Nunca es tarde para que las personas se encuentren a sí mismas y comiencen a transitar el camino de lo que verdaderamente les gusta. Podría sonar como una frase del inicio de un taller sobre orientación vocacional, pero no lo es. Las palabras del principio representan la vida de Fabián Gesto, un analista en sistemas de 45 años que, casi sin darse cuenta, implantó en el país la elaboración de unos de los chocolates más exclusivos y artísticos del mercado.
El proyecto, que lleva su nombre, se trata de una chocolatería en la que se ofrecen bocados artísticos donde se cuida cada detalle, y el responsable de elaborar cada uno de ellos, sin excepción, es Fabián.
Siempre fue amante de la cocina, y a juicio de quienes lo rodeaban era un cocinero para admirar. Si bien únicamente elaboraba productos para su familia o en eventos, como cumpleaños de allegados, el hecho de que en 2016 se haya topado con un instituto de gastronomía a pocas cuadras de su hogar fue una señal ineludible de que debía formarse.
“Quienes probaban lo que cocinaba siempre me insistían para que inicie algún emprendimiento culinario. Pero soy muy meticuloso, y no quería hacerlo sin antes estudiar”, contó. Lo hizo durante un año en la academia, y dentro de ese período tuvo la oportunidad de hacer un taller en Punta del Este con un chocolatero argentino. “Allí quedé cautivado completamente por la elaboración de bombones de vanguardia, pintados con diferentes técnicas. Terminé la carrera de pastelero y me empecé a especializar en chocolatería”, dijo sobre sus comienzos.
Esto lo llevó a irse capacitando cada vez más en el mundo del chocolate. Comenzó con el hobby de realizar bombones pintados en 2017, y las propias personas de su núcleo lo llevaron a que pudiera exhibir sus productos. Fabián creó una página en Facebook e Instagram junto a su esposa Susana -quien gestiona las redes y los asuntos administrativos-, y una cosa llevó a la otra, de tal modo que hace un año empezaron a darle más fuerza al proyecto y abrirse al mercado.
Lo que comenzó como un pasatiempo hoy es un emprendimiento familiar que no se agota. Susana comentó que anteriormente ella se empleaba en una empresa que se fue del país, de manera que se quedó sin trabajo. “Eso llevó a que cada vez me involucre más con el emprendimiento y lo veamos como la oportunidad de poder hacer algo juntos”, reveló. Ninguno de los dos viene de familias emprendedoras, y es esto lo que les da una visión mucho más creativa y menos acotada de cómo manejarse comercialmente.
El producto estrella que ofrece Fabián Gesto son los bombones de chocolate belga que poseen una estética artística. Además de la línea de tabletas de 80 gramos con una moldería moderna piramidal, así como los mendiants, que no se limitan a los clásicos con frutos secos. En fechas especiales elaboran otros productos, como huevos de pascuas o trufas, por ejemplo, que siguen la misma estética de los bombones.
Los entrevistados indicaron que los productos tienen mucha aceptación y eso lo toman como la señal de que van por buen camino. “Las personas vuelven, las empresas me llaman muchas veces por eventos diferentes, las agencias de publicidad también. El día de mañana quiero dejar mi trabajo y dedicarme exclusivamente a este proyecto, quiero tener un local para que se vea físicamente el producto y hacia eso es que nos gustaría ir”, relató Fabián.
El gran diferencial de los productos es, sin duda, el arte y el cuidado de cada detalle de las piezas. En lo que refiere a materia prima, en Uruguay no hay demasiada variedad, entonces la base que utiliza es el mejor chocolate belga que llega al país y prácticamente el único. “Ponemos mucho cuidado en cada detalle, desde el empaque, cada autoadhesivo, la cinta con las que hacemos moñas, pasando por el arte de los bombones pintados, y creo que ese es el diferencial”, dijo el empresario.
Además, la formulación de los rellenos es elaborada por Fabián. No utiliza rellenos pre hechos o mezclas ya elaboradas, sino que busca balancear los ingredientes. Se preocupa por la seguridad, que la formulación sea apta para el consumo, con materia prima de primera calidad, y hace cálculos de recetas que sean agradables en boca, con durabilidad razonable para el consumidor teniendo en cuenta que no poseen conservantes.
“Siempre vas aprendiendo nuevas cosas del chocolate. Es un producto que no es sencillo de trabajar, y hay que hacerlo bien y respetar sus tiempos. Cuando me llaman y me piden cosas de un día para otro, si no tengo stock en ese momento, me veo obligado a decir que no puedo, porque por más que acelere los tiempos, no quiero perder el proceso productivo del producto”, resaltó. Es por esto que desde el emprendimiento solicitan los pedidos con una semana de anticipación de ser posible.
Los emprendedores afirmaron que el camino del proyecto es placentero y que el chocolate cada vez les da más satisfacciones, por su versatilidad y por ser un producto muy fácil de vender, tomando en cuento además que saben perfectamente lo que están vendiendo debido a su relación prácticamente íntima con cada producto. “Hoy el chocolate nos llena de orgullo”, aseguró el matrimonio.
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WEB: fabiangestochocolates.com.uy
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