El Índice de Impacto de Influencers Económicos medirá la repercusión que generen 100 expertos uruguayos en materia económica en base a sus publicaciones en la red social Twitter. De acuerdo con Ignacio Munyo, Business Consultant de Grant Thornton -organización que publica el informe-, “está diseñado para cuantificar el efecto de la percepción de la realidad económica generada en las redes sociales”.
Grant Thornton, organización de asesoría en auditoría, impuestos y consultoría independientes, presentó un nuevo indicador: el Índice de Impacto de Influencers Económicos (I3E).
Diego Licio, Partner & Head of Advisory de Grant Thornton definió a los influencers como “expertos en determinadas áreas” que opinan, en este caso, en Twitter. En el evento de presentación, indicó que ellos “decodifican información” respecto al ámbito económico, e introducen información nueva “que llega a todos los seguidores para que entiendan mejor qué es lo que está pasando”.
De esta manera, explicó que el índice busca medir el efecto que los influencers pueden llegar a causar en los seguidores de las redes sociales.
Habla el pajarito
Para elaborar el I3E, un equipo de economistas del Grant Thornton seleccionó a 100 personas que influyeran en materia económica a través de Twitter.
Sin embargo, no serán siempre las mismas personas; “se va a definir un período, tal vez un par de meses, de revisión de la ponderación de los influencers”, para ver si “aparecen algunos que amerita ingresar a la lista”, explicó Ignacio Munyo, Business Consultant de Grant Thornton.
A su vez, para elegir a esas 100 personas, el equipo se basó en los seguidores y el “engagement” -promedio de likes y retweets– de cada uno.
Por otro lado, leyeron más de 1.000 tweets para extraer 162 palabras clave asociadas a la economía. Dichos conceptos incluyen “PIB”, “recesión”, o “inflación”, ejemplificó Munyo. El experto señaló que las palabras clave fueron utilizadas como filtro para identificar tweets que aplican desde el 1º de noviembre del año pasado hasta la semana pasada.
Una vez que se filtraron esos tweets, se categorizaron aquellos que tuvieron “un impacto directo o indirecto sobre la economía uruguaya”. En total, fueron analizados 166.234 tweets. Cada uno fue asignado un valor que va del -3 (muy negativo) al +3 (muy positivo) en función del impacto que generó sobre sus lectores.
La compañía de datos Idatha fue quien hizo el algoritmo necesario para automatizar el proceso, una vez que la fase manual fue terminada. Dicha startup, a su vez, “ayuda a empresas y particulares a recolectar, organizar y explorar los datos para tomar decisiones más inteligentes”, según su sitio web.
Al otro lado de la pantalla
El índice ha tenido una evolución que ronda entre negativo y neutro desde noviembre hasta la fecha. Este resultado “no debería llamar la atención”, según Munyo, ya que “va en línea con indicadores duros de la economía uruguaya”.
De esta manera, el dato cerrado al domingo 18 marcó una “caída fuerte”, posicionándose en -0,71. Esto es debido al resultado de las elecciones primarias en Argentina, y a la suba del dólar, de acuerdo con el experto.
El I3E será una publicación semanal -todos los lunes, recabando los datos desde el lunes al domingo previo-. Así, la realidad del índice es el impacto que los influencers generan al interpretar el contexto económico nacional o global; por ende, lo que mide el índice es cómo transmiten esa información: si están generando optimismo, pesimismo o neutralidad.
En este sentido, Licio dijo a CRÓNICAS que lo que motivó la realización del informe fue “vocación por innovar y por generar nuevas herramientas” para entender mejor la economía de Uruguay. Asimismo, este instrumento busca hacer un seguimiento de la economía “más corto en el tiempo, con un índice que va indicando el optimismo o pesimismo de la economía muy seguido”, añadió.
Si bien la evolución histórica nunca arrojó datos por encima del rango neutro, el especialista mantiene las esperanzas de que esto sea posible. Para Licio, la negatividad -o neutralidad- con respecto a la economía se debe al momento que hace “difícil” pasar a un nivel positivo.
“Pero si tuviéramos esta herramienta y estuviéramos en el año 2008 seguro estaría dando positivo. Es una cuestión de coyuntura”, finalizó Licio.