Alejandro Ruibal, director de Saceem
La capa física donde se apoya la matriz productiva es el canal por los que transitan los actores de la cadena logística. El trabajo de Saceem, en ese sentido, habla por sí solo. Los proyectos actuales y las ideas a presentar frente al nuevo gobierno vaticinan mejoras a nivel nacional.
En una entrevista para Empresas & Negocios hace un par de años, indicó que no había que esperar a que el Estado resuelva todo, sino presentarle al gobierno ideas novedosas e iniciativas. ¿Cuáles serían las ideas a presentar en el próximo período de gobierno?
Lo ratifico porque es la forma que tengo de pensar. Creo que los privados tenemos que estar desafiando y ser emprendedores, aunque entiendo que es verdad que el Estado también debe generar los ámbitos, escenarios e instrumentos para poder entrar al mercado. A veces no es tan fácil o no hay tanta confianza en la relación del Estado con el empresario privado, y creo que eso hay que trabajarlo más para sacar lo mejor.
Nosotros presentamos la iniciativa privada para todos los accesos del Puerto de Montevideo. Fue un proyecto que llegó para dar soluciones y hoy en día ya está en construcción. También presentamos otra, que es la del túnel de Av. Italia, la cual terminó en una licitación que no ganamos pero la idea fue pensada por Saceem.
Ahora llega un nuevo gobierno y no quiero anunciar por la prensa las cosas que aún no he dialogado con ellos, pero hay proyectos y oportunidades de inversión en infraestructura que me gustaría ver con las nuevas autoridades para saber cuáles son sus prioridades y ofrecerles algunas ideas.
¿Cuáles son las necesidades y desafíos actuales en cuanto a inversión e infraestructura?
Todo lo que es infraestructura es lo que soporta la economía del país, así como las prestaciones sociales y el turismo. Si hablamos en general de rutas, puertos, vías férreas, podemos decir que son la capa física donde se apoya toda la matriz productiva. Los desafíos que tenemos es todo lo que sea inversión en nuevos muelles, mejor calado de los puertos, más área portuaria y mejoras en la eficiencia de los puertos también. Uruguay es, claramente, un país exportador y esa infraestructura ayuda en la cadena logística.
Entran en juego todas las obras de accesibilidad de los puertos, como son los accesos, más los distintos modos de llegar: ferroviario, fluvial y el vial. En este último ya se han hecho unas cuantas inversiones, pero hay espacio para hacer más. En lo fluvial hay que dragar o, eventualmente, mejorar la navegabilidad del Río Uruguay para captar cargas.
En lo que refiere a lo ferroviario, ahora, con el proyecto de UPM 2, viene a romper la inercia y a generar un cambio del modo. Creo que será un antes y un después, porque no solo se utilizará más ese ramal (UPM utilizará el 50% de la capacidad), sino que posiblemente aparecerán nuevos; tal vez no tan importantes, pero le darán una oportunidad al sistema ferroviario.
Otro capítulo que considero de relevancia es la inversión en infraestructura urbana. Creo que Montevideo está llamada a un nuevo sistema de transporte que habrá que pensarlo muy bien en conjunto con las compañías del rubro, pero estimo que ahí es donde hay que hacer una gran inversión.
¿Cómo observa el sector desde el punto de vista de la cultura del trabajo?
Hoy en día estamos muy conformes con el nivel de producción de nuestra compañía. Siempre apostamos a mejorarla, porque solo mejorando la productividad es como mejoramos todos: el empresario, el trabajador, el país en su conjunto. Creo que es una batalla que hay que darla de manera permanente, porque estamos en competencia y el nombre clave es productividad. Necesitamos que todo lo que se invierta en el sector rinda más, entonces al inversor le van a cerrar mejor las cuentas, podremos tener precios más competitivos haciendo que a las empresas les vaya mejor, así como a los trabajadores porque se generará más actividad.
