A LA OPINIÓN PÚBLICA:
Por Carlos Delfino (*)
Desde la Confederación Empresarial del Uruguay (CEDU), manifestamos que las empresas Pymes del interior del país estamos pasando por una situación crítica, no es nueva, es la misma situación multicausal que venimos manifestando desde hace mucho tiempo, pero nos duele comunicar que nos hemos quedado sin tiempo. Justo ahora que tenemos las esperanzas renovadas por la asunción de un nuevo gobierno, el cual nos ha escuchado con más atención que el gobierno saliente y estamos esperanzados en que va hacer lo posible por mejorar la situación actual. Pero las Pymes ya no tenemos resto para esperar, “el mientras tanto” el nuevo gobierno asuma y las condiciones mejoren todo va a llevar un tiempo prudencial, y lamentablemente ya no lo tenemos
Hemos llegado a esta situación por la cantidad de reglamentaciones y decretos que de forma arbitraria y obligatoria nos han impuesto, como la bancarización, la facturación electrónica, la rigidez laboral que no permite poder acordar en momentos de crisis con nuestros empleados condiciones favorables para las dos partes con el fin de mantener las fuentes de trabajo.
La cantidad de trámites y trabajos que se nos han impuesto para poder llevar nuestros negocios. Sería sumamente beneficiosos tratar de simplificar y desburocratizar los trámites, habilitaciones, permisos, certificaciones, etc., tanto nacionales como departamentales, que hace a la pyme tener que destinar no sólo mucho dinero sino algo mucho más valioso ‘el tiempo’, cuando muchos de ellos se superponen y hoy con la tecnología que existe parecen innecesarios y que se justifican muchas veces con el solo objetivo de mantener puestos estatales y departamentales.
La inseguridad que ha crecido a niveles insospechados, lo cual nos trae aparejado más costos para nuestros negocios (vidrios blindex, cámaras de seguridad, rejas, personal extra, empresas de seguridad, etc.) que al parecer no dan los resultados deseados, amén de estar nosotros en la primera línea de fuego, dato que es comprobable solo con ver las estadísticas de comerciantes agredidos y lamentablemente fallecidos en los últimos tiempos.
La posición dominante de las grandes superficies cada vez es más fuerte y no solo por la posible asociación anunciada del grupo Tienda Inglesa con Devoto, Geant y Disco, sino con todas las anteriores como (Tata y Multiahorro) (Geant y Devoto) (Geant ,Devoto y Disco) Farmashop, etc., etc. por nombrar las más grandes , que traen aparejado el cierre de pequeños comercios y proveedores ante las grandes diferencias de compra y sus condiciones, como así también de las ventas provocando la ruptura de la trama social actual.
Si bien se ha anunciado por parte del nuevo gobierno medidas en cuanto a la formación de empresas que mejoran las condiciones para los nuevos emprendedores, y que estamos en total sintonía, y el anuncio de que no sea obligatoria la bancarización, que dará libertad de elegir cómo cobrar o pagar, lo cual va traer como consecuencia el movimiento de más dinero en los comercios, lo que influye en la vida del pequeño comercio de barrio, el cual no le es posible cumplir con todos los requisitos actuales como para tener medios de pagos electrónicos y no es que no quieran, es que los costos que recaen en el comercio son insostenibles para muchas de las pymes.
Queda por resolver justamente las condiciones de los medios de pagos, que hoy son beneficiosos para los sellos emisores de tarjetas, bancos y grandes superficies y no para las pymes, incluye también las promociones y los descuentos que hoy estamos imposibilitados de realizar a nuestros clientes.
El contrabando es un flagelo que nos afecta desde siempre, pero últimamente con las condiciones de los países vecinos se ha agravado muy significativamente llegando al punto que con Argentina es casi imposible cualquier intento de lograr una paridad en los precios. Hace años desde CEDU hemos trabajado mucho el tema de Políticas de Fronteras, realizando estudios de precios y el comportamiento de los mismos durante el tiempo en los distintos países, y realizamos un proyecto de políticas de fronteras que podría ser aplicado, el cual hasta ahora el único que nos ha dado un aliciente que se concrete, es el nuevo gobierno. Sabemos que no es fácil y requiere dialogo y compromiso de todas las partes, pero estamos esperanzados en que se tenga en cuenta, porque la situación de los comerciantes de las ciudades fronterizas es casi inviable que se mantengan funcionando si no hay un cambio en tal sentido.
A esto hay que agregar la implementación a partir de noviembre de este año del Decreto 127/014 del Servicio de Prevención y Salud en el Trabajo que implica que los comercios con más de 5 personas en planilla tengan que contar con un servicio de médico de salud ocupacional y un Técnico Prevencionista que intervendrán en forma semestral a costo del pequeño empresario, comerciante, industrial, agropecuario, etc. porque no hay distinción de actividades.
Todo esto antes relatado hace que día a día se cierren lamentablemente las pymes por los altos costos de funcionamiento que hacen inviable los emprendimientos; ya no se trata de rentabilidad sino de viabilidad de los mismos. Esto trae como consecuencia que la informalidad esté aumentando significativamente en todo el país y en especial en el interior, porque a todo esto hay que agregarle la centralización en la capital del funcionamiento del Estado, por eso la descentralización se hace imprescindible para lograr la equidad en el funcionamiento y costos para todos. Porque lo que se decía “si pagamos todos pagamos menos” se ha convertido en “cada vez somos menos los que pagamos por todo”.
Ante esta realidad cada uno de nosotros es genuino, diferente e inimitable y debemos fortalecer y potenciar todas y cada una de nuestras características que nos definen como pequeña empresa personalizada y reafirmarlas para poder seguir adelante, que no es fácil, lo sabemos, pero… ¿Cuándo lo fue para nosotros?
(*) Presidente de CEDU
