Los nativos digitales serán la primera generación que llegará a las oficinas habiendo nacido junto a internet y la computadora. Sus influencias en el mercado ya se comenzaron a notar, incrementando las ventas online y realizando cambios en la economía. Los trabajos del futuro obligan a Uruguay a comenzar a tomar cartas en el asunto.
Por Anahí Acevedo @PapovAnahi
Son 1.837,2 millones de personas en el planeta. Tienen entre 20 y 35 años y son responsables del 32% de la fuerza laboral del mundo. En Latinoamérica representan al 30% de la población total y su participación en la economía se vio reflejado en la actividad productiva mundial, la que según la base de datos de Naciones Unidas, mueve más de US$ 36 billones por concepto de comercio exterior. Son los llamados Millennials, el futuro del planeta y la primera generación nativa digital que llegará a los negocios.
Un estudio realizado por Manpower denominado “Las carreras de los Millennials: visión 2020” arrojó que estos jóvenes “trabajan tan duro o más que otras generaciones y por más tiempo”.
El mismo informe señala que el 31% de los consultados espera retirarse entre los 60 y 64 años de edad, el 17% entre los 65 y 69 años, el 14% entre los 50 y 54 años y el 8% “trabajará hasta que se muera”. Sin embargo, más del 80% “prevé tomar recesos de más de cuatro semanas a lo largo del camino”.
Para ellos, la seguridad laboral “es fundamental”. El 91% indicó que la misma es una prioridad a la hora de interesarse por un trabajo. De esta forma, el 32% indicó que la seguridad laboral es poseer “habilidades de trabajo que encajen con las necesidades del mercado”, el 26% lo definió como “mantener un estándar de vida”, el 16% como “tener seguridad en los ingresos”, mientras que el 15% expresó que es tener “un buen trabajo por largo tiempo”, el 6% “contar con beneficios al ser despedido” y el 5% tener contactos que ayuden a encontrar empleo.
Cautos
En agosto de 2014 la compañía holandesa-estadounidense Nielsen realizó un estudio que sostenía que entre el 49% y el 59% de los millennials suelen evaluar productos en línea, y el 63% realiza transacciones de artículos vistos, de los que, poco más de la mitad, habían sido observados a través de un dispositivo móvil.
Influenciadores del mercado
Por primera vez en la historia, las compras online superaron a las offline, según señala una encuesta realizada a mediados de este año en Estados Unidos, llevada a cabo por la compañía de investigación de marketing en internet Comscore. De los consultados, el 51% efectuó su adquisición en el mundo web, superando de esta forma el 48% que figuraba en el relevamiento anterior realizado en 2015.
De los clientes que respondieron positivamente haber efectuado su consumo mediante una plataforma electrónica, el 68% pertenecían a la generación del milenio. Para el presidente de la Cámara de la Economía Digital de Uruguay (CEDU), Marcelo Montado, los responsables del corrimiento del mercado hacia el mundo online son quienes nacieron mientras el muro de Berlín se desmoronaba. Esta señal marca, según expresó a Empresas & Negocios, “una enorme modificación del mercado”
Se los denomina como nativos digitales, puesto que nacieron junto a la computadora y la conexión a internet. Por este motivo, comprar online no significa un cambio, sino un modo habitual de realizar una adquisición, explicó Montado.
Sin embargo, además de ser tecnológicos, los Millennials son influenciadores, por lo que se espera que esta tendencia en las compras online siga aumentando. Respecto a esto, el ejecutivo manifestó que existe una transformación constante de los canales de venta, que se verá acelerada a medida que las ofertas online se acrecientan, generando un “efecto contagio”, junto con un posicionamiento de la posibilidad de compra dentro de la mente del consumidor.
Menos pomposidad
Los millennials no se cautivan tanto por las grandes instalaciones de los locales comerciales, sino por la simpleza que ofrezcan, comentó Marcelo Montado. Según dijo, el 39% de quienes integran esta generación está dispuesto a cambiar de banco porque el sitio web que le ofrece otra financiera es mejor. Al mismo tiempo, el nuevo comprador presta más atención en la forma en que le solucionan un problema que en cautivarse con un local pomposo. “No es que le guste una marca, sino que la evalúa”, diferenció el ejecutivo de CEDU.
