El diputado nacionalista Rodrigo Goñi señaló a CRÓNICAS que la Comisión de Innovación, Ciencia y Tecnología del Parlamento se encuentra abocada a la conformación de un proyecto de ley dirigido hacia el fomento del emprendedurismo, que prevé la creación de Sociedades de Acciones Simplificadas y la regulación del financiamiento colectivo.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
Ya es historia conocida: los cambios tecnológicos prevén importantes mutaciones en el campo laboral. Por un lado, desaparecerán muchos de los empleos tradicionales. Por otro, surgirán trabajos que aún no pueden ser imaginados. La vertiginosidad de los cambios y el desarrollo, en forma exponencial, de software, hacen imposible de prever con seguridad el futuro. Dentro de este panorama, diversos especialistas coinciden con que el camino para sortear los obstáculos que van a surgir irán de la mano de la adaptabilidad y, dentro de esta, el emprendedurismo es esencial.
Las peculiaridades de los nuevos emprendedores, y de los nuevos emprendimientos, se distancian de aquellos de los del siglo pasado. Es por esto que desde la Comisión de Innovación, Ciencia y Tecnología del Parlamento de la Cámara de Diputados se proyecta una ley que fomente el emprendedurismo.
La iniciativa surge en base a dos proyectos de ley presentados a finales del año pasado, impulsados por los diputados Rodrigo Goñi –Partido Nacional- y Walter de León –Frente Amplio-, respectivamente.
En conversación con CRÓNICAS, Rodrigo Goñi aseguró que hay una disposición general de todos los partidos políticos de que se apruebe una ley de emprendimiento que contenga las principales herramientas que los emprendedores hoy reclaman.
Goñi comentó que poseer una ley de estas características es un reclamo que proviene de los sectores vinculados a la temática y recordó que los países desarrollados cuentan con normativas de este estilo.
“Hoy el emprendimiento dejó de ser una opción para empezar a convertirse, cada vez más, en una necesidad, dado a que se pierden puestos laborales en las industrias nacionales”, enfatizó. Es así que, manifestó, este es el camino para crear empleo.
Dentro de las herramientas se contempla la creación de Sociedades de Acciones Simplificadas (SAS), una nueva estructura jurídica que, en palabras del legislador, está teniendo un gran auge en el mundo y una importante utilización en los nuevos emprendimientos. En este sentido, citó el ejemplo de Colombia, donde, aseguró, desde que se creó esta herramienta han surgido más de 500 mil empresas bajo esta disposición. En Argentina esta normativa también ha sido aprobada.
Las SAS son sociedades de capitales integradas por una o varias personas humanas o jurídicas, donde luego de su inscripción se constituye en una persona jurídica distinta a los de sus accionistas, y en la cual la responsabilidad de los socios está limitada a sus acciones. El parlamentario explicó que se trata de una estructura que permite captar capital e inversiones, tal como las sociedades anónimas, pero con un costo mínimo, con una gran rapidez para su creación y con mayor flexibilidad y autonomía.
En esta línea, ejemplificó con que la herramienta admite que las reuniones de directiva sucedan a través de whatsapp. “Las SAS no solamente permiten una plena autonomía para establecer el funcionamiento de la empresa, sino que además establece una flexibilización de determinados actos que antes requerían otra formalidad”, explicó el legislador.
La segunda herramienta que se analiza implementar es el financiamiento colectivo conocido como crowfunding, un instrumento que, mediante plataformas tecnológicas, permite que los emprendedores puedan acceder a grandes sumas de dinero que fueron donadas en pequeñas partes por diversos ciudadanos. A través de una plataforma tecnológica colaborativa, se puede acceder al mercado mundial, “sin la intermediación, lenta y costosa, bancaria”.
Asimismo, se contempla integrar a la ley la participación de empleados en el capital. Este caso puede darse, por ejemplo, cuando un emprendedor necesite contratar especialistas y no tenga la forma de costear su participación. De este modo, el profesional podría ingresar al emprendimiento con la opción a tener acciones.
Otra de las líneas que se intentarán reglamentar será el fomento del capital semilla, es decir, la financiación inicial de los proyectos, muchas veces, la más arriesgada.
El proyecto también prevé un fuerte énfasis en la obligación por parte del Estado de promover el emprendedurismo en la educación, tanto pública como privada, en todos sus niveles.
La pasada semana asistieron a la comisión los agentes públicos relacionados a la temática, como la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) y el Banco Central del Uruguay (Banco Central del Uruguay). Asimismo se ha consultado a las universidades.
Durante agosto comparecerán los actores del ecosistema emprendedor como organizaciones y asociaciones de emprendedores, y durante septiembre y octubre se prevé la aprobación de la ley en la Cámara baja, confirmó el nacionalista.