Aunque la economía estadounidense sigue creciendo a una tasa “moderada” y el mercado laboral sigue sólido, los riesgos presentes en la economía mundial así como la debilidad de la inversión y las exportaciones, llevaron a la Fed a recortar por segunda vez en el año la tasa de interés de referencia. La decisión estuvo dividida y el organismo no fue claro respecto al rumbo que adoptará en futuras reuniones.
La Reserva Federal (Fed) estadounidense volvió a recortar su tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, la segunda baja en lo que va del año, en una decisión que era ampliamente esperada por los mercados. De esta forma, el Banco Central busca apuntalar el crecimiento económico ante los riesgos que enfrenta la mayor economía mundial. Sin embargo, es sabido que no hay unanimidad al interior de la entidad respecto al rumbo que debe tomar el organismo y en ese sentido, ofreció señales contrapuestas sobre cuál puede ser su curso.
La Fed también amplió el diferencial entre el interés que paga a los bancos por su exceso de reservas y la parte superior de su rango de tasa de política monetaria, una medida para suavizar los problemas en los mercados monetarios de una intervención de mercado de la Fed de Nueva York esta semana.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), que establece la política monetaria de la Fed, afirmó que su decisión de recortar la tasa de interés de referencia a un rango de entre 1,75% y 2%, por siete votos contra tres, responde a los riesgos en el mundo y la debilidad de la inversión y las exportaciones. Aunque afirma que la economía de Estados Unidos continúa creciendo a una tasa “moderada” y el mercado laboral “sigue sólido”, la Fed dijo en su comunicado que estaba recortando las tasas “a la luz de las implicaciones de los desarrollos globales para el panorama económico, así como las inexistentes presiones inflacionarias”.
Con el crecimiento continuo y la fuerte contratación como “los resultados más probables”, la Fed, sin embargo, mencionó “incertidumbres” sobre las perspectivas y se comprometió a “actuar según corresponda” para mantener la expansión.
Nuevas proyecciones mostraron que los funcionarios esperan que las tasas se mantengan dentro del nuevo rango durante 2020. Sin embargo, en una señal de disenso, siete de 17 funcionarios pronosticaron un recorte más en 2019. Otros cinco, en cambio, creen que se necesita un alza de los tipos antes del final del año.
No obstante, hubo pocos cambios en las proyecciones para la economía. La mediana de las previsiones apunta a un crecimiento de un 2,2%, ligeramente más alto, y una tasa de desempleo de 3,7% hasta 2020. Los miembros de la Fed prevén que la inflación sea del 1,5% en el año, menos que su meta del 2%, antes de subir a un 1,9% el próximo año.
El recorte de tasas no cumple con la reducción más agresiva de los costos de los préstamos que el presidente Donald Trump había exigido a los funcionarios del banco, a quienes ha tratado de “tontos” y a los que ha acusado de poner en peligro la recuperación económica.