Claudia Fernández, modelo, vedette, actriz, comunicadora y empresaria
A los siete años descubrió su interés por el arte, sin saber bien de qué se trataba. Más tarde, a los 14, empezó en el modelaje por “casualidad”. Así fue forjando su carrera, que la llevó a triunfar en el exterior. Hoy sigue siendo una de las figuras de canal 10, y también continúa desarrollando su faceta como empresaria. Dice ser una apasionada del disfrute, y le gustan las cosas “simples”. De esa forma, Claudia elige priorizar el tiempo en familia. Aunque se considera feminista, arremete contra las que “se tapan la cara” o “pintan iglesias”, y asegura que ellas no lo son.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
¿Cuándo descubriste que querías dedicarte a lo artístico?
Desde muy chiquita, creo que tenía seis o siete años. Yo iba al Sagrado Corazón de Jesús –un colegio de monjas, en Camino Maldonado, en el barrio de Punta de Rieles, donde me crie- y cada uno tenía que hacer una carpeta con lo que quería hacer de grande. Mi abuela tenía muchísimas revistas Radiolandia y yo recorté unas fotos de Nélida Lobato, que estaba bajando la escalera con un traje de brillos espectacular y plumas, e hice toda la carpeta con eso.
¿Lo que más te atraía era ese mundo de las vedettes, el teatro?
Sí, imaginate que en ese momento no sabía ni qué era… me gustó la foto de Nélida con todo ese brillo, con las plumas, bajando la escalera, y dije “esto que está haciendo esta señora, me gusta”. No sabía que era una vedette que trabajaba en un teatro, no tenía ni idea. En esa época hice ballet, aunque muy poquito tiempo, pero ya todo eso me gustaba; me encantaba patinar por horas y todo ese tipo de cosas. Después, a los 14, de casualidad empecé a trabajar como modelo, a hacer comerciales y catálogos para marcas que ya no existen más. Tenía de compañera a Victoria Zangaro, que para mí era una ídola. Ahí empecé a incursionar en el tema del modelaje.
¿Esa fue tu primera experiencia en los medios?
Sí, los comerciales.
Has estado muchos años en televisión. ¿Cómo la ves actualmente?
Me parece que se ha ido aggiornando porque el público lo fue pidiendo. Yo crecí con una televisión en la que mirábamos canales de aire, nada más; hoy la gente tiene opciones muchísimo más variadas. Hoy son líderes los programas de entretenimientos, es lo que más “pega”. En la época en la que yo hacía “Dale con todo”, la familia esperaba la hora de la cena para mirar tele, y cuando yo era chica se miraba Decalegrón. Después, con el tema del cable, Netflix y todas las opciones que hay hoy, eso se fue perdiendo, y creo que los canales tuvieron que optar por apuntar al entretenimiento, que es lo que sigue reuniendo a las familias.
¿Extrañás Bendita TV después de un año sin salir al aire?
No, la verdad es que no extraño porque fueron muchos domingos de hacer el programa en vivo, y fue como que ahora recuperamos ese día de la semana. Hace poco hablábamos de eso con el Piñe –nos encontramos porque mi hija baila en la academia de su esposa-, y estamos disfrutando los domingos a pleno.
¿Puede volver? En su momento se dijo que no era un cierre, sino que se tomarían un tiempo.
No, seguro que no. Yo creo que Bendita ya cumplió su ciclo, y tanto el Piñe como yo estamos con proyectos propios en el canal.
Justamente, ¿cómo es tu presente laboral? Estás en Escape Perfecto Famosos…
Sí, y estoy con otro proyecto también para el canal, es una coproducción, pero no puedo decir nada. A su vez estoy haciendo para mis redes “Un minuto con Claudia”, con todos los precandidatos.
Ese segmento lo empezó a hacer para su Instagram con famosos como Ruben Rada, Facundo Arana, Natalia Oreiro, Edinson Cavani, Diego Delgrossi, entre otros. Inspirada en “Carpool Karaoke”, una sección del programa estadounidense “The late late show with James Corden”, donde el conductor canta con sus invitados mientras pasean en auto, Claudia comenzó a hacerlo con el objetivo de mantener un diálogo “con humor” con distintas figuras reconocidas.
