Integrantes de las principales cámaras empresariales y asociaciones que representan a mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas) de diversos ámbitos se reunieron el pasado miércoles en la Agencia Nacional de Desarrollo para trabajar, intercambiar y relevar sus necesidades actuales. El objetivo es comenzar a planificar la reactivación de la economía y los sectores productivos afectados por la pandemia, haciendo foco en las mipymes, que representan el 95% de la actividad en Uruguay y generan alrededor de 800 mil puestos de trabajo.
Desde ANDE aseguran que el primer encuentro sirvió para conformar un grupo de trabajo, y escuchar las necesidades de los diferentes sectores para trabajar a partir de la coyuntura actual; pero mirando más allá y también pensando en el mediano plazo, en la recuperación y en el desarrollo a futuro; para comenzar a delinear un plan estratégico para el quinquenio.
Participaron representantes de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, Cámara de Industrias, Unión de Exportadores, Cámara Uruguaya de Turismo, Cámara de Diseño, Anmype, Asociación Rural, Cooperativas Agrarias Federadas, Federación de grupos CREA, Asociación de Laboratorios Nacionales, Confederación Empresarial, Confederación de Cámaras Empresariales, Cámara de Economía Digital, Cámara de Tecnologías de la Información, Red de Agencias de Desarrollo Local.
La presidenta de la Agencia Nacional de Desarrollo, Carmen Sánchez, realizó una primera presentación de los objetivos y enfatizó en la importancia de “trabajar a nivel de todo el territorio, y en conjunto con todas las Cámaras del sector privado que representan a nuestros beneficiarios. Queremos además que ANDE sea el organismo centralizador de todas las políticas que tengan que ver con emprendedores y mipymes; y ser los articuladores con el resto del Poder Ejecutivo”.
Planteos y preocupaciones
Los representantes del sector privado coincidieron en varios de los planteos, pero el principal en esta coyuntura es poder salvar empresas, sobre todo de los sectores más afectados, las empresas que tienen menor espalda financiera, las empresas familiares, etc. Para ello entienden que el acceso al crédito es esencial, pero hay que adecuar el financiamiento a los plazos.
Una de las principales apreciaciones fue que las soluciones deben de ser sectoriales, enfocadas a cada sector particular de la actividad, porque las soluciones son diferentes para cada sector empresarial.
También coincidieron en que es muy importante capacitar en educación financiera -sobre todo en el interior del país, poder acceder a asesoramiento, información, pensar en nuevos modelos de negocios, en reconvertirse.