Las agencias calificadoras DBRS y R&I mantuvieron la calificación crediticia de Uruguay, y ésta última además mejoró la perspectiva de estable a positiva, lo que fue calificado por el ministro de Economía, Danilo Astori, como un “hecho histórico”. R&I destaca que el riesgo fiscal “se mantiene bajo control”, aunque advierte que mantener una posición fiscal sólida será esencial para la estabilidad de la economía.
Primero la agencia de riesgo crediticio canadiense DBRS y más recientemente la japonesa R&I ratificaron el “investment grade”, o grado inversor, para la deuda uruguaya, lo que representa una buena noticia tanto para el gobierno saliente, como para el entrante. Además, si bien DBRS mantuvo la perspectiva en estable, en el caso de la agencia japonesa se mejoró la perspectiva de estable a positiva. Esto fue señalado por el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, como un “hecho histórico”, ya que “por primera vez una consultora que ubica al país en el segundo escalón por encima del grado inversor, eleva, además, su perspectiva”.
A través de un comunicado divulgado el pasado miércoles, la agencia R&I explica que la decisión de mantener la calificación y mejorar la perspectiva, está sustentada en el nivel de actividad de la economía local y en las perspectivas favorables que incluyen la instalación de la segunda planta de celulosa de la empresa UPM.
El comunicado de R&I señala que “la economía probablemente se recuperará en el mediano plazo, con un gran proyecto de inversión programado para comenzar a usar capital nacional y extranjero” y agrega que “aunque se espera que la cuenta corriente entre en déficit, es poco probable que sea un factor desestabilizador significativo”.
También se destacan positivamente el acceso al mercado financiero con tasas de interés muy bajas y a recursos contingentes de organismos multilaterales de crédito, lo cual otorga tranquilidad “en cuanto al cumplimiento de todas las obligaciones financieras con el exterior”.
En declaraciones divulgadas por la Secretaría de Comunicación Institucional de Presidencia, Astori explicó que Uruguay paga intereses muy bajos para un país emergente, al ubicarse en 3,8% para las obligaciones emitidas en moneda nacional reajustable y en 5 % por los títulos en dólares. “Son tasas de interés que solo puede pagar un país con riesgo financiero muy bajo, que muestra mucha confianza y credibilidad, fortalezas que Uruguay ha generado”, señaló. El jerarca también destaca el perfil de la deuda local, como la alta proporción de deuda nominada en moneda local, lo que contribuye a reducir los riesgos financieros.
Respecto al riesgo fiscal, la agencia japonesa sostiene que “se mantiene bajo control” debido a la “prudente gestión de la deuda”. “Incluso si la cuenta corriente vuelve al déficit, R&I no cree que el déficit se convierta en un factor desestabilizador significativo, siempre que sea causado principalmente por un aumento de las importaciones relacionadas con la inversión extranjera directa”, destaca el comunicado.
Aún así, advierte que “mantener una posición fiscal sólida es esencial para la estabilidad de la economía de Uruguay, que es pequeña y está expuesta a cambios en el entorno externo”. “El punto central es si la nueva administración, que asumirá el cargo en marzo de 2020, podrá implementar la reforma de pensiones y otras iniciativas y, por lo tanto, controlar los gastos estructurales”, concluye el comunicado.
Bajos riesgos
Por su parte, la agencia calificadora canadiense DBRS ratificó con la nota “BBB” con tendencia estable a la deuda en moneda nacional y extranjera, debido a los “bajos riesgos macroeconómicos” que presenta Uruguay y a la buena calidad de las instituciones públicas.
“El entorno político se caracteriza por instituciones públicas de alta calidad, bajos niveles de corrupción y previsible política macroeconómica, todo lo cual constituye una fuente importante de fortaleza crediticia», señaló la calificadora en un comunicado.
DBRS espera que la actividad del país se acelere en 2020 y 2021 gracias a la «gran inversión» de UPM, así como un mayor gasto en proyectos de infraestructura. También se destaca que el país cuenta con amplias reservas y valora positivamente la “gestión conservadora” de la deuda pública.
No obstante, se advierten varios temas que deberá atender el futuro gobierno. En particular, el “desafío clave” será reducir el elevado déficit fiscal. A propósito, señala que la próxima administración buscará endurecer la política fiscal, así como proceder a concretar una reforma de la seguridad social, lo que “podría mejorar significativamente las perspectivas de finanzas públicas”. “Sin embargo, implementar la agenda de reformas podría ser un desafío político”, señala.
DBRS advierte que si el resultado fiscal se sigue deteriorando la calificación se vería presionada a la baja.