Para Montado, esto no significa el fin de las compras físicas, pero sí el comienzo de las que se realizan en el mundo web. En esta línea, augura el inicio de un comercio mixto, variando su intensidad según el rubro.
Del mismo modo, advierte que “en pocos años” las ventas online pertenecerán a la franja comprendida entre el 70 y 90 por ciento del total de las comercializaciones de un negocio.
La adaptación de las empresas
Montado señaló que las empresas deberían aprovechar el actual enfriamiento económico que vive Uruguay para invertir en la generación de canales online. “Más allá de que el nivel de ventas puede haber descendido, el corrimiento hacia el canal online está sucediendo en el mundo, y Uruguay continuará esa línea”, aseveró.
Añadió que cuando la economía se revierta, los comercios que se hayan preparado mejor en el canal online “serán los ganadores”, debido a que la reactivación del mercado sucederá tanto en el mundo físico como en el virtual.
“Los millennials saben que la incertidumbre es la único seguro”, afirmó la socióloga María José Fernández.
En este entendido, indicó que las empresas deben cometer sus errores “cuanto antes”, puesto que preparar un canal online no es un problema tecnológico, sino un proceso de negocio que se debe desarrollar en conjunto con una estrategia de marketing y comunicación.
De esta forma, Montado dijo que los compradores, si bien cada vez exigen más, puesto que tienen la posibilidad de comparar con el comercio extranjero virtual, aún son tolerantes a los errores de las empresas al advertir que es una modalidad emergente. Al mismo tiempo, enfatizó en que la dimensión digital tiene reglas “distintas” al físico, y que entenderlas, en ocasiones, “cuesta mucho”.
Variaciones en las compras
Montado distinguió que la consolidación del servicio de ventas a través de internet no significa que en un futuro próximo en nuestro país la mayor cantidad de las comercializaciones se realicen por esta vía, pero sí que sean el inicio de una venta. “Creo que en los próximos años el inicio de ventas en el canal online va a llevar el mayor porcentaje por lejos, mucho más de la mitad de las del offline”, remarcó. De todas formas, dijo que en Uruguay las concreciones de los canales online no superan el 3 por ciento aproximado de las ventas.
“Son movimientos que se van dando. La economía digital tiene la característica de provocar disrupciones. Tuvimos 100 millones de usuarios de Pokémon Go en un mes. Que no nos sorprendan que los corrimientos se produzcan en forma acelerada. Difícilmente alguien pueda sobrevivir vendiendo solo online en Uruguay, aunque hay varias empresas que ya lo están haciendo”, expuso.
La influencia de los millennials en el mercado produce una interrogante respecto a los comercios de cercanías. Sobre esto, el presidente de CEDU dijo que “sin dudas” todos los negocios padecerán el impacto y tendrán que adaptarse a los nuevos mecanismos de ventas. “Me imagino un futuro donde desaparezcan muchos comercios. Habrá algunos rubros que serán mucho más castigados en el mundo offline”, pronosticó.
Evaluadores
Los jóvenes compradores comparan e investigan sobre las críticas que tienen los productos que les interesan en los distintos portales. Pero, sobre todo, prestan más atención a las opiniones de sus pares en internet y a las nuevas figuras que surgieron en este mundo: los denominados influencers. Estos últimos son personas que poseen una determinada credibilidad sobre un tema y cuya presencia en las redes sociales puede llegar a convertirse en un prescriptor interesante para una marca.
“Las empresas que tienen capacidad de inversión deberían aprovechar la tranquilidad de la jornada para invertir en canales online”, expresó Montado.
De esta forma, la opinión de un influencer puede ser clave en un millennial para efectuar una compra de determinado producto, o no. De esto deben ocuparse las empresas a través de la elaboración de una estrategia de marketing más personalizada y no tan generalizada como sucedió históricamente, según Montado.
