INEFOP, a través de Uruguay Certifica, brindó una charla informativa para los Comités Sectoriales de Empleo y Formación Profesional. Al explicar los procesos de certificación, se resaltaron los beneficios para ambos actores sociales, los cuales incluyen mejores condiciones de empleabilidad para trabajadores, y mejora de competitividad para las empresas.
Uruguay Certifica convocó a los integrantes de los Comités Sectoriales de Empleo y Formación Profesional. Así, el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP) explicó a trabajadores y empresarios cómo funciona su Comisión Nacional de Certificación de Competencias Ocupacionales.
Dichas certificaciones buscan reconocer, de manera pública y formal, la capacidad laboral de una persona demostrada en base a la evaluación de sus competencias asociadas a un perfil ocupacional. Es decir, registran los conocimientos, habilidades y actitudes de los trabajadores independientemente de la forma en que los hayan adquirido.
Proceso y beneficios
La certificación ocupacional se realiza en clave sectorial a partir de las demandas recogidas en los espacios de negociación colectiva, tanto tripartitos como bipartitos.
En este sentido, quienes muestren una demanda por la certificación, deben enviar una nota a Uruguay Certifica. Ella incluye, entre otros datos, el sector productivo y los perfiles ocupacionales a certificar -por ejemplo, sector turístico, perfil de mozo-.
Una vez enviada la nota, la demanda pasa a manos de Uruguay Certifica, la cual define si se avanza o no en base a la información dada. En caso positivo, se da inicio al proceso de certificación.
Como primer paso, los actores sociales difunden a través de sus canales de comunicación que va a dar comienzo una certificación.
A continuación, se da un asesoramiento. Todas las personas que crean tener el perfil requerido se acercan a un Centro Técnico de Empleo y reciben información de primera mano por un técnico orientador. Allí se les explica en qué consiste la certificación, le pide que muestre las evidencias, y se completa un informe de elegibilidad.
Si el informe es favorable, pasa a una nómina de personas a certificar; en caso contrario, se lo deriva a otro servicio que tenga el centro técnico -un curso o capacitación-.
En tercer lugar, la persona es derivada a un evaluador experto en el perfil, quien se encarga de buscar evidencias para poder decir si la persona cumple con el perfil o no. A través de métodos como entrevistas y trabajo de campo, evalúa un informe final.
Ese documento es derivado a un comité de certificación para validar la competencia de la persona. Si se califica como competente, pasa directo a certificación, y si no, se le da un curso de tutorías hasta que vuelva a la certificación.
De esta manera, los beneficios para los trabajadores son conocer sus fortalezas en el desempeño laboral, así como sus posibilidades de desarrollo y profesionalización. Además, aumenta su movilidad laboral y mejora sus condiciones de empleabilidad.
Pero también se destacan beneficios para las empresas: una mejora en la competitividad. Esto es, a través de la garantía de trabajadores más calificados, así como un sector con señales de mejora y mayor calidad en los equipos de trabajo.