Directores de los distintos sectores del Banco de Previsión Social (BPS) se refirieron a la polémica que gira en torno al sistema previsional. Aunque cada uno con su enfoque, en términos generales coincidieron en que se pueden ir adelantando temas desde ahora, planteando medidas que hagan frente a la situación, y aseguraron que la reforma deberá darse en base a diálogo entre todos los actores participantes.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
Se suele decir que somos un país de viejos y las perspectivas a largo plazo no hacen pensar que ello vaya a cambiar. Por el contrario, la tendencia apunta a un envejecimiento aún mayor de la sociedad uruguaya. Por un lado es muy bueno: la gente vive más. Pero del otro, trae consigo un gran desafío económico de solvencia de los sistemas de seguridad social.
Los problemas en materia de seguridad social no son nuevos y cada tanto vuelven a estar sobre la mesa. En la década del 90’ el sistema tuvo su último gran cambio cuando se resolvió crear el sistema mixto de aportes intergeneracionales (BPS) y ahorro individual (AFAP). Pero también hubo cambios posteriores como la flexibilización de los requisitos para la jubilación adoptados en 2008, o las reformas que debieron realizar varias cajas paraestatales -como la bancaria- para mejorar sus números, y más recientemente otros proyectos que buscan realizar cambios en la caja militar.
Pero más allá de estas discusiones, comienza a ganar terreno la idea de que es necesario abordar una reforma más amplia de la seguridad social, y así pudo leerse en las páginas de CRÓNICAS hace una semana. Por un lado, el presidente de República AFAP, Luis Costa, aseguró que “solo con subir la edad de retiro no alcanza” e interpretó que en el futuro, el peso de las cuentas individuales de las AFAP deberá tener un rol más relevante para garantizar la jubilación. “El sistema tradicional de solo BPS no alcanza; es imposible volver para atrás”, comentó. Tan solo unas páginas después, en la misma edición, el economista Gabriel Oddone aseguraba que el próximo gobierno debería encarar el debate de un cambio en el sistema de seguridad social que integre a todos los regímenes especiales y también hay que evaluar cambios en la paramétrica de las jubilaciones, por ejemplo, elevando la edad de retiro o aumentando la exigencia de años de aportes. “Esto va a estar en la mesa del próximo gobierno. No es un debate fácil”, dijo Oddone, agregando que “ojalá la situación internacional mejore, porque discutir esto en una fase de bajo crecimiento como el que hoy tenemos, sería muy difícil”.
Pero no todos piensan igual que Oddone o Costa. Hay quienes opinan que el cambio debería ir dirigido a eliminar el régimen de AFAP haciendo foco en los aportes intergeneracionales, o que cada caja paraestatal resuelva en su propia medida sus problemas.
Ante el debate que seguramente se instale a comienzos de la próxima década, CRÓNICAS consultó a los representantes sociales en el BPS, para conocer sus opiniones sobre un tema de mucha complejidad y de mucha sensibilidad.
“Arterias abiertas del BPS”
De acuerdo con la directora del sector Empresarios del BPS, Elvira Domínguez, es necesario hacer una mejora en la gestión del ente público antes de hablar de una reforma en el sistema previsional. “Yo creo que se ha sido laxo en este tema, porque hemos tenido años de bonanza económica donde la cantidad de gente que se ha sumado a la formalidad tapó los problemas”, indicó la representante, pero reconoció también que “eso pasa en cualquier empresa”.
Domínguez expresó que con el déficit de US$ 700 millones que el Banco ya tiene planteado, “creo que es hora de atacar, por lo menos si somos responsables, los problemas de la gestión”. En ese sentido, enumeró una serie de factores –las “arterias abiertas del BPS” según las llamó- en los que hacer hincapié para cumplir este objetivo de mejorar la gestión: cumplir con la notificación de historia laboral, ser más estrictos en la aceptación de años de trabajo con testigos, cuidar de no dar certificaciones médicas a gente que no está enferma, dejar de otorgar jubilaciones por discapacidad a quien no está enfermo y corrigiendo, revisando y auditando todos los casos de uso; “es decir, todos los sistemas informáticos para ver cómo se están liquidando las prestaciones”.
Sin embargo, la representante de los empresarios sí opinó que “se puede avanzar” en crear una comisión para “ir adelantando” el problema de la reforma previsional, “trabajar medidas que después se puedan aplicar en el primer año del próximo gobierno”. En esta comisión, señaló, se tendrían que incluir los actores sociales que están en el BPS –trabajadores, empresarios y jubilados-, además de algunos equipos técnicos “que podríamos calificar de expertos en materia de seguridad social”.
