Por Felipe Carballo (*) | @fcarballo711
El mundo del trabajo enfrenta un nuevo desafío y expertos en diferentes ámbitos y de todas partes del mundo, están alertando sobre el impacto que el avance tecnológico y la automatización inevitablemente tendrán en las formas de trabajo.
En nuestro país se han realizado estimaciones de que un 54% de los empleos ocupados hoy corren un alto riesgo de automatización en los próximos 10 a 20 años. Los puestos de trabajo más expuestos al cambio tecnológico son aquellos que implican la realización de tareas manuales y repetitivas, sean estas desempeñadas por personas con mayor o menor nivel educativo.
En los últimos años se observa que el mercado de empleo en Uruguay, muestra una destrucción de puestos de trabajo (se estiman en 40.000) a pesar de que la economía –medida en PIB- crece ininterrumpidamente.
Tareas como las de cobranza, atención en estaciones de servicio, porterías, etc., son algunas de las que podemos identificar en peligro a simple vista, sin embargo, también se reconocen cambios en tareas desarrolladas en telemarketing, fabricación industrial, transporte, logística, administración y contabilidad entre otras.
Es impensable atacar al avance tecnológico y no sería correcto demonizarlo, ya que si bien este proceso de sustitución de empleos por tecnología deja por el camino algunos empleos, también crea otros nuevos, fundamentalmente en las áreas de computación, ingeniería, arquitectura y matemática. Son empleos que implican que los trabajadores se dediquen a desarrollar tareas relacionadas a la generación de conocimiento, dedicadas más a pensar que a procesar.
En este sentido creemos que es necesario realizar acciones que nos posibiliten un análisis constante de este proceso de cambio, identificando cuáles son los puestos en riesgo, los empleados en condiciones más vulnerables a quedar fuera del mercado laboral y en consecuencia generar soluciones. Creemos que es necesario el abordaje de esta problemática con Políticas Públicas proactivas que generen un nuevo marco inclusivo, con la participación de los actores involucrados -trabajadores y empleadores-, todo ello con el control y regulación del Estado.
Sabemos que indudablemente deberemos trabajar en acciones paliativas como extender seguros de paro a los trabajadores afectados, intentar que los trabajadores adquieran nuevas competencias estando ya en situación de paro, brindar beneficios fiscales a proyectos de inversión que creen nuevos puestos de trabajo, pero creemos firmemente que debemos ser proactivos, implementando acciones que permitan anticipar los futuros impactos en los puestos de trabajo.
Es con ese fin que hemos presentado un proyecto de ley que plantea la necesidad de mantener un análisis de riesgo constante en todas las áreas productivas, como son el agro, la industria, el comercio, los servicios, etc., identificando no solamente los puestos que se perderán, sino los nuevos que pudieran aparecer.
En este proyecto proponemos que el Inefop tenga entre sus cometidos elaborar y mantener actualizada una “Matriz de Riesgos y Oportunidades de Puestos Laborales” para períodos de cinco años. Adicionalmente y en consecuencia, el Organismo deberá remitir a la Asamblea General un informe anual sobre las actuaciones realizadas para el cumplimiento de dicho cometido.
La elaboración de esta Matriz, posibilitará la identificación de los puestos que se destruirán y los que se crearán, determinando en ambos casos –entre otros aspectos- el sector de ocupación, el género del trabajador, su edad promedio, nivel de educación y ubicación geográfica.
También permitirá describir las competencias necesarias de los nuevos puestos laborales, establecer a partir del mapeo de competencias que posean los actuales trabajadores aquellas que puedan incorporar para asumir nuevos puestos de trabajo, identificar las competencias necesarias de los nuevos empleos a desarrollar en el proceso educativo formal e informal para los futuros ciudadanos que se incorporen al mercado de trabajo, asesorar a todos los trabajadores a descubrir sus habilidades, proyectando cuál sería el lugar ideal para trabajar y buscando la mejor forma de adaptarse al empleo del futuro e inclusive identificar las modificaciones e incorporaciones de normas legales y reglamentarias vinculadas a las relaciones laborales que deberán adoptarse en el derecho positivo uruguayo. En definitiva, esta herramienta permitirá no solamente a los ciudadanos que hoy están en edad laboral y a los que se incorporen en el futuro, acceder en mejores condiciones al derecho humano fundamental del trabajo, sino que será fundamental para la creación de políticas públicas y programas, tanto en el ámbito laboral como en el educativo y social
Por su integración consideramos que el Inefop es la institución que más se adecua a esta función de análisis y elaboración de la “Matriz de Riesgos y Oportunidades”, ya que cuenta con competencias y alcances suficientes para realizar la tarea que se encomienda en nuestro proyecto y además, cuenta con los recursos financieros necesarios para su realización. Recordemos que este organismo fue creado como Persona Pública no estatal en octubre del 2008 y está integrado en forma tripartita por representantes del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, del Ministerio de Educación y Cultura y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, por las organizaciones más representativas de los trabajadores: Plenario Intersindical de Trabajadores (PIT-CNT), por las organizaciones más representativas de los empleadores: Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay, Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), y un representante de las empresas de la economía social.
Sabemos que este es solamente un puntapié inicial, que nos ayudará a adelantarnos a ciertas dificultades que podremos convertir en ventajas y en condiciones que hagan a un futuro con mejores condiciones para los y las trabajadoras de nuestro país.
(*) Diputado de Compromiso Frenteamplista (711) – Frente Amplio