¿Tenés alguna propuesta para hacer teatro?
No. Estaba con un proyecto de un unipersonal, pero la verdad es que no me dieron ganas de hacer teatro; estoy disfrutando mucho de los fines de semana con mis hijos. Hice teatro ya tanto tiempo que en este momento no tengo ganas de perderme los fines de semana y prefiero disfrutarlos en familia.
“A mí me costó hacer televisión y salir expuesta en un medio donde en ese momento acá en Uruguay no estaban acostumbrados, y fui muy señalada por eso”.
¿Cómo has visto en los últimos años el papel de la mujer en los medios?
A mí siempre se me ha dado mi lugar. De hecho, el único país donde Escape Perfecto lo conduce una mujer es en Uruguay. En la mayoría de los programas de entretenimiento son hombres los conductores, y Escape Perfecto, ya sea en Colombia, Ecuador, Chile, México o Argentina, siempre lo condujo un hombre. En el canal en el que estoy yo, eso nunca lo sentí. Por ejemplo, Blanca Rodríguez está al frente del informativo central, María Inés Obaldía es la dueña de las tardes del canal, Carolina García… es como que la mujer en el medio donde estoy tiene un protagonismo muy importante. Y si vemos hacia otros lados… mirá Mirtha Legrand, con los años que tiene se manda unas entrevistas fabulosas y no tiene pelos en la lengua. Creo que la mujer tiene mucho protagonismo en la televisión, y cada vez más.
¿Qué pensás de la lucha feminista?
Una cosa son las feministas con las cuales estoy eternamente agradecida por la lucha que han hecho durante años, y otra cosa es con lo que yo no me siento identificada, que es eso de taparse la cara, pintar iglesias; esas no son feministas –las que hacen actos de vandalismo-. Me molesta cuando la gente dice “las feministas pintaron la iglesia”, no, no fueron ellas las que pintaron. A las feministas tenemos que agradecerles el voto, la cantidad de derechos que tenemos, el derecho que tenés una vez que sos madre para poder estar con tu hijo. Hay que agradecerles un montón de cosas, entonces me molesta cuando la gente no sabe separar.
Yo me considero una mujer feminista; desde mi lugar siempre busqué por mis propios medios hacer lo que me gusta, luché por mis derechos y fui un poco contra el sistema. A mí me costó hacer televisión y salir expuesta en un medio donde en ese momento acá en Uruguay no estaban acostumbrados, y fui muy señalada por eso. Que hoy haya cambiado la cabeza de muchos no quita que a mí en su momento me lo hicieron notar, por ejemplo, desde programas de radio repudiables como los que estaban a cargo de Cammarota y todo ese “grupete”, que se burlaban de mí porque me abrí el tapado en “Dale con todo”.
“Hay mujeres que son súper fuertes y que parece que se comen el mundo, y sin embargo les da miedo pedir un poco más de plata por un contrato”, dijo a Crónicas Mujer, Alejandra Rossi, directora ejecutiva de Socialab. ¿Ves lo mismo en la televisión?
Sí, a mí me ha pasado. Cuando yo me ocupaba de mis contratos no ganaba lo mismo que gano desde hace unos cuantos años, que otra persona se encarga de manejarme eso y que no tiene ningún tipo de pudor en decir “por este trabajo, el cachet de Claudia es este, y si no, no lo hace, chau”.
El empresario argentino y esposo de la comunicadora, Leonel Delménico, es el encargado de cerrar sus contratos. “En mi caso, que yo soy artista, creo que es lo mejor que me puede pasar, porque a mí me gusta hablar del tema artístico, me gusta saber de qué se va a tratar tal programa o tal publicidad; le quita entusiasmo a todo si yo soy la que tiene que hablar de dinero”, explica. Además, cuenta que hay trabajos que los ha hecho por placer, mientras que otros los hizo porque económicamente le servían. “No me fascinaba ser modelo, pero realmente hacer una publicidad en su momento me redituaba muchísimo más que otro tipo de trabajo, entonces la hacía igual”, agrega.
¿Cómo se dio tu incursión en el mundo empresarial?
