Andrés Domingo, director de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara), expresó que desde el organismo “no se conoce” información que permita vincular a las cianobacterias con un riesgo para las personas al ingerir alimentos de mar expuestos a ellas. Sin embargo, detalló que se “iniciará un trabajo” que permita entender “las condiciones en las cuales se encuentran los organismos en relación a la salud”.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
Enero, luego de las incesantes lluvias, finalizó con días de extremo calor y con la presencia de las ya conocidas cianobacterias en las playas de Uruguay. Los pequeños organismos tiñeron de verde las aguas de Montevideo, Canelones y Maldonado, impidiendo el disfrute de quienes querían acudir a la costa para refrescarse.
Sin embargo, si bien son dañinas por el contacto físico con la piel, las toxinas presentes en las cianobacterias no afectarían a la salud de las personas que ingieran pescados u otros alimentos marinos expuestos a este fenómeno. Así lo afirmó Andrés Domingo, director de la Dinara, en diálogo con CRÓNICAS. Según comentó, desde esta unidad “no se conoce” una relación de causalidad entre los “organismos marinos” que habitan en aguas con cianobacterias y que estos causen problemas de salud al ser ingeridos.
De esta manera, Domingo indicó que, al ser un fenómeno “no documentado” y “sin antecedentes”, no se conocen efectos a nivel mundial de daños o perjuicios al ser humano; “o por lo menos no están registrados así, o no se encontraron que fuera por esa causa de consumo de organismos marinos que hayan acumulado toxinas de las cianobacterias”, explicó.
Por tanto, no hay una metodología existente que permita el estudio de estos fenómenos.
Estamos trabajando en ello
A pesar de ello, el director de la unidad organizativa dependiente del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) señaló que se “está analizando a la interna” la posibilidad de comenzar a analizar dichas toxinas.
“Vista la importancia de los eventos, la concertación y la permanencia, estamos ahora ahondando en el tema para ver hasta dónde tenemos que llegar y en qué situación se encuentran estos organismos”, detalló Domingo. Con esta incursión, la Dinara persigue el objetivo de “entender esas redes tróficas y poder asegurar -como hacemos con el tema de las mareas rojas- a la población cuáles son las condiciones en las cuáles se encuentran los organismos en relación a la salud”.
Domingo justificó también que, en relación a las mareas rojas, se trata de dos toxinas distintas “y por lo tanto requieren diferentes análisis, no se realiza con la misma tecnología”.
Asimismo, este trabajo que busca el análisis minucioso del fenómeno de las cianobacterias se da “sobre la base de un problema que vemos que se está generalizando en el país” y en el mundo.
“En términos generales nos preocupa el tema. Creo que es algo que llegó para quedarse, hay que extremar las precauciones y hacia ahí vamos. Tampoco con una alarma infundada, porque no existe, por ahora, ningún elemento que nos permita tener una alarma puesta sobre este tema en el sentido de los perjuicios que pueda haber a través de una cadena de alimentación sobre la base de productos del mar”, finalizó Domingo.
Manéjalo con cuidado
Andrés Domingo dijo que hay un cuidado especial de parte de quienes manipulan los alimentos de mar para prevenir afectaciones en quienes los consuman.
“Hay todo un protocolo higiénico sanitario para el procesamiento en planta y en, producto de una normativa”, apuntó. Además, añadió que “en cada uno de estos procesos hay profesionales que están acreditados ante nosotros”, quienes tienen que cumplir con estos protocolos. A esto se le agrega, además, que la Dinara realiza “inspecciones arbitrariamente” para determinar que estos protocolos se lleven adelante.
“Tenemos cursos y habilitaciones que van dirigidos a quienes trabajan en las descargas de los barcos, en las plantas donde se procesa, en los barcos habilitados. Hay una amplia legislación y regulación al respecto”, remarcó el jerarca.