Asunción, 25 jun (EFE).- Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, integrantes del Mercosur, participaron este jueves en la LVI reunión Ordinaria de Ministros de Educación del bloque, en la que Paraguay cedió la presidencia pro témpore a Uruguay, con el reto de definir estrategias para minimizar el impacto del coronavirus en la educación.
El primer semestre del año estuvo marcado por la llegada de la pandemia a la región, que obligó a cambiar el funcionamiento de las aulas, sin que eso fuera «excusa para dejar de luchar por la calidad educativa», dijo el ministro de Educación de Paraguay, Eduardo Petta, durante su intervención en la videoconferencia.
«Desde el Mercosur y toda América Latina tenemos una convicción profunda de que la pandemia no va a poner de rodillas a la educación. Ese es el desafío», expresó Petta en este encuentro virtual, en el que también intervinieron representantes de Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
Los ministros y delegaciones coincidieron en que la pandemia había puesto en riesgo la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo y la igualdad de oportunidades educativas.
Uruguay, como país receptor de la presidencia pro témpore, señaló esas preocupaciones como algunas de las prioridades a las que atender durante los próximos seis meses, explicó su ministro de Educación, Pablo da Silveira.
«Al mismo tiempo que todos estamos dando una lucha a brazo partido para la etapa posterior a esta pandemia, tenemos que ir pensando y preparándonos para la etapa que viene», expresó.
Da Silveira insistió en que bajo la presidencia pro témpore uruguaya el objetivo será «fortalecer el Mercosur educativo» y pidió la colaboración de sus homólogos para lograr una reconstrucción colectiva una vez superado el coronavirus.
El ministro uruguayo identificó tres consecuencias de la pandemia que se instalarán en la región a corto y mediano plazo, como el impacto sobre los niveles de asistencia, la pérdida de aprendizaje que puede perjudicar a las generaciones actuales de estudiantes y el aumento de la inequidad educativa en la región.
También recalcó que la incorporación de la tecnología como solución para suplir las clases presenciales, lejos de eliminar la desigualdad, «en algunos contextos la aumenta».
En estos próximos meses, los países del bloque tendrán que diseñar el nuevo plan quinquenal del Sector Educativo del Mercosur 2021-2025.
Además, Da Silveira también se ha propuesto en ese tiempo «fortalecer lo que fue el impulso original del Mercosur educativo» y fomentar la circulación de estudiantes, docentes, egresados y profesionales entre los países de la región.