En 2017 se aprobó la mitad de las leyes sancionadas en el mismo período de la legislatura anterior

En bajada > PRINCIPAL MOTIVO DE LA CAÍDA FUE LA PÉRDIDA DE LA MAYORÍA PARLAMENTARIA

Un informe elaborado por el Programa de Estudios Parlamentarios del Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales (UdelaR), da cuenta de que en el año 2017 la cantidad de leyes aprobadas disminuyó casi un 50% en comparación con el mismo período de la legislatura anterior.

Según el documento a cargo del politólogo e investigador del Instituto de Ciencia Política, Daniel Chasquetti, la caída se dio como consecuencia principalmente de la pérdida de la mayoría legislativa. Fue en octubre de 2016 cuando el exdiputado electo por el Frente Amplio (FA), Gonzalo Mujica, anunció públicamente su alejamiento del partido de gobierno. Eso provocó un cambio cualitativo en el proceso legislativo, y la situación se extendió hasta setiembre de 2017, mes en el cual el ex representante nacional finalmente renunció a su banca, lo que permitió que la coalición recuperara la mayoría.

Este episodio ocurrió en forma inesperada luego de tres elecciones consecutivas en las que la izquierda ganó con mayoría absoluta de miembros en ambas cámaras, algo muy valorado por el FA puesto que es lo que le ha permitido concretar los diversos objetivos planteados en su programa de gobierno, tal como dijo a CRÓNICAS la senadora oficialista Mónica Xavier la semana pasada.

El haber obtenido la mayoría en el Parlamento garantizó a los sucesivos gobiernos altos niveles de eficacia parlamentaria y un blindaje político para el accionar de sus ministros. Ambas afirmaciones son demostradas con algunas cifras en el informe encabezado por Chasquetti. Por ejemplo, el 76% de los proyectos del Ejecutivo se convirtieron en ley, y el 100% de las 61 interpelaciones realizadas entre 2005 y 2016 culminaron con declaraciones de satisfacción por las respuestas de los ministros.

Una legislatura menos productiva

En el escrito se expresa, a su vez, que los resultados en materia legislativa muestran que la 48° Legislatura (2015-17) ha sido menos productiva que las tres anteriores. Si bien en esta se ha presentado un volumen de proyectos de ley bastante similar  (ver gráfico 1), el número de leyes sancionadas resulta ser sensiblemente menor (ver gráfico 2). En el período actual se sancionó aproximadamente un 35% menos de leyes que en los anteriores, donde el FA contaba con mayoría en ambas cámaras, lo cual representa “un cambio sustantivo en los ritmos de productividad parlamentaria”.

graficos-1-y-2

 

 

 

 

 

Por otra parte, el gráfico 3 permite apreciar ese fenómeno desglosado por año. De este se desprende que la productividad parlamentaria fue inferior a lo esperado ya desde el primer año de la legislatura. Si bien en el segundo año se observó una recuperación, en el tercero (2017) se aprobó algo más de la mitad de leyes sancionadas en el mismo período en la legislatura anterior (2012). Más específicamente, fueron 97 contra 176. Según explicó el politólogo, “ese deterioro podría responder a los efectos de la pérdida de la mayoría”.

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Más tiempo para la sanción
En tanto, otro informe también elaborado por el Programa de Estudios Parlamentarios, reporta que las leyes de 2017 insumieron para su aprobación once meses en promedio, lo que equivale a 337 días, es decir, 55 días más que las aprobadas en 2007, y 95 días más que las aprobadas en 2012. El gráfico 4 muestra que el tiempo que insume aprobar una ley en el primer año –de las últimas tres legislaturas- es algo superior a los tres meses; y en el segundo año, de aproximadamente unos ocho meses. Los registros del tercer año, sin embargo, son diferentes en los tres casos observados, aunque el apartamiento mayor es sin duda el del período actual.

grafico-4

 

 

 

 

 

 

A modo de conclusión, en este documento se afirma que “estos datos muestran que el proceso legislativo del año 2017 ha sido más trabado y negociado que antes. La pérdida de la mayoría parlamentaria obligó a la bancada del FA a modificar sus expectativas y a establecer nuevas estrategias para evitar que sus proyectos quedaran varados en comisiones. Ello implicó negociar con la oposición sin imponer condiciones, además de estar predispuestos a renunciar a ciertos objetivos con el fin de aprobar leyes”.