Puestos de trabajo perdidos
De todas formas, si el comercio online comienza a incrementarse, al tiempo en que el físico desciende, significa la presencia de un personal de atención al público y servicios conexos que no serán necesarios. En esta línea, el presidente de CEDU aseveró que efectivamente se perderán puestos de trabajo, pero que algunos de ellos se reconvertirán.
“El canal online requiere mayor capacitación, ya que se debe manejar la comunicación de forma premeditada, ya no será más con la espontaneidad que le surge a un vendedor en contacto con un cliente. Hay todo un desafío de llevar los procesos de venta online que requiere de una profesionalización”, explicó.
Estas pérdidas de trabajo son entendidas como “muy importantes” para Montado, debido a que se debe en cambios de comunicación y hábitos de las personas, por servicios que insumirán tanto a seres humanos como a robots. Igualmente, anunció que esta reconversión se hará con puestos de trabajo más calificados, lo que significa algo positivo para el país. Aún así, enfatizó en que Uruguay debe tomar conciencia de esa reconversión.
Nuevos trabajos
La pérdida de puestos de trabajo acarrea menos gasto y, por lo tanto, un enfriamiento económico. ¿Pueden los millennials desestabilizar la economía? Para Montado la respuesta es compleja. Afirma que su visión es que aparezcan en un futuro oportunidades laborales que aún no están en el imaginario de la sociedad. Al mismo tiempo, prevé un mayor tiempo de ocio y un abaratamiento de bienes y servicios. “Vamos a tener productos más baratos y esto hará que la economía cambie, sobre todo, su organización”, afirmó.
“La generación del milenio produce un efecto de imitación en las ventas a las franjas etarias más grandes” mencionó el presidente de CEDU.
“Se van a generar formas de vida que no requieran de tanto dinero, y los bienes van a producirse con un costo marginal, casi nulo. Habrá un cambio sustancial en la humanidad”, vaticinó.
Señaló que en un futuro habrá una enfrentamiento constante entre el que lucha por quedarse contra el que lo hace por cambiar. “Lo vemos hoy entre muchas plataformas que llegan y generan grandes discusiones, como el caso de Uber”, apuntó. Añadió que la sociedad deberá reconfigurarse y reorganizar esa economía como requisito para continuar adelante. “Vamos a trabajar menos y tendremos más tiempo para el arte, las búsquedas y el ocio. Vamos hacia otro tipo de humano en la tierra”, concluyó.
No obstante, Montado afirmó que Uruguay no está preparado para enfrentar esta realidad. Si bien dijo que el país posee un potencial enorme para desarrollarse -a través de la posesión de insumos tales como las telecomunicaciones “envidiables”, o el hecho de que el 98.4% de la población esté alfabetizada, además de poseer las herramientas necesarias para ser líderes en economía digital-, es menester que se prepare “mentalmente” para el próximo cambio.
Por su parte, declaró que desde CEDU trabajarán en crear las condiciones para disponer el cambio, preocupándose tanto de incentivar como de proponer estar en la delantera del comercio online.
El tamaño reducido del mercado uruguayo ha sido, hasta el momento, visto como una debilidad por algunos. Acerca de esto, Montado propone cambiar la mirada y utilizar esta característica a favor. De esta forma, dijo que Uruguay tiene unas condiciones “excelentes” si toma cartas en el asunto, como puede ser a través de la creación de un marco legal “atractivo” para que este estilo de negocios genere tanto inversión extranjera como local.
Asimismo, formuló que otro de los desafíos para aprovechar las oportunidades del futuro escenario será el perfeccionamiento de nuevas habilidades. “Hay que trabajar en esa línea porque es la única posibilidad que tiene Uruguay de convertirse en un país desarrollado”, concluyó.
Una visión social
Por su parte, la socióloga María José Fernández Regueira, investigadora para Unesco y Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), y docente, dialogó con Empresas & Negocios sobre el rol de los millennials en la comunidad y afirmó que estos “no tienen una buena relación con la sociedad”, puesto que se sienten por fuera de ella.
