La Federación Uruguaya de la Salud (FUS) tuvo un 2018 con una larga negociación en los Consejos de Salarios. Fue “la más dura” desde la reinstauración de esta ronda salarial en 2005, según Jorge Bermúdez, secretario general de la Federación. Tras 99 días de conflicto, se pudo llegar a un acuerdo en beneficio de mejoras en cláusulas de género, condiciones laborales y capacitaciones, entre otros.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
El año pasado se llevaron a cabo los Consejos de Salarios más grandes en la historia del Uruguay. Muchos sectores lucharon por una posición más fuerte y marcada en la negociación. Y, como bien había adelantado el secretario general de la FUS, Jorge Bermúdez, en una nota con CRÓNICAS el 12 de enero del año pasado, la salud privada no fue la excepción.
De esta manera, el conflicto del sector duró 99 días. De acuerdo con Bermúdez, a lo largo de ese lapso hubo “movilizaciones multitudinarias, negociaciones, paro con ocupación de todos los entes de trabajo”, e incluso una denuncia pública respecto a que el Ministerio de Salud Pública (MSP) “debería hacer una auditoría”. De hecho, se juntaron firmas para que el ente auditara a las instituciones de asistencia médica colectiva “para saber adónde va la plata que los uruguayos ponen” a través del Fondo Nacional de Salud (Fonasa).
Al respecto, el MSP no emitió respuesta alguna, según comentó el dirigente.
Sin embargo, si bien se vivió una negociación complicada para los trabajadores del sector, Bermúdez señaló que el resultado fue “ampliamente satisfactorio”. Entre los acuerdos y beneficios logrados para la salud privada se encuentran un salario protegido “de cualquier posible disparada inflacionaria que esté fuera del control de lo establecido”, una mejora en los cursos de capacitación a trabajadores online, dos partidas de aumento de salario, y mejoras en condiciones laborales y en cláusulas de género, ya que las mujeres representan el 82% de la fuerza laboral.
Año de capacitación
“Para nosotros es un orgullo” poder reconocer esos logros, admitió el sindicalista. “Y es un orgullo también”, continuó, “decir que la perspectiva de la FUS está centrada en el tema de la capacitación profesional y la formación sindical, dos elementos que hacen que la federación mire el futuro del mundo del trabajo y el de los propios trabajadores de la salud”.
El Instituto de Formación Sindical (IFS), creado por la FUS hace más de tres años, tiene como objetivo “brindar el apoyo técnico a los trabajadores organizados para su mejor desempeño en la acción y en la representación de sus iguales, en el marco de la lucha de clases”, de acuerdo con la página web de la FUS.
Es así que, a partir de marzo, trabajadores de la salud privada podrán completar estudios de nivel secundario para poder ingresar al nivel terciario. En el sector, eso significa que los empleados puedan aspirar, por ejemplo, a realizar la carrera de nurse, cuyo título es universitario.
La FUS lleva adelante esta iniciativa en el marco de un convenio firmado con el Ministerio de Educación en Cultura (MEC), el Inefop y la UTU.
“Estamos parados en un siglo XXI y en un 2019 que están planteando un mundo del trabajo con muchísima complejidad”, donde la tarea de la federación es “prepararse, atender y enfrentar el futuro”, dijo Bermúdez. “Por lo tanto eso para nosotros es un elemento clave”, añadió sobre la posibilidad que les brindan a los empleados del sector.
“Nosotros definimos la creación del IFS pensando en la federación para los próximos diez años”, subrayó el dirigente. Esto forma parte de una “nueva FUS”, expresó, una que apunte a la profesionalización y capacitación, “sin olvidar el papel de la formación sindical como un elemento clave para que el trabajador sepa cuáles son sus derechos”.
“Esa es la expectativa fundamental para la FUS para el año 2019”, finalizó.