Los comercios de cercanía -en especial aquellos ubicados en el interior y en zonas de baja densidad-, cumplen un nuevo rol en la pandemia debido a los corresponsales financieros, y pese a la pandemia, los retiros de efectivo en el interior se mantienen.
Durante las últimas semanas la actividad comercial se vio afectada debido a la llegada del Covid-19. Empresas de todos los rubros apreciaron una disminución en sus ventas debido a las medidas adoptadas. Pese a ello, los pequeños comercios, no apreciaron una disminución en su actividad gracias al rol como corresponsalías financieras.
Un corresponsal financiero es la persona contratada por una entidad financiera para prestar sus servicios al público en representación suya como acción complementaria a su actividad principal. La figura de los corresponsales financieros surgió en 2013 por la Superintendencia de Servicios Financieros del Banco Central del Uruguay con el objetivo de desarrollar el sistema financiero y desde entonces no ha dejado de crecer.
Los corresponsales financieros ayudan a los comercios de cercanía a mantener sus números gracias a que actúan como red de pagos y cajeros. De hecho, los retiros de efectivo en los agentes Resonet de Resonance se mantuvieron tanto en marzo como en abril -unos 12 mil aproximadamente- por lo que la actividad en gran parte del Interior del país no se vio afectada.
Al ser puestos de cercanía, los comercios de barrio evitan que las personas deban trasladarse demasiado. Entonces surge el microretiro, la extracción de efectivo con un tope que asegura el acceso a más personas, a una corta distancia y más de una por individuo. El monto máximo de extracción de dichos corresponsales es de $3.000 por tarjeta. Aun así, en algunos corresponsales con mucho efectivo se autoriza la extracción de hasta $10.000 por día por tarjeta.