En el primer trimestre de 2019, la inversión extranjera directa (IED) llegó a US$ 110 millones, señalan los datos recogidos por el instituto Uruguay XXI, y, de hecho, los últimos datos disponibles al respecto, publicados por el Banco Central del Uruguay (BCU) muestran una mejora a los años anteriores. Días atrás empresas chinas de los rubros tecnología y automotriz presentaron interés en invertir en Uruguay.
En diálogo con CRÓNICAS, Antonio Carámbula, director ejecutivo de Uruguay XXI hizo referencia a un marco favorable para la inversión y el buen desempeño económico, que ha impulsado a que Uruguay se consolide en los últimos años como un destino confiable para los inversores extranjeros.
“Entre 2007 y 2017, se ha posicionado como uno de los principales receptores de IED en la región con un 4,1% del PIB. La evolución del stock de IED demuestra que Uruguay es un buen país para hacer negocios. El stock de IED pasó de representar un 6% del PIB en la década de 1990 a 47% en la última década. Por su parte, los flujos de IED han mostrado un gran dinamismo, jugando un rol relevante en el crecimiento económico del país. Entre 2008-2018 representaron un incremento anual de 3,5% del PIB en promedio”, apuntó.
Pero, además, desde Uruguay XXI señalan que la IED es un motor para el crecimiento con inclusión al que aspira nuestro país, así como también para la innovación, dado que permite la incorporación de tecnología que favorezcan los procesos productivos, como en el sector agrícola o forestal. “La generación del empleo, el desarrollo de cadenas de proveedores y sectores asociados, es una de las variables de la IED, sobre todo, para un pequeño país como Uruguay”, refirió Carámbula.
Asimismo, agregó que la IED impulsa el desarrollo de infraestructura y de las exportaciones. En este último caso, el ejecutivo destacó que los principales servicios brindados desde Uruguay destacan los servicios creativos, financieros, las tecnologías de la información y telecomunicación, empresariales y trading.
Remarcó que, “más allá de los vaivenes de corto y mediano plazo”, Uruguay continuará siendo un destino atractivo para la inversión en la medida en que se mantengan las reglas de juego claras, la estabilidad macroeconómica, la apertura financiera y comercial, el régimen de inversión atractivo, la infraestructura adecuada y el capital humano calificado.
Consultado sobre las principales iniciativas de IED por fuera de UPM2, el ejecutivo señaló a Uruguay como destino de reconocidas empresas multinacionales, tales como Tata Consultancy Services, Sabre y EGS. Mencionó, a la vez, la presencia en los últimos años de marcas como Jack Jones, Only, Best Seller, Pandora, Cafeterías Juan Valdez y Starbucks, Farma Global, o la expansión de Falabella, Lojas Renner, H&M, Bas o Montagne.
Asociado al movimiento de mercaderías y sus ventajas como proveedor de servicios, Uruguay se posiciona como una localización sumamente atractiva para el desarrollo de actividades logísticas. “Estas ventajas, sumadas al régimen de puertos libres son aprovechadas por las empresas que han decidido centralizar sus operaciones logísticas en nuestro país, eligiendo a Uruguay como su Centro de Distribución Regional”, comentó.
Pero, para el ejecutivo, esto no es casual. En este sentido, hizo mención a las ventajas en la operativa logística que brinda el marco normativo uruguayo, así como también en incentivos importantes para la instalación de centros de distribución regional y para el manejo de la mercadería en tránsito.
Mencionó, también, que tanto el gobierno como los actores privados han realizado importantes inversiones en el sector, que entre 2010 y 2015 totalizan más de US$ 7.000 millones. Esto significa que el país invirtió más del 3% del PIB anualmente en infraestructura energética.
En tanto, desde Uruguay XXI indicaron que resulta fundamental la aplicación de una política proactiva y articulada de promoción, como herramienta para presentar al mundo las oportunidades que ofrece Uruguay tanto desde el punto de vista de promoción de exportaciones, como la atracción de inversiones, cuidando el clima de negocios y el impulso de la marca país.
Dentro de los agronegocios, el sector de alimentos y toda la cadena forestal madera, son sectores priorizados, como también el impulso del plan nacional de infraestructura en estos años. “Pero además, venimos trabajando hace años sobre hojas de ruta en atracción de inversiones en servicios corporativos, en ciencias de la vida, arquitectura o ingeniería, y TICs”, agregó.