Adrián Peña, secretario general del Partido Colorado y diputado por Vamos Uruguay
Por 39 votos a favor y 10 en contra, la Convención Departamental del Partido Colorado de Montevideo rechazó la realización de acuerdos electorales o programáticos con otros partidos antes de las elecciones. El secretario general de la fuerza política, Adrián Peña, explicó a CRÓNICAS por qué no es el momento ni el ámbito más adecuado para esa discusión.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
-La definición de la Convención Departamental de Montevideo contra los acuerdos se da en momentos en que varios legisladores colorados, incluido usted, impulsan lo contrario. ¿Qué opinión le merece?
-Lo que motivó la convocatoria del martes pasado era decidir si conformar otra vez la Concertación o no. En relación a eso no hay nada sobre la mesa, nadie lo ha planteado por ahora ni ha habido ningún tipo de conversación para que se instale nuevamente en Montevideo o en otro departamento esa herramienta.
También es importante saber qué va a hacer el Partido Nacional (PN) con la Concertación, porque nosotros no vamos a centrarnos en una discusión interna sobre si participamos o no hasta que el PN no resuelva si le interesaría reeditar la experiencia.
Sobre los acuerdos nacionales, puede haber más de una visión. Se ha hablado de acordar en varios ejes, pero el Partido Independiente ha dicho que no va a participar, y tengo entendido que si eso sucede, tampoco tendría interés en hacerlo el sector Todos, de [Luis] Lacalle Pou. En ese caso no habría una forma práctica de generar una alianza.
A mí me gusta hablar más sobre la realidad, y hasta ahora en eso no se ha podido avanzar; no ha habido reuniones más que la recepción de las propuestas de [Jorge] Larrañaga y las de Gonzalo Mujica.
-Entonces ¿qué posibilidades hay de concretar algún acuerdo de aquí a las elecciones?
-Antes de la interna el partido no va a participar de ningún tipo de acuerdo programático ni electoral ni de gestión con nadie, porque en esa instancia se elige nueva Convención, nuevo Comité Ejecutivo, que son quienes van a determinarlo. Ahí se podrá decidir no acordar con nadie hasta octubre y después sí, o pactar en base a los ejes temáticos.
A su vez, una cosa es convenir en cuanto a herramientas específicas, y otra en lo que respecta a políticas generales sobre las que ya hay acuerdo entre la oposición: educación, inserción internacional y demás.
-¿Se refiere a acuerdos tácitos?
-Exactamente. Es decir, aquellos temas en los que coincidimos en la práctica, cuando votamos en el Parlamento y planteamos desde los partidos las diferentes posiciones.
-Más allá de esto que plantea, ¿la definición de la Convención Departamental será tomada en cuenta?
-Es un insumo que hay que tener en cuenta. La Convención Departamental es el órgano máximo a nivel del departamento, y no escucharla sería un error, pero [su definición en este tema] no es vinculante. De todas formas, recién se está armando el escenario para largar las candidaturas de cara a la interna, y esa será una discusión para después de esa instancia.
“La Convención Departamental es el órgano máximo a nivel del departamento y no escucharla sería un error”.
-¿Por qué cree que se adelantó este debate?
-Porque algunos actores han dado su opinión a través de los medios de comunicación y eso ha generado una especie de debate interno, que no es malo que se dé, pero en realidad no hay nada que resolver.
-Además, quien debe laudar ese tema es la Convención Nacional, no las departamentales.
-Sí, siempre es la Convención Nacional la que determina cualquier acuerdo entre partidos políticos.
-¿Le sorprendió el resultado de la votación?
-No, porque si bien la Convención tenía número [suficiente para votar], los convencionales son 250 y había unos 50. Yo sabía que quienes están muy en contra [de los acuerdos] iban a estar presentes, y me consta que muchos sectores no asistieron porque entienden que no es un tema de debate para ese ámbito.
-O sea que no fue una votación tan representativa porque no estaba toda la Convención.
-No, no estaba toda la Convención pero llegaron al número; es un riesgo que tomaron los que no fueron, que son también responsables de que haya sesionado y aprobado esto.