De la mano de Pernod Ricard, los vinos Cafayate, de Bodega Etchart, llegan desde la provincia de Salta directo a nuestro país para ofrecer una propuesta diferente, orientados hacia un público que va en busca de nuevos aromas y sabores.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
Enmarcado entre los valles Chalaquíes, a 1.750 metros sobre el nivel del mar, un suave clima templado cuida de las vides. En este ambiente, las plantaciones crecen en un escenario ideal para su maduración, desprendiendo un aroma concentrado y diferenciándose con un color incomparable.
Cafayate –provincia de Salta- es un escenario ideal para la producción de la uva Torrontés, la que produce un vino aromático, fresco, de textura suave y acidez moderada. Es aquí donde desde 1850, aún cuando la vitivinicultura no existía en esta zona, Bodega Etchart produce su vino.
En 1996 la empresa fue vendida al grupo francés Pernod Ricard y hoy cuenta con 360 hectáreas de viñedos. En 2007 la compañía tuvo una reconversión, y pasó a tomar el nombre del terruño, una estrategia que hace dos años realizó también en nuestro país, a pesar de que ya se encontraba desarrollada desde hacía una década. La marca se encuentra asimismo en países de la región, y para este año las apuestas son por los mercados de Estados Unidos y China.
En entrevista con Empresas & Negocios, Joaquín Wagner, gerente de exportaciones de Pernod Ricard, comentó que respecto a vinos, el mercado uruguayo es similar al argentino hace 10 años. Mencionó, además, que notan una apertura de nuestro mercado que va en una línea hacia descubrir experiencias interesantes.
Estas características brindan a las compañías la oportunidad de mostrar productos novedosos, sobre todo, orientados a los millennials, una generación ávida de conocer.
El público al que se dirige es bastante amplio. Aunque los millennials son consumidores interesantes, no se puede pretender que estos adquieran vinos de gran linaje por una cuestión adquisitiva. El vino de Salta no llega al 7% del total de vinos argentinos; el mendocino ocupa cerca del 90%. Por esta razón, cuando alguien elije un vino salteño se está animando a probar algo diferente.
Los volúmenes que dirige vinos Cafayate a Uruguay han venido en aumento. Para este año se planea exportar 7.000 cajas de nueve litros de bebida cada una; en 2016 esta cifra fue de 5.000. En comparación con los países de la región, nuestro país está por encima de Paraguay, Perú y Bolivia, en cuanto a ventas se trata.
En tanto, Martín Bruno, embajador de la marca Pernod Ricard Argentina desde 2016, y campeón del Concurso Mejor Sommelier de Argentina 2017, en diálogo con Empresas & Negocios admitió que ser embajador de una marca confiere mucha responsabilidad, pero reconoció que los sommeliers son embajadores naturales del vino. “Nuestra función es comunicar todas las bebidas. Yo no siento que esté haciendo algo diferente en este puesto a lo que hacía antes”, admitió.
Bruno describió a Cafayate como un vino de altura, que brinda un desafío tanto para enólogos como para ingenieros agrónomos. En Argentina cada vez se consume menos cantidad de vino, pero sí de más calidad, lo que señala un interés del público a la hora de elegir la bebida. La exportación de vinos argentinos ha impulsado la industria bodeguera hacia el desarrollo, tecnificando bodegas y expandiendo el conocimiento de los profesionales.
Para el sommelier, Uruguay vive un momento interesante en su historia vitivinícola. En esta línea, destacó el desarrollo que ha tenido Maldonado en la producción de vino, y aseguró que “hay muchísimo hacia adelante”.
El desafío del sector está en el atraer al público manteniendo una línea de calidad frente a la cantidad. Hoy el consumidor sabe cada vez más. “Hace 10 años la gente elegía solo la bebida por la variedad –aunque el precio fue y seguirá siendo un factor importante-, en cambio hoy se fija más en quién es el enólogo, la ubicación de la bodega, entre otros aspectos”, añadió Bruno.
El vino en casa
Las últimas reglamentaciones a nivel mundial apuntan a una tolerancia cero en cuanto al nivel de alcohol en sangre a la hora de manejar. Uruguay ya incorporó esta normativa y si bien Argentina no, la cifra permitida es muy menor y configura uno de los motivos en el descenso de consumo de vino.
En este sentido, Wagner opina que la estrategia está en ofrecer a los consumidores espacios nuevos para que adquieran el vino, al tiempo en que se educan sobre el mismo, y se estimula a que lo beba en un ámbito hogareño.
El mejor sommelier
En octubre de 2017 Bruno ganó el premio al Mejor Sommelier de Argentina, organizado por la Asociación Argentina de Sommelier, que forma parte de la Asociación Internacional de Sommelier. Se trata de un concurso que se realiza cada tres años. El primer y segundo premio de cada país competirá luego en la edición Panamericana, que en esta oportunidad se desarrollará en Canadá, y que dará paso al Mundial, a llevarse a cabo en Bélgica el año entrante.
Este ritmo de competiciones obliga a que los participantes tengan una preparación constante. Las temáticas sobre las cuales se los evalúa va desde geografía, legislación y personalidades, hasta cata a ciegas, conocimientos de gastronomía internacional, combinaciones de chocolates, cafés y cigarros. “Como empresa, Pernod Ricard me ha apoyado mucho, tanto en el aprendizaje para nutrirme como durante el tiempo de preparación”, admitió Bruno.