El nivel de precios en la economía uruguaya aumentó 2,09% durante el primer mes del año, cifra menor a la registrada en enero de 2019, lo que llevó a una leve baja del dato anualizado, que cerró en 8,71%. Sin embargo, este resultado estuvo incidido por la decisión del gobierno de no ajustar las tarifas durante el mes de enero, como lo venía haciendo en años anteriores. El Cinve destaca en su informe mensual que la inflación tendencial se mostró estable en enero.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) aumentó en enero un 2,09%, cifra inferior a la registrada en igual mes de 2019 (2,17%), lo que hizo descender levemente el dato anualizado a 8,71%, según la información publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Pese a la leve baja de la inflación anual, cabe recordar que en esta oportunidad no se realizaron los ajustes a las tarifas públicas que el gobierno solía implementar los primeros de enero de cada año, lo que en definitiva incide sobre el dato global del IPC.
De acuerdo al análisis de los datos del INE que realiza mensualmente el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), el dato de inflación estuvo en línea con su proyección puntual (2.15%), pero notoriamente por encima de la mediana de las expectativas de la encuesta del Banco Central del Uruguay (+1,64%).
Mirando el fondo
El informe del Cinve detalla que la inflación tendencial, o subyacente se mostró estable durante el primer mes del año. La inflación tendencial se obtiene al excluir del análisis la evolución de los precios de los rubros más volátiles, así como algunos cuyos precios son administrados por el Estado, por lo que brinda información más estable y fiel a las dinámicas de fondo del sistema de precios. “Es particularmente importante tener en cuenta este indicador en el mes de enero, puesto que está depurado de los vaivenes inducidos por el plan UTE Premia y otros planes de la misma empresa. Si se la mide a través de este componente, la inflación mensual se ubicó en 1,19%, dando lugar a variación de apenas 0,02 pp. de la inflación tendencial interanual, que ahora se sitúa en el 8,06%”, detalla el Cinve en su análisis.
Por su parte, la inflación residual (construida a partir de los rubros excluidos del componente tendencial) fue del 4,65% en términos mensuales y del 10,51% en términos interanuales.
Dentro de la inflación tendencial, se observó un comportamiento contrapuesto entre la inflación transable (precios de bienes y servicios que se comercializan con el exterior) y la no transable, ya que mientras la primera aumenta, la segunda registró un descenso. La inflación transable aumentó 0,23 pp. en términos interanuales durante el mes de enero, en tanto la no transable cayó en 0,39 pp. Sin embargo, esta última estuvo presionada a la baja por la ausencia de aumentos tarifarios en OSE y Antel, y por la caída de la inflación interanual de las frutas y verduras, rubros sumamente volátiles.
Por su parte, la inflación interanual transable fue impulsada al alza por los precios de la electricidad, pese a la ausencia de aumentos de tarifas en enero, puesto que la inflación interanual de este rubro pasó de registrar un valor del -13,77% en diciembre (porque la combinación del UTE Premia y los tres planes adicionales de UTE en la última parte del año implicó un descuento mucho mayor al ofrecido por UTE Premia en diciembre de 2018) a ser prácticamente nula.
Si se toman solamente rubros que pertenecen al componente tendencial, se encuentra que la inflación transable cayó en 0,41 pp. en términos interanuales, mientras su contraparte no transable aumentó en 0,35 pp.
A modo de conclusión, el Cinve señala que sus proyecciones puedan registrar un descenso. “Los últimos datos de IPC dan lugar a pensar que la proyección para 2020 será corregida a la baja debido a la inflación residual, aunque la característica volatilidad de este indicador pone en duda la estabilidad de este cambio de perspectiva”, concluye el informe.