La clave es la productividad. La cultura del trabajo se refiere también a que no haya una conflictividad excesiva. Apelo a pensar en el bien de todos, a cuidar las fuentes de empleo, ya que el trabajo sustentable es cada vez más difícil de conseguir y me parece que entre todos tenemos que protegernos, y la manera es hacerlo cada uno desde su lugar.
El empresario sin trabajadores no tiene empresa, y el trabajador sin empresa no tiene trabajo, por eso somos socios. La clave está en buscar nuevos convenios donde se generen garantías para los dos lados, herramientas productivas que, considero, se logran trabajando enfocadas en cada obra y no tanto en una productividad genérica de la industria. Necesitamos la eficiencia llevada al terreno, a la cancha, a la cuadrilla, es decir, a lo tangible.
¿Qué evaluación hace del 2019 en materia de facturación y cómo vislumbra el futuro en ese sentido?
La actividad del 2019 es buena, un poco por encima de lo que fue el 2018, con márgenes apretados porque la construcción se vio resentida y para mantener el nivel de actividad a veces hay que resignar rentabilidad. Pero hemos invertido mucho en PPP para generarnos actividad para adelante, y esa decisión estratégica es lo que nos ha implicado tener contratos que nos dan un panorama de actividad interesante para los dos próximos años, de la mano de ferrocarril, PPP educativas y algún otro tipo de proyectos.
¿Cuáles son específicamente esos proyectos en los que se está trabajando actualmente?
Estamos trabajando en el proyecto del Ferrocarril Central, como parte del Grupo Vía Central; en el viaducto de los accesos a Montevideo; en la Unidad Agroalimentaria; en el World Trade Center Free Zone; en la ampliación del Shopping Nuevocentro. Al mismo tiempo, estamos con muchos puentes en el Norte del país. Acabamos de entregar una serie de puentes en la Ruta 30; en ese sentido siempre tenemos una muy buena actividad. Por otra parte, nos encontramos empezando la obra del Puerto de Punta Carretas. Se trata de un puerto deportivo que cambiará mucho el paisaje de la costa, ya que es un lugar que estaba desaprovechado y creo que ahora tendrá un uso muy bueno.
Seguimos trabajando en el sector de las líneas de alta tensión, tenemos algunos proyectos en ese sentido, y también en el sector de saneamiento. Es decir que, en general, estamos cubriendo el abanico con algunos proyectos grandes y medianos, como lo es, por ejemplo, el de tanques y cañerías para Ancap.
En busca de la forma correcta
Para el empresario, Uruguay en este momento necesita buscar “la forma de seguir invirtiendo en el país”. Indicó que se habla mucho sobre ajustes y entiende que hay que cuidar los ratios, pero que es necesario buscar los mecanismos para que la inversión llegue, ya sea desde el exterior o de manera interna, tanto para obras o para radicar actividades productivas.
Sostuvo, además, que no hay que resignarse a ninguna herramienta. Entre los mecanismos nombró a las obras públicas que dependerán de los dineros públicos y de la caja que pueda tener el Estado, pero también presentó las PPP, “que son herramientas para valorar y que se ha avanzado mucho en ellas marcando una curva de aprendizaje desde las dos partes”. Pero, afirma, hay que buscar nuevos proyectos.
Por otra parte, indicó que existe el rubro de concesiones y que puede ser aplicado a varias áreas, no solo a carreteras sino también en puertos, en energía, en los residuos y en distintos rubros donde en el mundo “se generan concesiones porque el privado es más eficiente invirtiendo”.
Ruibal aseguró que hay que ser eficiente para invertir, porque es al usuario final a quien le repercute en las tarifas y servicios. Para el ejecutivo de Saceem, las tres herramientas son válidas: la obra pública en la justa medida, así como las PPP y las concesiones. “El arte está en conjugarlas bien y generar que se pueda invertir en infraestructura, porque a partir de ella se desarrolla la matriz productiva y, por ende, la economía”, reflexionó.