Argentina padeció una nueva semana de alta volatilidad y de caída de su moneda, a raíz de los resultados de las elecciones del pasado domingo. Expertos consultados por CRÓNICAS, esperan “un escenario muy adverso en términos de volatilidad cambiaria e inestabilidad nominal en los próximos meses”. En cuanto a Uruguay, valoraron que el golpe se sentirá mayormente en el turismo y las exportaciones a ese país, pero en el canal financiero no se esperan impactos significativos.
Por Ricardo Delgado | @ricardo_dl e Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
La crisis económica y financiera en Argentina le pasó factura al gobierno de Mauricio Macri en su búsqueda de ser reelecto. El mensaje de los argentinos fue claro y se reflejó en el resultado de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) con el aplastante triunfo de la oposición en fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández.
La contundencia del golpe trajo inmediatas repercusiones en los mercados financieros y la plaza cambiaria porteña.
Antes de la apertura ya se sabía que el dólar iba a saltar alto. El lunes las acciones argentinas se desplomaron en hasta un 60% mientras que el dólar superó rápidamente la barrera de los 50 pesos argentinos. El viernes previo a la elección, el optimismo de un buen resultado oficialista había hecho que el billete verde cerrara en 45,31 pesos.
Pero la escalada no terminó ahí, sino que prosiguió los días siguientes, y alcanzó el máximo valor el día miércoles cuando superó los 60 y cerró en 60,08 pesos argentinos.
Por otra parte, en un indicador que recuerda vivamente a la crisis del 2001, el riesgo país se disparó y llegó a superar los 1,900 puntos básicos: el segundo más alto del mundo, sólo por detrás de Venezuela.
Tras unas primeras declaraciones que le trajeron duras críticas, Macri volvió a hablar públicamente el miércoles donde pidió disculpas y anunció una serie de medidas para intentar contener la inflación y “llevar alivio a 17 millones de personas y sus familias”, así como a las pequeñas y medianas empresas. Algunas de ellas fueron el congelamiento del precio de los combustibles por 90 días, el aumento del piso del Impuesto a las Ganancias un 20% y el incremento del salario mínimo.
Ayer se vivió una jornada de relativa calma y el peso argentino registró un leve repunte respecto al cierre del miércoles, cerrando a 57,25 unidades por dólar. Aún así, existe una gran incertidumbre sobre el futuro económico de Argentina y a cómo esta coyuntura puede impactar en Uruguay.
A reestructurar
“Evidentemente” el cimbronazo de las elecciones primarias “va a tener repercusiones sobre la economía real”, analizó Hernán Bonilla, director ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo. Los aumentos del tipo de cambio y caída de los precios de las acciones tendrán consecuencias sobre los productos, el nivel de empleo, y el nivel de inflación
Los economistas Santiago Rego y Paula Arias de CPA Ferrere subrayaron que los resultados implican “una consolidación del riesgo político en Argentina”. En este sentido, si bien la incertidumbre política se venía manifestando en los últimos meses, la amplia victoria de la oposición tomó por sorpresa al mercado y la acentuó. “Es dable esperar que se configure un escenario muy adverso en términos de volatilidad cambiaria e inestabilidad nominal en los próximos meses”.
Pensando en 2020, señalaron que “la evolución de la economía estará condicionada por la capacidad del próximo gobierno de acordar una reestructura de la deuda -que será necesaria- de forma ordenada”.
Para Bonilla “sería muy importante” que Alberto Fernández “diera tranquilidad (…) y que diga que Argentina va a cumplir con sus compromisos, que se van a pagar las deudas, que se van a pagar los intereses”.
Atento al golpe
La situación argentina ya impactó en Uruguay. El golpe más claro fue el valor del dólar, que subió y obligó al Banco Central a intervenir fuertemente (ver nota página 15).
Para Bonilla, el país está financieramente preparado para evitar el impacto adverso de los mercados financieros. “El sistema financiero uruguayo está sólido, el gobierno uruguayo tiene reservas, hay suficiente liquidez; por ese lado no va a haber problemas”, opinó. Sin embargo, evaluó que obliga a “estar más atentos” a tratar de resolver la situación de incremento del déficit fiscal y del nivel de deuda “lo antes posible”.
Rego y Arias subrayaron que “el principal impacto en Uruguay ocurre a través del canal de exportaciones de turismo” por la reducción del flujo de turistas. Los “otros canales se encuentran más ‘cerrados’ en relación a episodios anteriores”. “No hay riesgo de tener efectos similares a los de 2001-2002 en materia bancaria” mientras que “en lo que refiere al comercio de bienes, la exposición de Uruguay a Argentina es mucho menor que en el pasado”, subrayaron.
Desde la Unión de Exportadores, Teresa Aishemberg sostuvo que aún no pueden opinar sobre cómo puede impactar, pero sí reconoció que la diferencia en el tipo de cambio “no nos ayuda”. En ese sentido, dijo que desde el sector quieren que las exportaciones hacia Argentina “retomen dinamismo”, y que les “vaya bien”, ya que es una forma de atraer inversiones a la zona, y es algo que potencia la actividad.
Por otro lado, Juan Martínez, presidente de la Cámara de Turismo, comentó que “esto fue coyuntural” pero “se va a acomodar ahora a mediano plazo”.
El problema más grande en Argentina, según Martínez, no está en la diferencia de precios. A su entender, está en que “la gente realmente pueda disponer de tiempo y dinero para poder dedicar al entretenimiento y pueda salir de vacaciones pensando una vez más en Uruguay”.