Fernando Viera, presidente de Porto Seguro
En un nuevo paradigma de revolución tecnológica, la compañía apuesta a la educación como raíz para fortalecer al sector y al país.
¿Cómo ve el mercado asegurador uruguayo en el mediano y largo plazo y qué rol deberán jugar las aseguradoras?
Se acercan importantes cambios en el mercado asegurador, vinculados a una revolución tecnológica a nivel global, que pronto serán una realidad instaurada en los seguros. Como todo cambio, las organizaciones que pretendan permanecer sustentables deben acompañarlo e incluso potenciarlo para salir victoriosas. Lograr una adaptación exitosa dependerá de todos los actores que interactúan en ese mercado -en este caso, las compañías y sus estructuras-, pero también los corredores asesores, los usuarios y los organismos que las regulan. En Porto Seguro somos conscientes y trabajamos pensando en el presente, pero con proyección al futuro a largo plazo, buscando innovar, tanto en los productos y servicios que brindamos, así como en los procesos de cotización, contratación y de experiencia del cliente con la compañía. Por eso, buscamos acompañar al Corredor Asesor, que es nuestro principal socio de negocios, ofreciéndole nuevas herramientas informáticas que contribuyan a simplificar su trabajo y poniendo a su disposición capacitación permanente vinculada a aspectos técnicos, gestión empresarial, ventas y marketing de servicios. Tenemos un desafío en la búsqueda por transformar el concepto de promesa condicional, que habitualmente es asociado al seguro, por el de un servicio que brinda ventajas permanentes al asegurado. Si bien la apertura de nuevos canales de comunicación es fundamental para nosotros, Porto Seguro prioriza mantener siempre el contacto cara a cara con sus corredores asesores y asegurados brindando una atención que supere expectativas, como indica nuestra misión.
En un contexto de disrupción tecnológica constante, ¿dónde radicarán las principales apuestas de la compañía?
Una de las principales apuestas de la compañía será continuar siendo pioneros en innovación. Para lograrlo, además de observación, debe existir un ADN innovador que en Porto Seguro está presente desde sus inicios y que buscamos potenciar cada vez más. Un claro ejemplo de ello es la aceleradora de startups, denominada “Oxigenio”, que funciona en nuestra casa matriz, en San Pablo, y que ha tenido muy buenos resultados, permitiéndole a la compañía desarrollar innovaciones tecnológicas con gran impacto en el mercado asegurador de Brasil. Este es un claro camino para recorrer en Uruguay en los próximos años. Otra apuesta, en este sentido, es capacitar a los colaboradores de Porto Seguro para enfrentar los nuevos retos que vendrán implícitos con la tecnología, buscando ayudar a las personas que conforman la organización a adquirir las competencias necesarias para desarrollarse profesionalmente en un contexto de cambio continuo y a enfrentarse a nuevos paradigmas.
Entendemos que es fundamental incorporar las bondades que implica el avance tecnológico para optimizar los procesos internos y mejorar las herramientas para Corredores Asesores. Hoy, más del 50% de las emisiones de pólizas son realizadas mediante el sistema de emisión web.
¿Cuáles son los temas en que Uruguay, como país, tendría que poner énfasis apuntando a un mayor desarrollo de su sociedad y de su economía?
La educación es un tema central en todas las sociedades. Cuanto más educada sea la población de un país, habrá mayores posibilidades de desarrollo a nivel social, cultural y económico.
Y la misma adquiere aún más relevancia en un contexto de permanentes avances tecnológicos y científicos, en el cual se torna fundamental para evitar aumentar la brecha que ya existe en determinados puntos. Garantizar una educación adaptada a las nuevas realidades, empoderando a las personas a través del conocimiento, permitirá el ingreso al mercado laboral cumpliendo las exigencias del mismo, lo que repercute positivamente en el capital humano, pero también en las empresas y organizaciones.
En el caso de los seguros, vincularse con una población educada contribuye a que la misma pueda comprender la función real que cumple el seguro en la sociedad, que es la de administrar y proteger los bienes y el bienestar de las personas. Este punto debemos trabajarlo las compañías aseguradoras con los diferentes públicos, es decir, educar para lograr expandir la cultura del seguro en el país.