La ministra de Educación y Cultura se refirió, en diálogo con CRÓNICAS, al proyecto enviado al Parlamento sobre la creación de un Ministerio de Cultura. De acuerdo a la jerarca, dicho ente no aumentaría el gasto público, ya que el proyecto prevé “una reestructura importante de la actividad cultural del país”.
– ¿Por qué el gobierno decidió impulsar la creación del Ministerio de Cultura?
– En realidad es un proyecto que se viene trabajando desde hace mucho tiempo, incluso ha estado la idea desde el gobierno anterior. Está planteado en el programa de gobierno del Frente Amplio (FA) para este quinquenio y, en su elaboración, contó con la participación de muchos actores, tanto de la cultura como del sistema político en su conjunto.
Todo el proyecto comenzó con un grupo de trabajo que, en primera instancia, fue liderado por el senador Marcos Carámbula. Hizo participar a todos los actores del sistema político nacional con representación en el Parlamento y, después, se elaboró el articulado con la participación de la Academia y de actores de la cultura que están citados en la exposición de motivos.
Es un proyecto que no solamente crea un Ministerio, sino que consagra derechos culturales para los habitantes del país de una manera novedosa y que, además, incluye las capacidades que el país tiene para el desarrollo integral de la cultura como su accesibilidad a internet, que también se pone como un derecho para los ciudadanos.
Es una ley moderna, innovadora, y esperamos que tenga un tratamiento en el Parlamento luego de que la comisión general lo entienda conveniente.
– ¿Qué funciones le serían designadas al nuevo Ministerio?
– Todas las funciones que tienen que ver con la ciudadanía cultural y el desarrollo de la infraestructura cultural en el país sobre la que se ha trabajado mucho. Los derechos del ciudadano a la cultura y los derechos de los actores de la cultura, que también se reafirman en la ley.
– La creación de este nuevo Ministerio de Cultura, ¿no aumentaría el gasto del Estado?
– Bueno, en realidad no aumentaría el gasto del Estado en la medida de que el Estado hoy mantiene tres directores en el Sodre, que es un organismo que ya no tiene ni las radios ni la televisión y esos dos cargos podrían ser asignados al Ministerio. La otra alternativa es que se comparta el Ministerio, incorporando otros Ministerios que tienen relación con la cultura como es el de Turismo, o la Secretaría de Deporte; o sea que se integre a organismos ya existentes.
La Dirección Nacional de Cultura (DNC) es una unidad ejecutora con el mismo nivel que el resto de las unidades ejecutoras que tendrían que estar en ese Ministerio u organismo superior en jerarquía para abarcar a esas unidades ejecutoras.
El nivel de la DNC debe estar por encima -o sea, un Ministerio- o integrar el desarrollo superior a las unidades ejecutoras que deberían estar contempladas en una reestructura importante de lo que es la actividad cultural del país.
Además, estamos muy satisfechos con lo que se ha podido hacer en este quinquenio al apoyar la infraestructura en el interior del país, apoyar el desarrollo de actividades culturales a lo largo y ancho de todo el país. Se ha hecho una actividad muy intensa, y creemos que necesita una mejora en la estructura organizativa.
– Entonces el proyecto presentado para la creación prevé una reestructura que no aumente el gasto.
– Exacto.
En realidad la cultura, en todos los presupuestos, siempre es una actividad en la que uno diría es necesario invertir más porque tiene pocos recursos. Por eso se dice que es la cenicienta de los presupuestos públicos.
Pero, de todas maneras, no está pensado aumentar el gasto, sino que se piensa en constituir derechos para la ciudadanía y tener una estructura organizativa más acorde a la realidad del siglo XXI.
– ¿Espera que el proyecto sea aprobado en el Parlamento?
– Por lo menos creo que un gran avance es que sea discutido.