En diálogo con CRÓNICAS, el presidente de la Camtur, Juan Martínez, señaló que la situación es “delicada”, y que “es razonable” que la actividad “esté por debajo de lo que fue el año pasado”. Además, en relación al impuesto del 30% de Argentina, opinó que es la medida “más dura” que ha tomado un gobierno contra Uruguay en cuanto a turismo.
Las expectativas de cara a la próxima temporada turística –que representa una de las principales fuentes de ingresos para el país- no son prósperas.
Debido en gran parte a la situación regional, y principalmente a la de Argentina, la proyección de turistas que pueden llegar a Uruguay es menor a la del año pasado. A esto se le suma, además, el hecho de que tras su asunción, el nuevo presidente argentino, Alberto Fernández, impuso un impuesto de 30% para las compras realizadas fuera del país, incluyendo alquileres.
El titular de la Cámara de Turismo (Camtur), Juan Martínez, mostró preocupación por cómo se vislumbra la temporada. En diálogo con CRÓNICAS, indicó que se espera una baja del 20% en la actividad, y opinó que la medida adoptada por el gobierno de Fernández es “brutal” y “la más dura que ha tomado un gobierno contra Uruguay en cuanto a turismo”.
Nos quedamos
Si bien Martínez prefirió no estimar un porcentaje de ocupación para estos días, sí señaló que hasta el 15 de enero “la cosa va a andar bastante bien”. Luego de la primera quincena, “el panorama está bastante complicada, con muy pocas señales de reservas por ahora”.
En este sentido, proyectó una ocupación de alrededor del 35% para la segunda quincena de enero, y en esos niveles se estancaría para lo que resta del verano.
Así, indicó que se trata de una “situación delicada” y que “es razonable” que la actividad “esté por debajo de lo que fue el año pasado”.
Sin embargo, comentó que la gente reserva más sobre la fecha, por lo que “juega mucho el turismo interno” y lo que pueda pasar en relación a los turistas argentinos. “Es decir, todavía estamos muy expectantes y hay gran incertidumbre en todos los destinos claramente”.
Un empujón
Al ser consultado sobre qué medidas pueden tomar los comercios y hoteles para hacer frente a la situación y atraer más turistas, el presidente de la Camtur se refirió a los problemas que tiene Uruguay y que atentan contra la actividad.
“El país tiene costos operativos muy altos”, apuntó. La hotelería, ejemplificó, es un servicio cuyos costos más relevantes son la mano de obra, la energía y los combustibles, todos factores que “están hoy a valores importantes”.
Eso, puntualizó, repercute en los costos generales de cada comercio. A su vez, señaló que aunque las empresas socias de la Camtur bajen las tarifas para poder acompañar la situación económica regional, si la ocupación es baja, entonces los ingresos caen, aumentan los gastos y las rentabilidades dan a la baja. “Acá el interés es tratar de mantener las empresas vivas y mantener las fuentes de empleo”, especificó, ya que los empresarios capacitan e invierten en los recursos humanos, factor fundamental para la actividad turística.
Por lo tanto, Martínez recalcó que no hay mucho más margen del que ya se ha dado.
“Por eso creemos que la situación es más delicada, porque no hay mucho más para tirar del lado privado”, reflexionó.
Al respecto, insistió en que la Camtur ha estado en permanente diálogo con el gobierno en busca de medidas que reviertan la situación.
Se ha hablado, según profundizó el empresario, de ajustar los tipos de cambio a la realidad para que pueda ser más competitivo a la región. Hizo alusión, también, a los beneficios fiscales que da el gobierno, los que, a su parecer, más que beneficios deberían ser una obligación.
“Por ser una exportación de servicios debería estar exonerado de IVA siempre”, explicó. Por esto, para Martínez, no debería ser una renuncia, sino que es una medida que debería estar en forma permanente.
En esta línea, insistió en que se tendría que buscar otros beneficios para incentivar el turismo interno, que es importantísimo para el sector y para muchos destinos en particular. Propuso, por ejemplo, bajar el precio de combustibles o peajes, o no cobrar el IVA en alojamiento durante la temporada de verano.
“Creo que hay un montón de medidas para tomar que las hemos planteado, pero el gobierno no se ha mostrado proclive a llevarlas a cabo”. Según Martínez, el argumento de parte de la administración es que este tipo de medidas afectaría la macroeconomía.
Vienen del norte
Desde hace algunos años, el turismo proveniente de Brasil adquiere cada vez más relevancia. En el primer bimestre de 2019 llegaron al país 90.000 brasileros. Así, Martínez estimó que el año cerrará con alrededor de los 500.000 turistas provenientes del gigante sudamericano.
En tanto, señaló que en el 2020 “hay que trabajar duramente” porque, quizás, para el verano esa cifra tal vez no aumente, sino que se mantenga. El desafío, entonces, está en trabajar para sumar visitantes de ese destino, con el potencial de crecimiento que tiene debido a su población.