Los técnicos de la oficina del MGAP consideran que habrá una reducción en el área de cultivos de invierno esta zafra en nuestro país -fundamentalmente en el trigo- y un incremento en lo que refiere a las oleaginosas de la época.
El trabajo de los técnicos de la Oficina de Programación y Políticas Agropecuarias (OPYPA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) proyecta que habrá una disminución algo superior al 5% en el área de invierno, así como se incrementará la superficie destinada a las oleaginosas de la temporada.
«Este informe apunta a contextualizar la zafra de invierno que se inicia en el país, en una coyuntura de alta incertidumbre y afectada a nivel global por el Covid-19, dice la presentación del informe publicado por en la página web del MGAP.
Se agrega que «el sector agropecuario no ha sido ajeno a los efectos de esta pandemia y en especial el mercado de commodities agrícolas que ya venía resentido a partir de la disputas arancelarias entre EEUU y China y la peste porcina».
«En momentos en que hay países que han restringido sus exportaciones de alimentos, Uruguay continúa trabajando para proveer alimentos en pos de la seguridad alimentaria», en la presentación de los técnicos de OPYPA.
Las primeras previsiones para el ciclo 2020/21, divulgadas por el USDA el pasado 12 de mayo, confirman la dinámica creciente de las disponibilidades globales de trigo. El balance entre oferta y demanda para el período julio/20 – junio/21 resultaría en un nuevo incremento de las existencias mundiales del cereal, al proyectarse una cosecha que volvería a superar el consumo mundial.
Las existencias culminarían el ciclo 20/21 con un incremento de 5,1% (310 millones de toneladas vs. 295 millones al fin de 19/20) y también crecería el stock: consumo, hasta 41,2% (frente a un indicador de 39,4% en el ciclo previo).
Por tanto, el escenario que se conforma a partir de las primeras proyecciones 20/21 divulgadas por USDA mantiene las situaciones de presión bajista sobre el mercado del trigo.
La mecánica del mercado del trigo es también relevante para el mercado de la cebada, habida cuenta que su precio local se determina en función de una relación con la referencia internacional del trigo en Chicago. Sin embargo, también hay factores propios de la cadena maltero-cervecera que se tornan relevantes en la coyuntura, como es el caso de la caída de las demandas de cervezas en Brasil por efecto de las distorsiones de la pandemia Covid-19, que redujo la elaboración del producto por parte de las cervecerías de ese país y ello ha derivado en menores compras de malta en nuestro país.
Los precios de exportación del trigo presentaron durante 2019 un comportamiento muy diferente al observado al año anterior, ya que los precios en los puertos de Argentina estuvieron siempre por encima de los precios en los puertos del Golfo de México. A fines de 2019, si bien esta tendencia se revierte y los precios en los puertos argentinos caen abruptamente (mínimo de U$S FOB 198 en noviembre de 2019), a partir de febrero de 2020 nuevamente en puertos del Golfo se encuentran por debajo de los precios de los puertos argentinos. Respecto a su evolución, mientras en los puertos del Golfo de México muestran una caída del 3,3% en este primer cuatrimestre -perdiendo 8 dólares por tonelada de punta a punta-, la situación en los precios de exportación en los puertos de Argentina es la opuesta, con un incremento de 8%.
En lo local, los precios siguen la tendencia internacional. En el primer trimestre del año 2020, la cotización local promedio del trigo se ubica en U$S 28 por tonelada por debajo del promedio del mismo trimestre del año anterior (170US$/t vs 198US$/t), desincentivando la siembra del cultivo por parte de los productores. Tanto en el mes de abril como en los diez días de mayo, no se concretaron operaciones de venta.
En el caso de la cebada, los contratos con MOSA establecen una relación 100% con el precio del trigo en Chicago (CBOT), como precio mínimo para contratos de diciembre 2020, puesto en planta de recibo. Por su parte, AMBEV ofrece dos propuestas, por un lado, propone la posibilidad de marcar un precio fijo de U$S 200 por tonelada (por el cual se puede fijar hasta 200 kilos) y por otro, una fórmula mixta: para el 70% de la cosecha la referencia es 100% el precio del trigo CBOT en el contrato diciembre/20 y para el 30% restante se establece un valor «fijo» de U$S 215 por tonelada. En ambos casos, las condiciones comerciales incluyen descuentos y bonificaciones de acuerdo a determinados parámetros (proteicos, grano, dañado, humedad).
Para la colza, el plan comercial 2020 de ALUR con destino a biodiesel destaca que el precio copiará 100% el precio de la soja Chicago para el contrato mayo 2021. Se realizó un contrato por área donde se compromete todo el volumen producido en esas hectáreas. El precio incluye la bonificación de materia grasa y permite la fijación desde la firma del contrato hasta abril 2021. El recibo es Montevideo a partir de octubre 2020 y el pago se concreta 45 días corridos. Algunas empresas privadas, con el objetivo de exportación a Europa, proponen planes que toman como referencia el mercado de Matif (Francia). Otras empresas, con el objetivo de exportar a Israel para consumo humano, presentan un plan comercial que tiene como referencia 100% el precio de la soja en Chicago al que se le sumará un plus a definir entre 5 a 10%.
Estimación
De acuerdo a la información relevada por los técnicos, se estima que el área de cultivos de invierno 2020/21 será similar a la de la zafra anterior, y alcanzaría a 480.000 hectáreas, con comportamientos diferentes en los distintos cultivos que componen el perfil de invierno.
A la fecha, se confirma una reducción en el área de siembra de cebada, la cual podría ser tan solo 150 mil hectáreas, habida cuenta del impacto del Covid-19 en el consumo de cerveza en Brasil y, por lo tanto, en las necesidades de maltas de la industria en el país vecino.
En cuanto al trigo, la expectativa de siembra es a la baja respecto al año anterior, estimándose 225 mil hectáreas (5% menos que en 2019/20), considerando los escasos márgenes del cultivo y los problemas de calidad e inocuidad que ha presentado el grano en la última zafra.
La conclusión de los técnicos indica que, la nueva zafra de invierno se inicia en el país, en una alta incertidumbre y afectada a nivel global por el Covid-19. La caída de la actividad económica mundial incidió en una menor demanda de productos y desvíos del comercio. Las tensiones entre EEUU. y China continúan. Los precios de los commodities presentan alta variabilidad con tendencia general a la baja. Tanto a nivel global como regional los balances de oferta y demanda para el ciclo 2020/21 constituyen un escenario de presión negativa sobre los mercados del trigo.
En este marco, se estima que el área de cultivos de invierno 2020/21 alcanzaría a 480.000 hectáreas, similar a la zafra anterior, y asumiendo rendimientos promedio, el volumen de producción descendería 7%. Las perspectivas para la colza son muy auspiciosas estimándose un incremento de al menos 10 mil hectáreas respecto a la zafra anterior. Por el contrario, las estimaciones de siembra de cebada marcan un importante descenso de 9% y en el caso del trigo, el área se reducirá 5% respecto a 2019/20.
De acuerdo a la información de Aduanas, las exportaciones de granos de invierno y derivados 2019/20, (considerando los meses de noviembre/abril) alcanzaron casi U$S 147 millones, 27% menos respecto al mismo período anterior (U$S 200 millones).