“Los millennials cada vez tienen mayor poder adquisitivo. Para ellos la compra online no es un cambio, es el modo habitual”, dijo Marcelo Montado, presidente de CEDU.
Al mismo tiempo, expuso que para vivir una realidad globalizada deben de darse tres factores. Por un lado, económicamente estar en un mundo desarrollado, culturalmente pertenecer al mundo de tecnologías de avanzada y tener una situación política estable.
A la vez, diferenció lo mundial de lo universal y lo global. En esta línea, manifestó que el término “mundial” está relacionado a la información que se posee sobre los sucesos del planeta. Agregó que la palabra “universal” corresponde a los valores, sobre todo, a los occidentales, y la expresión “globalidad” está relacionada con la economía.
De esta forma, explicó que la generación millennial viven estos tres términos “como si fueran uno”, cuando en realidad “se deberían separar”, puesto que la realidad que viven corresponden a la “mundial”.
“No se quedan quietos”
El estudio realizado por Manpower asegura que el 85% de los jóvenes cree que la cantidad correcta de tiempo para permanecer en un mismo puesto de trabajo antes de ser promovido o moverse a otra empresa es de menos de dos años, mientras que el 45% afirma que el máximo es un año.
Los millennials saben que la incertidumbre es lo único seguro, según Fernández. Esto los diferencia de sus padres o abuelos que, por ejemplo, trabajaban toda su vida en una misma compañía, logrando, de esta forma, ascender por los distintos grados de responsabilidades disponibles. Actualmente es común escuchar a las generaciones mayores referirse a que los jóvenes “no se quedan quietos”. La socióloga explica esto por el conocimiento que tienen los nacidos al comienzo de la década del 90 de que “no son imprescindibles”.
Menos utopía
La socióloga expresó que los jóvenes del milenio continúan en la búsqueda de un ideal a pesar de haber cumplido ya los 30 años, una característica que en generaciones anteriores “se tenía un poco tapada”. Sin embargo, señaló que esta meta “no es tan utópica”. Manifestó que tal vez esto se deba a que la tecnología los haya acercado a lo global, y son conscientes de qué se puede esperar del mundo en el que viven.
Un problema de atención
Fernández remarcó que el énfasis que realiza el “discurso político de la educación” está en que se continúa pensando una enseñanza positivista, tal como la que está presente en nuestros días. No obstante, señaló que para poder adaptarse al futuro es necesario que a los estudiantes se les otorgue una mayor autonomía, mientras que en la realidad el estilo de educación logra que tengan “cada vez una mayor dependencia”. En esta línea sentenció: “No se sabe bien qué hacer para llamar la atención de esta generación”.
“La tecnología les dio a los millennials un abanico más grande de lo que está pasando en el mundo y qué esperar de ello”, dijo la socióloga.
La profesional también advierte que quienes pertenecen a esta generación son mayormente abiertos a la diversidad con respecto a los jóvenes de otras épocas. Coincidió con Montado en que aceptan opiniones de sus pares, aunque reconoció cierta “opinología” en esto, más que conocimiento.
Acerca de las profesiones, percibe, asimismo, un cambio. Sobre esto dijo que se han resaltado algunas carreras y se han revalorizado oficios. A la vez, nota que falta un dinamismo en la sociedad, la que se encuentra inserta en una región y economía “de altibajos”, junto con un contexto mundial “de incertidumbre” en donde, desde el punto de vista social, “no se tiene claro qué camino seguir”.
¿Un mundo robotizado?
José Miguel Benavente, director de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo en el primer Diálogo Social organizado por Presidencia que en los próximos 20 años el 30% de los puestos de trabajo no serán cubiertos por seres humanos, recordó Montado. En esta misma instancia, Benavente aseveró que el país debe reforzar el esfuerzo para incorporar tecnología y diversificar la producción debido a que Uruguay posee 25 productos que, aunque significan el 70% de sus exportaciones, no contribuyen con el crecimiento. Asimismo, remarcó la necesidad de una atención especial en la educación.