Legisladores y actores sociales de Argentina, Brasil y Uruguay se reunieron en nuestro país durante el lanzamiento de la Coalición Latinoamericana contra el Fracking por el Agua, Clima y Agricultura Sostenible. En este marco, los parlamentarios nacionalistas Carol Aviaga y Gerardo Amarilla, junto al diputado de Unidad Popular, Eduardo Rubio, expresaron la urgencia de aprobar el proyecto de ley que se encuentra en la Cámara Baja para prohibir el fracking en Uruguay.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
Durante la tarde-noche del 19 de setiembre, se lanzó en el Parlamento la Coalición Latinoamericana contra el Uso del Fracking, que contó con la participación de legisladores y actores sociales de Brasil, Argentina y Uruguay, bajo la organización de la senadora nacionalista Carol Aviaga. Los representantes extranjeros manifestaron su preocupación por los daños ambientales y las pérdidas de puestos laborales causados por la extracción de gas de esquisto del subsuelo mediante la utilización de la fractura hidráulica.
El Acuífero Guaraní es un reservorio natural de agua dulce, de importantes dimensiones, que se extiende por debajo de la superficie de parte de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Se considera como una de las mayores reservas de agua dulce conocidas en el planeta, y se encuentra sobre las capas terrestres donde figura el gas de esquisto.
Es por esto que para la obtención de este hidrocarburo se debe perforar la tierra, utilizando “millones de litros de agua”, mezclados con más de 700 sustancias químicas tóxicas y cancerígenas. Luego de que el agua aflora a la superficie terrestre, un 60% permanece debajo de la tierra, contaminando acuíferos y suelos, según explicó Nicole Olivera líder brasilera de la organización mundial 350 que enfrenta al cambio climático, durante su disertación en el evento.
Actualmente hay tres proyectos relacionados con la regulación de la fractura hidráulica en Uruguay, que se encuentran en la Cámara de Diputados siendo estudiados. Uno de ellos es prohibir el fracking en el país y fue ingresado a la Cámara Baja con la firma de legisladores de todos los partidos políticos. En este sentido, la senadora nacionalista Carol Aviaga, destacó en conversación con CRÓNICAS, que es una de las temáticas que cuenta con el respaldo de parlamentarios de todos los partidos políticos. “Tenemos mucha esperanza de ser el primer país de Latinoamérica que está diciéndole no al fracking”, declaró.
Al mismo tiempo, recordó que los departamentos de Paysandú, Salto, Rocha, Artigas y Tacuarembó legislaron declarándose libres de fracking, mientras que en Lavalleja y Maldonado existen proyectos que están siendo analizados para proceder del mismo modo. Respecto al convenio de Uruguay con Brasil, Argentina y Paraguay, la parlamentaria subrayó que estos países firmaron en 2010 un compromiso para cuidar el acuífero guaraní.
En 2012, Uruguay refrendó este convenio con el Parlamento, votando una ley comprometiéndose a cumplirlo. Si bien Argentina y Brasil continuaron este camino, “se espera que Paraguay haga lo mismo”.
Aviaga dijo que basta mirar la experiencia en distintos lugares para entender que el fracking es una forma “altamente negativa” de extraer gas, por lo que no es apropiado su uso en Uruguay, teniendo en cuenta la riqueza que posee con respecto al agua y la tierra. Añadió los avances que ha tenido el país en materia de energías renovables, por lo que no nota la necesidad de utilizar los métodos de explotación de hidrocarburos, “que está probado que son altamente contaminantes”.
Por su parte, Gerardo Amarilla, presidente de la Cámara de Representantes, expresó durante su participación en el lanzamiento de la coalición que “es fundamental para la seguridad política que queden consagradas en leyes las políticas de defensa de los recursos naturales” por lo que reclama la rápida aprobación de los proyectos que contribuyen a salvaguardar las riquezas del país.
Por otro lado, el diputado Eduardo Rubio, perteneciente a la Unidad Popular, declaró en este evento que “hay abundante material científico” que demuestra lo dañino que es el fracking para el ambiente. Sin embargo, reconoció que se descalifica a aquellos científicos y profesionales que “se atreven a ir contra la corriente”.
Al mismo tiempo, aseveró que él no duda de calificar esta práctica como “criminal” a la hora de evaluar los daños sobre la superficie uruguaya. “Esto nos parece no solo irresponsable, sino criminal, ya no solamente estamos generando los daños que normalmente se generan, sino que estamos atentando contra una reserva de agua gigantesca, que es patrimonio de cuatro países” subrayó.