En este sentido, añadió que el rol que cumpla el BPS debe ser “fundamental” dentro de la reforma. Esto lo justificó en base a que en el Directorio del ente están representados “no solamente el partido de gobierno, sino también los actores sociales directamente impactados por las medidas que se toman; creo que cualquier reforma que no tenga en cuenta nuestro parecer está condenada al fracaso”, exclamó.
Domínguez también dijo que no debe culparse al BPS por los problemas fiscales que enfrenta el país. “No es el BPS el culpable de los problemas que puedan presentarse en el país en los próximos años. (…) Es necesario mejorar la gestión, porque no podemos tener los déficit que estamos presentando, pero no es el culpable de la crisis que se puede estar avecinando ni de los problemas del déficit”, señaló. En la misma línea, pidió “que no se encuentre como chivo expiatorio a la seguridad social para quitarles derechos a los trabajadores y a los empresarios, porque también los empresarios aportamos y cotizamos al sistema de seguridad social, que no sea una excusa para quitarnos derechos”.
“Esa película ya la vi”
Sixto Amaro, el director representante de los pasivos, no comparte la visión de su colega en cuanto a que no es necesaria una inmediata necesidad de una reforma en el sistema previsional. Señaló que desde su sector se ha repetido y se sostiene la necesidad de ella.
“Nosotros creemos que la reforma debe ser profunda sobre los principios de la solidaridad y que, fundamentalmente, respete la naturaleza y los fines con la cual fue concebida, es decir, como un derecho humano fundamental”, explicó.
Así, describió diversos desafíos que Uruguay deberá enfrentar a la hora de realizar la reforma. Por un lado, el demográfico, representado en la población cada vez más anciana, edad que continuará aumentando a medida que pase el tiempo.
Por otro, se cuestionó también cómo reaccionará el país frente al mayor grado de desocupación que tienen los jóvenes en relación a los mayores, cómo se atenderá la economía digital y los nuevos riesgos para incorporarla a los sistemas de seguridad social, o qué políticas se desarrollarán para la protección a los emigrantes. Remarcó que todos estos “son desafíos en el marco de un proceso que nosotros tendemos a que vaya mejorando la calidad de vida de la gente”.
Entrando más en detalles, se refirió también a la idea de subir la edad de retiro, punto en el que coincide con la opinión del presidente de República AFAP. Según enfatizó, “solamente cambiando la edad para adquirir los derechos jubilatorios no se resuelve nada”; tildó a este planteo de “facilista” y “sin ningún tipo de estudio previo”.
Amaro no entiende que existan problemas de gestión dentro del BPS, como sí lo hizo Domínguez, lo cual “no descalifica” la posición de su colega. Él opinó que la gestión es “sólida”, con dificultades propias por atender a alrededor de 800.000 ciudadanos -únicamente en el sector de pensiones-, pero que esta no es razón por la cual se deba postergar la reforma.
Por otra parte, el representante de los pasivos sí coincidió con su par en el sector de los empresarios al calificar de “fundamental” al papel que el BPS juegue en esta reforma. “Somos la mano solidaria, austera y dispuesta siempre a acercar esas necesidades sociales que tiene el ciudadano uruguayo”, expresó. Añadió también que las distintas opiniones que cada uno de los directores llevan a la mesa ayudan a discutir y construir políticas en pos de la reforma.
Continuando por esta línea de discusión, Amaro reclamó que las soluciones a esta problemática “podrán darse en un diálogo nacional que hemos reclamado desde siempre y es nuestra función empujar en esa dirección”. En ese diálogo, explicó, deberán estar presentes todos los partidos políticos, todos aquellos que están representados en el Parlamento y el PIT-CNT, “todos aquellos que estemos involucrados en el marco de lo que hace a la seguridad social”, enfatizó.
Por último, Amaro indicó que la polémica que gira en torno a la seguridad social se viene discutiendo hace ya años, donde en cada fin de período de gobierno se promete una reforma para el próximo. En este sentido, pronunció que “si fuera que el próximo gobierno lo va a discutir, bienvenido. Ahora, esa película ya la vi”.
Al igual que Domínguez, sin embargo, manifestó la posibilidad y el interés de que estas cuestiones se empiecen a llevar adelante desde ahora, cuestionándose por qué continuar bajo la ley del ’96, una ley “obsoleta” y “que fracasó” según Amaro, tomándola como punto de partida para no esperar hasta 2020 y empezar a discutir estos temas desde ahora.
Sector Trabajadores
El representante por los trabajadores, Ramón Ruíz Fagúndez, continuó la idea de Amaro, afirmando que es necesaria una reforma del sistema previsional ya que la última “no resolvió los problemas que tenía la seguridad social entonces”.