Cuando desperté y tomé noción del alcance que tenía fue cuando me reuní con la gente de SISI y me propusieron sacar mi línea de ropa interior. De esto hace ya seis años, y desde ese momento sacamos entre 30.000 y 40.000 prendas todas las temporadas, y se agotan. Ahí fue cuando tomé noción de la llegada y entendí que estaba genial hacerlo con ellos, que tienen un montón de locales en todo el país, que manejan el negocio, y yo me encargo del tema de diseño con su equipo de diseñadores, y de poner la imagen.
¿Has hecho lo mismo para otras marcas?
Exactamente, y me gusta meterme en el tema, opinar sobre los diseños y todas esas cosas.
¿En qué te cambió la maternidad?
Es un antes y un después, es un cachetazo al despertar, algo que disfruto y aprendo a diario y con lo cual me nutro constantemente. Los hijos son como grandes maestros. Me encanta ese rol.
¿Siempre quisiste ser madre?
No, creo que es algo que sentís con otra persona; nunca fue un deseo individual. Yo dije “esta es la persona con la que quiero tener mis hijos”, y disfruto mucho ser mamá. Para mí es un aprendizaje diario y disfruto compartir con ellos, verlos en sus actividades y los juegos que hacen con los amigos.
Tiempo de ayudar
Confiada en la solidaridad de los uruguayos, Claudia intenta, siempre que puede, sumar su “granito de arena”. De hecho, opina que si se dejara el individualismo de lado y todos colaboraran y pusieran de su tiempo para ayudar a otros sin esperar que las soluciones vinieran del gobierno, “todo cambiaría”. Algo que le preocupa muchísimo, admite, es la ley de adopción.
Recientemente, la artista se sumó al grupo “Honrar la vida”, que trabaja en el Pereira Rossell, en el Hospital de la Mujer, con pacientes oncológicas. Tras la semana de Turismo, empezó a darles talleres a esas mujeres, con el objetivo de que tengan una salida laboral desde sus casas. “Muchas se enferman y son el único sustento de la familia, o son madres solteras y los hijos quedan a la deriva porque ellas no pueden llevar la comida a la mesa, y no pueden volver a su trabajo por el estado físico en el que quedan”, afirma. Por ello se dedicará a colaborar en esta causa.
Señas de identidad
Claudia tiene 42 años y está casada con Leonel, con quien tiene dos hijos: Mía, de nueve años, y Renzo, de cinco.
¿Cómo te definís?
Leal, buena persona y solidaria.
¿Cuáles son tus grandes pasiones?
Me gusta muchísimo pintar, que es algo que descubrí hace tres años, también bailar y el agua. Me gusta mucho disfrutar en general, no importa dónde, ya sea un parque, una playa, o sentarme a mirar un lindo atardecer; disfruto muchísimo de todas esas cosas, que por ahí son muy simples.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Leer, hacer gimnasia –entreno muchísimo-. Como te decía, me gusta mucho el agua, o sea que cuando puedo me voy al agua con la tabla.
¿Cuál es tu mayor logro?
En lo personal, la familia maravillosa que componemos nosotros cuatro: Leo, Mía, Renzo y yo. Y en lo profesional, poderme haber hecho de un nombre en este país tan chiquito. Algo que me da muchísimo orgullo es que a los siete años soñaba con ser vedette sin saber lo que era, y hoy estoy en el libro de los 100 años del Maipo como una de las vedettes, en el festejo del centenario junto a Antonio Gasalla.
¿Qué te gustaría concretar este año?
Estamos planificando un viaje para vacaciones de julio, nos vamos con la familia a Barcelona y Palma de Mallorca. Algo que me gusta mucho es poder viajar con ellos también, nos gusta mucho a los cuatro.
¿Tenés pensado algún proyecto a largo plazo?
Siempre tengo cosas en mente, nunca estoy sin proyectos en la cabeza, pero no los comento hasta que salen. Lo mismo que me pasó con Stravaganza: se enteró todo el mundo cuando ya hacía tres meses que yo estaba yendo a ensayar a Buenos Aires y ya tenía el contrato firmado; no suelo contar los proyectos antes.