El mayor préstamo en la historia del Fondo Monetario Internacional (FMI) será usado para impedir una crisis económica de mayor magnitud, según Mauricio Macri. La medida vino en respuesta un mes después de que el mandatario argentino iniciara las negociaciones con el organismo internacional.
Tras el pedido de un préstamo realizado por el gobierno de Mauricio Macri a principios de mayo, el FMI resolvió el pasado miércoles 20 que le otorgaría al país sudamericano unos US$ 50.000 millones. Este préstamo, el mayor en la historia del organismo internacional, se dio en modo de stand by; es decir, en un marco que permite al FMI “responder rápidamente a las necesidades de financiamiento externo de los países, y respaldar políticas que los ayuden a salir de las crisis y volver a un crecimiento sostenible”, según indica su propia página web. Esto remite a la crisis sufrida en 2001, donde justamente dos años después tuvo lugar el último préstamo del Fondo a Argentina.
Del monto total, US$ 15.000 serán dados por desembolso inmediato. A su vez, de estos US$ 15.000, la mitad – US$ 7.500 millones – serán destinados al respaldo presupuestario. Por otro lado, el resto del préstamo – US$ 35.000 millones – “estará disponible a lo largo de la duración del acuerdo, supeditado a exámenes trimestrales a cargo del Directorio Ejecutivo”.
“Las políticas que pretenden aplicar las autoridades buscan abordar vulnerabilidades de larga data, lograr que la deuda siga siendo sostenible, recortar la inflación y promover el crecimiento y la creación de empleo, reduciendo al mismo tiempo la pobreza”, continúa el informe del FMI.
El programa establecido por el gobierno para restablecer la economía argentina se divide en cuatro principales pilares.
El primero, restablecer la confianza del mercado. El gobierno argentino se comprometió con un programa económico claro que reduce las necesidades de financiamiento federal y encauza la deuda pública por una trayectoria descendente firme. Este esfuerzo está anclado en un ajuste fiscal que asegura que el gobierno federal alcanzará un equilibrio primario para 2020.
El segundo: proteger los segmentos más vulnerables de la sociedad. Se tomarán medidas para reforzar la red de protección social, entre otras cosas reestructurando programas de asistencia. El nivel de gasto social estará protegido en el programa. Asimismo, de ser necesario, se hará lugar también a un gasto adicional en proyectos de asistencia social definidos de antemano, de buena calidad y con comprobación de recursos económicos.
En tercer lugar, afianzar la credibilidad del marco de fijación de metas de inflación del banco central. El gobierno se ha comprometido a brindar a este organismo la independencia y autonomía institucional y operacional necesarias para alcanzar efectivamente los objetivos de inflación propuestos. Además, buscará llevar la inflación a niveles de un solo dígito para cuando llegue a término el acuerdo stand by de tres años, y se están elaborando planes para que tenga un balance sano y plena autonomía financiera.
Por último, reducir progresivamente las tensiones en la balanza de pagos. Esto implicaría reconstituir las reservas internacionales y mitigar la vulnerabilidad de Argentina a presiones sobre la cuenta de capital.
Dentro de todo este contexto, la empresa Morgan Stanley Capital Investment (MSCI) calificó a Argentina como un país de “mercado emergente”. Esa definición representará “un ingreso de entre US$ 3.500 y US$ 5.000 millones al mercado”, además de representar un “sello de confianza”, según informa el diario argentino El Cronista.
Así, el dólar cerró hoy a $27 la compra y $28 la venta en el mercado argentino. Esto representa una baja del 0.71% frente al cierre anterior, de $27,20 y $28,20 respectivamente.