El planteo que hace el diputado colorado es que si la inclusión financiera es tan buena, no debería ser obligatoria. Es por esto que hace dos meses presentó un proyecto de ley con el objetivo de derogar la obligatoriedad para que los ciudadanos puedan elegir formar parte o no de la inclusión. Después de las elecciones espera poder debatir el tema en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
La iniciativa legislativa elaborada por el representante del Partido Colorado, Conrado Rodríguez, tiene como fin convertir a la inclusión financiera en voluntaria, por entender que la misma ha implicado un cercenamiento de la libertad de la gente.
De acuerdo con el diputado, lo más notorio es lo que sucede el Interior del país, donde la ley ha generado dificultades para los trabajadores. Al respecto, expresó a CRÓNICAS que hay una cantidad considerable de localidades que están muy alejadas de los puntos de extracción de dinero físico, y eso ha provocado complicaciones porque cuando no funcionan los cajeros o no se les repone efectivo, la gente no puede acceder a los servicios financieros.
En la misma línea, aseguró que la mayoría de la población sigue excluida del sistema financiero, por lo cual no se logró el objetivo que el gobierno se había planteado. “En el caso del Interior es muy claro, pero también en Montevideo hay quienes solamente se mueven dentro del sistema a la hora del pago de las asignaciones familiares o de la prestación del Mides, pero no para otro tipo de servicios, no para poder emprender o mejorar su situación”, lamentó.
El legislador considera que aparte de que la actual administración no ha logrado su fin con esta normativa, tampoco se han obtenido los resultados esperados. Entre ellos, un aumento de la seguridad por la disminución del uso de efectivo, y la posibilidad de tener estímulos que beneficien a los uruguayos, como el mejor financiamiento para las micro, pequeñas y medianas empresas.
Acerca de la percepción que tiene la gente en relación a la Ley de Inclusión Financiera, Rodríguez opinó que la gran mayoría siente que para lo único que sirvió fue para que el gobierno pudiera recaudar más impuestos y para que pudiera ser un “gran hermano” que observa todo lo que hace el individuo, inmiscuyéndose en la esfera de su libertad comercial y de empleo. De hecho, subrayó que la norma “se hizo para recaudar más y no para beneficiar a las personas”.
Dijo también que todavía existen muchos ciudadanos que trabajan en el mercado informal y, por tanto, que no pasan por el sistema financiero, lo que demuestra que la ley no fue suficiente para resolver ese problema.
Por todas estas razones, el parlamentario entiende que si la inclusión financiera es tan buena, debería ser voluntaria, para que quienes se vean beneficiados puedan estar incluidos y, quienes no, sigan utilizando los medios tradicionales de pago. Es por esto, justamente, que propone la derogación de la obligatoriedad.
Los pasos a seguir
El proyecto de ley, presentado en julio, ingresó en el orden del día de la Comisión de Hacienda. A pesar de que el 15 de setiembre comenzó el receso parlamentario, las comisiones están habilitadas para seguir funcionando. Rodríguez espera que se pueda tratar esta iniciativa en la próxima sesión de la comisión, que probablemente tenga lugar después de la elección de octubre. Asimismo, pretende que el Ministerio de Economía comparezca en ese ámbito para debatir sobre la posibilidad de la derogación de la obligatoriedad.
De todas formas, si en este período legislativo no se alcanza un acuerdo, el texto normativo “es un buen antecedente para abrir la discusión en el próximo gobierno, con mayorías totalmente diferentes de las que tenemos actualmente”, explicó.
El colorado está confiado en que no va a ganar el Frente Amplio, pero, de todos modos, sostuvo que si eso llegara a suceder, lo hará sin mayoría parlamentaria, que la tendrán quienes hoy conforman la oposición. Por tanto, aspira a que en ese marco se abra un diálogo entre todas las fuerzas para llegar a una definición con respecto a este tema. En general, la iniciativa fue bien recibida por el resto de los partidos opositores.