Sebastián Villar, gerente de Tecnoblen
El propósito de Tecnoblen es recolectar, procesar y proveer materias primas bajo estrictas normas de calidad, a través de procesos estandarizados y garantizando a todos los clientes regularidad, seriedad y calidad. Se trata de una firma de raíces familiares que supo formar parte de una gran firma pero que luego se desglosó para comenzar desde cero.
¿Cómo y cuándo surgió la posibilidad de involucrarse en el rubro?
Es una empresa familiar, y yo pertenezco ala segunda generación. Desde niño y preadolescente siempre estuve involucrado al rubro. Comencé trabajando los fines de semana para generar hábito de trabajo a los 14 años.
A mis 19, luego de volver de Estados Unidos–me fui con 17 años-, tuve experiencias personales en distintos rubros: gastronomía, vendedor y transporte. Con 22 años decidí iniciar en la empresa familiar ya que hubo en ese entonces una venta muy importante de la misma, dejándola casi en sus inicios nuevamente. Al siguiente año comencé la facultad, y podía, dado el tamaño de la empresa (tres personas) hacer paralelamente la carrera y trabajar.
Siempre estuve implicado en la empresa, pero si pongo una fecha de involucramiento y toma de responsabilidades, fue a mis 23 años; ahí me puse la empresa como fuente laboral de ingresos y objetivos de crecimiento en la misma.
¿Cuál es el papel y responsabilidad en su labor?
Actualmente ocupo la gerencia. En sus inicios fui el camionero, operario, visitaba proveedores y frigoríficos, relaciones internacionales, entre otras cosas, ya que una empresa pequeña requiere hacer todo cuando recién comienza. Esto me dio una base de conocimientos que me permitió ver las cosas desde distintos puntos de vista. Las microempresas te capacitan haciéndote multifacético, y eso fue en parte lo que me sucedió.
A medida que la organización crece, uno va tomando más tareas de controles, planificaciones e inversiones.Mi padre es la base, dada su experiencia con empresas de gran tamaño.
¿Cuáles son los principales objetivos de la actividad que realiza?
Los principales objetivos que tenemos son la venta comercial, la planificación de producción, la realización de proyectos e inversiones y las relaciones comerciales a nivel nacional e internacional.
¿Qué cosas son las que distinguen a su trabajo dentro del rubro?
Considero que nos distinguimos por tener regularidad, ser una firma seria y ofrecer servicios de calidad.
¿Qué productos y servicios ofrecen?
Ofrecemos sub productos bovinos y ovinos. Ya sea para uso comestible, farmacéutico y, además, estamos desarrollando una línea PetFood para este año y 2021.
¿Ha influido de alguna manera el hecho de la llegada del Covid-19 al país para el trabajo que se realiza desde la firma?
En el mercado local se ha sentido una baja en las ventas. Quizás no somos los más perjudicados, pero sí nuestra línea para el mercado local de achuras se vio disminuido en comparación a otros años.
En lo que respecta al exterior, el mercado europeo se vio afectado limitando o postergando exportaciones a ese destino, y en lo que refiere a China, proyectos que se estaban realizando sí fueron atrasados.
¿Cuánto hace que se asociaron a AJE y cuáles fueron los motivos para hacerlo?
Nos asociamos a mediados del año 2019. Consideramos que esto es pertenecer a una red de contactos que nos identifica, y además nos da la posibilidad de aportar e intercambiar ideas.
¿De qué manera ha colaborado AJE al desarrollo del proyecto?
Participé en dos eventos, luego vino el verano y llego el Covid-19, entonces aún no pude sacarle el aprovechamiento que buscaba dado la situación sanitaria.
¿Cómo es ser empresario en Uruguay? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de emprender?
Sin dudas el tamaño del mercado es el mayor reto. Las ventajas considero que van por el lado de que somos un país serio, no existen grandes niveles de corrupción y además contamos con igualdad social.
Señas de identidad
Sebastián tiene 33 años, nació en Montevideo y es de profesión licenciado en Dirección de Empresas, aunque cuando era niño soñaba con ser futbolista. Anteriormente a su trabajo actual en la firma familiar tuvo varias experiencias como empleado y con emprendimientos personales.
Vive con su pareja, Ángeles Rodríguez, y su hija Sofía. Se define como un alguien organizado, emprendedor y buena persona. Su libro favorito es ‘Padre rico, padre pobre’ y la película que prefiere es ‘En busca de la felicidad’. Asegura que es un convencido de la frase: “Pequeños detalles hacen la diferencia”. Indica que los días de semana su lugar favorito es la empresa y para distraerse le gustan los espacios verdes y abiertos.
En su tiempo libre juega al fútbol y hace gimnasia. Se declara admirador de su padre: “Es un placer y privilegio para mi compartir estos años con alguien con mucha experiencia, que su nombre tenga una reputación impecable y, sobre todo, trabajar con una persona con la cual me lleve tan bien. En la pregunta del libro casi pongo “muchas vidas, muchos maestros”… A quien lo ha leído, yo diría que mi padre es un maestro que tengo en esta vida”, afirmó.