Así, indicó que desde su sector desarrollaron una propuesta que consiste en tres pilares: uno que él llama “no-contributivo”, el contributivo y de ahorro colectivo.
El primero, explicó Ruíz, “tiene su razón de existir para atender situaciones en determinadas condiciones”. Ejemplificó refiriéndose a personas con discapacidad, personas que están en una situación de vulnerabilidad, personas que están en lo que se llama las pensiones por vejez o adultos mayores que no tienen ningún ingreso. En este sentido, se enfocó en que “no se trata de ningún tipo de requerimiento”, sino de enfrentar más casos particulares.
En segundo lugar, el pilar contributivo -“que debería ser el más importante”- es el que genera las prestaciones de seguridad social a partir del trabajo. Es decir, una persona aporta a la seguridad social durante determinado tiempo y, a determinada edad, va a recibir una jubilación a partir del aporte y del trabajo.
El tercero y último, hace referencia a un pilar administrado por el Estado o empresas que no tengan como fin principal el lucro. “Con esto estamos diciendo un pilar de ahorro que sea sin fines de lucro, que sea público, y que asegure una prestación mínima garantizada”, señaló Ruíz, ya que hoy las AFAP no aseguran una prestación mínima.
Es así que, en base a estos tres pilares, y de la misma manera que lo hizo Amaro, consideró que la reforma de seguridad social tendrá que hacerse a partir del diálogo, donde los distintos actores intercambien información y puntos de vista al respecto.
Pero Ruíz no se quedó solo allí: para él, el diálogo no debe darse de forma aislada. “Por ejemplo, no puede ser que se convoque un diálogo solamente para tratar el tema de la edad. Está mal que se proponga sin diálogo, pero no está bien que se proponga en el marco de un diálogo un solo tema”, sentenció. “Porque decir que la solución a la seguridad social es aumentar la edad es lo mismo que diga yo que la solución es eliminar las AFAP”, comparó, remarcando que se tratan de impactos distintos.
Añadió un punto más a esta idea, expresando que el diálogo debe ser “permanente” para “ir evaluando los sistemas”. “No es un diálogo solamente para hacer la reforma, sino para después ir evaluando cómo va funcionando esa reforma” a lo largo del tiempo. Ruíz opinó que la seguridad social “necesita cambios e ir adaptándose”.
“Que la seguridad social se vaya adaptando a la sociedad y no a la inversa”, concluyó.
La revolución de las máquinas y cómo fiscalizarlas
Consultados respecto al crecimiento de trabajos automatizados y cómo mantener cierta tributación de los mismos, las autoridades del BPS señalaron que no han encontrado un consenso respecto a la solución de este problema.
Por un lado, Domínguez afirmó que es algo que “le preocupa” a los empresarios, pero que no es algo nuevo; su sector lo viene planteando como un problema desde hace diez años, según indicó. Agregó que se tiene que “empezar a trabajar en forma urgente” para solucionar la cuestión sobre su fiscalización, que no será de manera general, sino “al uno por uno” para las distintas plataformas.
Amaro, por su parte, expresó que le genera “los temores que todas las revoluciones industriales y tecnológicas han generado en las sociedades en sus distintas etapas”. En este sentido, observa a estos avances tecnológicos como “el nuevo mundo”, y si bien consideró que no será él quien encuentre la solución a la fiscalización, “sí seremos nosotros y solamente nosotros (los jubilados, los trabajadores, el pueblo uruguayo), con una visión clara y trabajando y movilizándonos si fuera necesario, los que haremos posible que la legislación y las leyes hagan de esas fabulosas ganancias una distribución equitativa o no”, reflexionó.
Por último, Ramón Ruíz reconoció que el problema viene por la misma línea que sus colegas, e indicó que la solución debería ir por un camino similar al planteado por los otros dos. “Aquél que incorpore tecnología para producir más, tiene que haber una manera de que, por esa tecnología, tenga que tributar a la seguridad social”, aunque no especificó cuál sería esta manera.
BPS pide explicaciones a República AFAP
Las declaraciones del presidente de República AFAP, Luis Costa, a CRÓNICAS, respecto a que es necesario incrementar la edad mínima de jubilación y los años de trabajo exigidos, llevaron a que el BPS resolviera pedir explicaciones a la firma de la cual es accionista junto con el Banco República y el Banco de Seguros del Estado.
De acuerdo a lo informado por el diario El País, el Directorio del BPS resolvió por unanimidad «enviar un comunicado a República AFAP, para obtener respuestas de si estas afirmaciones son personales del Sr. Luis Costa o del Directorio de República AFAP».