En el marco del pasado Día del Hidrógeno, conmemorado el martes 8 de octubre, Ancap planteó sus miras respecto a incorporación de esta energía renovable, y de qué manera nuestro país se encamina al uso extensivo de la misma a través de Verne, un proyecto piloto de producción de hidrógeno verde.
El crecimiento de la población, los estándares de vida, la producción industrial y el transporte de personas y cargas, ha supuesto -y continuará haciéndolo- un aumento exponencial del consumo energía en todos los sectores: generación eléctrica, transporte e industria.
El 8 de octubre fue elegido como Día del Hidrógeno, con el objetivo de crear conciencia de una tecnología de energía limpia que puede contribuir a la descarbonización en el sector del transporte. En la actualidad en todo el mundo hay más de 300.000 celdas de combustible estacionarias que ofrecen energía, y 12.000 autos circulando con celdas de hidrógeno.
En Uruguay, Ancap, UTE Y MIEM impulsan el proyecto Verne, un piloto de producción de hidrógeno verde que implicaría su uso en ómnibus interurbanos de pasajeros y camiones de transporte carretero de carga.
La política energética de Estado de Uruguay logró alcanzar, en pocos años, que casi el 100% de la energía eléctrica provenga de fuentes renovables, minimizando el costo de abastecimiento de la demanda, proporcionando estabilidad de costos, independencia energética y ahorro de divisas, así como la reducción de las emisiones de CO2, contribuyendo a la mitigación del cambio climático.
En continuación a este logro, a través del MIEM y las empresas públicas Ancap y UTE, el país está fuertemente enfocado en la descarbonización del sector del transporte, que representa el 28% del consumo final de energía, el 70% del petróleo importado y el 64% de las emisiones de CO2.
En el subsector trasporte liviano y corta distancia y la electrificación mediante baterías ha avanzado. Existen flotas de camionetas y taxis en operación y próximamente entrarán ómnibus urbanos. Uruguay tiene, además, la primera ruta eléctrica en América Latina que se está ampliando para abarcar todo el país.
El subsector transporte pesado y larga distancia, donde la electrificación vía celdas de combustible a hidrógeno es más adecuada, representa el 4% del total de vehículos y el 36% de las emisiones de CO2 del sector transporte, siendo este el foco del proyecto Verne.
La generación eléctrica, casi 100% de fuente renovable, permite producir hidrógeno mediante electrólisis de agua en un proceso con cero emisiones, que se conoce como hidrógeno verde, una condición privilegiada que muy pocos países poseen.
Al igual que sucedió con la generación eléctrica, la electrificación del transporte vía baterías de hidrógeno proporcionará estabilidad de costos a este sector estratégico de la economía, mayor independencia energética y ahorro de divisas, y reducción de las emisiones de CO2 contribuyendo a la mitigación del cambio climático.
El proyecto Verne
Verne es un proyecto piloto de producción de hidrógeno verde y su uso en ómnibus interurbanos de pasajeros y camiones de transporte carretero de carga. Sus principales componentes son una instalación de producción y carga de hidrógeno verde ubicada en Montevideo, compuesta de un electrolizador, almacenamiento, compresión y un surtidor.
Verne tiene como objetivos desarrollar un ecosistema inicial de producción y uso de hidrógeno verde en ómnibus interurbanos de pasajeros y camiones de transporte carretero de carga. Además de servir como base para identificar barreras y lagunas en todas las dimensiones -técnicas, normativas, regulatorias, comerciales, capital humano, concienciación pública, entre otras-.
Por otra parte, contribuye a desarrollar una hoja de ruta nacional del hidrógeno para alcanzar un mercado potencial de 3.600 autobuses interurbanos y 20.000 camiones de transporte carretero, además de otras aplicaciones como la producción de metanol, la inyección de hidrógeno a la red de gas directamente o mediante metano sintético e, incluso, la exportación de hidrógeno verde.