reformas para incrementar la productividad a medida que se intensifica la presión sobre el crecimiento potencial provocada por el envejecimiento demográfico”.


Economía uruguaya se aceleraría a 2,8% en 2018 y a 3,2% en 2019 y 2020

En sus estimaciones de crecimiento para la economía mundial, el Banco Mundial señala que luego de haber cerrado el 2017 con un crecimiento del PIB de 2,5% (el dato oficial se conocerá en marzo), la economía de Uruguay se aceleraría nuevamente este año para crecer un 2,8%. Pero el dinamismo no se detendría ahí, ya que se prevé que en 2019 la actividad económica de Uruguay crezca un 3,2%, nivel que se mantendría en 2020, según el organismo.

Cabe señalar que la economía uruguaya tuvo un comportamiento este año que fue mejor al esperado inicialmente lo que ha llevado a corregir al alza las previsiones de crecimiento del país. Los pronósticos divulgados por el Banco Mundial, se encuentran por debajo de las proyecciones de los analistas privados consultados por el Banco Central del Uruguay (BCU) en su encuesta de expectativas económicas. La mediana de los expertos espera que la economía uruguaya haya cerrado el 2017 con un crecimiento de 3,04%, con respuestas que fueron desde un piso de 2,7% a un techo de 3,4%. Para 2018 la mediana de los expertos se ubicó en 3,2%, con respuestas que fueron de un mínimo de 3% a un máximo de 3,43%.