Gustavo Quartino, Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU)
El año 2020 comenzará con incertidumbres de cara al cambio de gobierno nacional, el estado de la región y la situación mundial. En consecuencia, el mercado automotor busca mantener su nivel más que incrementarlo.
¿Cuáles son las expectativas que tiene para el sector en 2020, teniendo en cuenta, no solo el cambio de administración de gobierno, sino también la desaceleración regional y mundial de la economía?
Con los datos cerrados a noviembre pasado, todo indica que el presente ejercicio 2019 terminará con una caída del mercado total –automóviles, más utilitarios livianos, camiones y ómnibus- del orden del 10% en relación a 2018. Esto completará tres años corridos de caída de mercado, período en el cual se redujeron las ventas en más de 15.000 unidades. Lamentablemente, no es algo sorprendente, ya que esta situación se preveía desde hace muchos meses.
Como lo indica la propia pregunta, 2020 es un año que se iniciará con varias incertidumbres a nivel nacional, regional y mundial, las cuales llevan a no alentar hoy una rápida recuperación de la plaza automotriz, que tuvo su máxima expresión en 2013. De hecho, las expectativas de nuestros asociados y sus marcas representadas, son continuar trabajando para lograr mantener el nivel operativo actual, más que a incrementarlo.
Los guarismos disponibles en materia macroeconómica, laboral y de poder adquisitivo de la sociedad nos enfrentan a un panorama de dudas que nos exige ser conservadores en el diagnóstico. Las acciones que los nuevos gobiernos recién elegidos en el Mercosur pongan en práctica en los meses venideros condicionarán la segunda mitad del próximo año -no en vano de ese mercado común provienen más del 60% de los modelos que se ofertan localmente-, y recién entonces podremos avizorar si hemos alcanzado un piso y se puede iniciar la necesaria recuperación.
¿Cuáles son los desafíos que tiene por delante el sector automotriz, y cuáles son los asuntos que más preocupan a ACAU?
Como todos los sectores tecnológicos, el automotor vive en permanente evolución. Los principales desafíos pasan por adecuarse a las nuevas tendencias mundiales, dentro de las cuales los cambios de matriz energética, la conectividad y, un poco más adelante en el tiempo, la autoconducción, nos van agregando exigencias en materia de renovación de la paleta de productos, y con ello mayores inversiones en infraestructura, personal, capacitación y herramientas comerciales.
Todo esto en un marco de competencia profesional y abierta, debido a la presencia activa en plaza de decenas de marcas automotrices de los cinco continentes. Los asuntos que más preocupan a nuestra asociación son continuar con la adecuación de las legislaciones nacionales y departamentales a este proceso de cambio –algo en lo cual trabajamos permanentemente– con el objetivo de seguir estableciendo reglas claras, consensuadas entre todos los actores y duraderas en el tiempo, que brinden la necesaria seguridad jurídica al comercio automotor.
Felizmente, y desde la misma creación de ACAU, esto ha sido posible gracias a la amplia participación que las autoridades nacionales nos han otorgado, lo que ha permitido aportar la experiencia que disponemos en dicha materia. Una nueva administración comenzará en breve, y como no puede ser de otra manera nos encontrará disponibles para contribuir en el perfeccionamiento de las regulaciones específicas.
¿Cuáles son los planteos que ACAU le haría al próximo gobierno?
No son nuevos, sino consistentes con lo que hemos venido planteando sistemáticamente desde nuestros orígenes. De hecho, en anteriores oportunidades en que nos hemos expresado a través de éste y otros medios de difusión, nuestra postura ha sido muy similar a lo que ahora expresamos. Uno de ellos y, para hablar de lo principal, es analizar las medidas necesarias a implementar, que permitan la renovación del parque automotor más antiguo. Si hablamos de la evolución tecnológica del sector, no podemos soslayar que circulan por nuestras rutas, avenidas y calles unidades con varias decenas de años que ya superaron una vida útil razonable.
Lo hemos dicho más de una vez. No parece lógico legislar exigiendo cada vez más elementos de seguridad activa y pasiva en los vehículos a importar y optimizar las normas de emisiones, si al mismo tiempo coexisten productos que ya no son nada amigables con el medio ambiente, las vías de circulación y la propia seguridad de los ciudadanos.
Lo segundo es la necesaria racionalización de la matriz impositiva que grava al mercado automotor. Se ha podido hacer para favorecer el desarrollo de la movilidad eléctrica por ejemplo. ¿Por qué no estudiarlo a más amplia escala para agrandar la base de aplicabilidad, manteniendo la recaudación tan necesaria para el Estado y favoreciendo la modernización del parque?
¿Qué ideas se plantean desde la asociación para dinamizar el mercado automotriz?
ACAU es una Asociación de Representantes de Marcas sin fines de lucro, que brega por el bien común de sus integrantes. No desarrollamos actividades comerciales, ya que la política y creatividad en dicha materia queda circunscripta a cada empresa en función de sus características y capacidades, segmentos en los que operan, directivas de sus matrices, etc. El propio hecho de sugerir acciones generales legislativas –como las indicadas en las anteriores respuestas– persigue por si mismo ser un elemento dinamizador de nuestra actividad.