Los futuros de Chicago y Kansas de trigo subieron casi un 4% esta semana, después que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) recortó su proyección de cosecha del cereal en Rusia, uno de los principales exportadores y productor mundial del cereal (sobre fuente Reuters).
A su vez, el maíz subió más de 2%, impulsado por el alza del trigo y por el pronóstico positivo del USDA sobre oferta y demanda del grano.
Los futuros de soja cerraron con un leve incremento en Chicago por compras de ocasión, después de que los precios tocaron al comienzo su nivel más bajo desde agosto.
El trigo rojo blando de invierno para julio en Chicago subió 20 centavos de dólar o un 2,65% a US$ 5,3450 por bushel. El trigo duro de invierno en Kansas ganó 18,75 centavos de dólar o un 3,51% a US$ 5,5350 por bushel.
Por otro lado, el maíz para julio cerró con una suba de 10.25 centavos o 2,65% a US$ 3,7750 por bushel. En registro continuo, el maíz registró su mayor alza porcentual diaria desde el 23 de abril, y rebotó desde un mínimo en casi cinco meses que marcó la semana pasada.
En su reporte mensual, el USDA proyectó que los inventarios finales de maíz en Estados Unidos estarán en 2.102 millones de bushels, 80 millones menos que los pronosticados en mayo y por debajo del piso de estimaciones de analistas. La caída de fue relacionada con un incremento de las exportaciones.
Cabe recordar que, en su informe mensual de estimaciones agrícolas del 10 de julio el USDA redujo de 77 a 76,50 millones de toneladas su proyección sobre la cosecha rusa de trigo. El mercado ahora prevé que el Ministerio de Agricultura de Rusia eleve en al menos en 2 millones de toneladas su cálculo, que está en 75 millones de toneladas.
Langostas
El director de los Servicios Agrícolas del MGAP, Leonardo Olivera, actualizó datos en cuanto al monitoreo de la manga de langostas. En su informe, Olivera que las acciones tonadas desde el SENASA en el litoral argentino, lograron romper y reducir al grupo de insectos.
Asimismo, el director informó que debido a las bajas temperaturas la manga de insectos permaneció en el litoral del río Uruguay en territorio argentino, lo que permitió la acción por tierra y aire para combatirla. «Se realizaron siete aplicadores terrestres y uno aéreo, lo cual permitió romperla, pero aún siguen circulando porcentaje de control, por lo que se sigue en vigilancia ante una alerta que pasamos a catalogar como amarilla».
Consultado por la prensa, el Director de la DGSA expresó que se habla de una reducción aproximada del 85% de la manga de langostas, pero que es muy dificultoso lograr una medición exacta, incluso de los reducidos grupos de control. Los mismos seguirán siendo fumigados con mochilas vía terrestre. Finalmente, Olivera agradeció el apoyo recibido por los agricultores de Salto, ante el posible ingreso de la amenaza y descartó algún tipo de daño a colmenas tanto en territorio uruguayo y argentino, debido a la fumigación de la plaga de langosta.
China dispuesta a invertir US$ 27 mil millones en Argentina
En los últimos días tomó fuerza una versión que indica que el gobierno central de China estaría dispuesto a invertir unos 27.000 millones de dólares durante los próximos 8 años en la industria de cerdos argentina para garantizarse el consumo interno de ese producto.
Si bien no hay información oficial, se supo que a comienzos de julio el canciller Felipe Solá habló del tema con el ministro de Comercio chino, Zhong Shan, en un encuentro virtual que mantuvieron para evaluar la marcha de los acuerdos bilaterales, de acuerdo al portal Agromeat.
La producción de carne de cerdo en China cayó de 54 millones de toneladas en 2018 a 34 millones previstos para 2020. El derrumbe se explica por la fiebre porcina africana que derivó en la matanza de cientos de miles de planteles porcinos entre 2018 y 2019, según las informaciones del régimen. Versiones del mercado hablan en rigor de cientos de millones de cerdos liquidados.
«Esto representa una gran oportunidad para agregar valor a nuestras exportaciones y crear empleos genuinos para los profesionales argentinos», comentó Juan Uccel, consultor privado y ex presidente de la Asociación Argentina de Productores de Cerdos (AAPC).
En la Mesa de Enlace se mostraron satisfechos por la posibilidad de lograr un acuerdo con China. «Si se trata de un modelo en el que se beneficia a pequeños y medianos productores creemos que puede funcionar», indicaron en la Federación Agraria Argentina (FAA).
«La transformación de soja y maíz en proteína animal sin duda creará nuevos empleos. China es el mayor consumidor de cerdo del mundo y hoy, dadas las circunstancias, hay una gran oportunidad para aumentar nuestras exportaciones a ese destino»», agregaron.
En rigor, el acuerdo con China se viene negociando hace un tiempo. En abril de 2019 el ex presidente, Mauricio Macri anunció la apertura de las exportaciones de carne de cerdo a ese destino (la Aduana China habilitó en tiempo récord unos 22 frigoríficos habilitados).
El plan chino en la Argentina contempla exportar carne porcina por un valor cercano a los 20.000 millones de dólares por año (a un promedio de 2.600 dólares la tonelada) haciendo crecer la producción de 6 a 100 millones de cerdos en 8 años como máximo.
La Argentina produce actualmente alrededor de 1 millón de toneladas de carne de cerdo por año con un plantel de 300.000 madres. Si el plan chino se concreta se pasaría, entonces, a una producción de 1,7 millones de toneladas y 540.000 madres en 2026.
El plan chino contempla exportar carne porcina de Argentina por unos 20.000 mil millones de dólares por año, haciendo crecer la producción de 6 a 100 millones de cerdos en 8 años como máximo.
El consumo interno en Argentina es de 14 kilos por habitante por año (entre fresca, fiambres y chacinados). Las exportaciones cerraron en 2019 en 7.000 toneladas (los principales compradores fueron Rusia, Hong Kong, Kazajstán y Marruecos).
En la Argentina, según datos de la CAME, la participación del productor en el valor final del cerdo es del es de 20,5%. Mientras el precio promedio en origen es de $ 66.00 por kilo, los consumidores lo pagan en las góndolas de los supermercados a $ 325 por kilo.
El analista y director de la consultora Nóvitas, Enrique Erize, consideró que «la matanza en China fue de cerdos, no de personas. Buena parte de la creciente clase media oriental ya incorporó hábitos de consumo occidentales y no va a volver atrás al respecto».
«En China hay más de 300 millones de millonarios y una buena parte de su población tiene alto poder adquisitivo. Su población sigue siendo la misma. Si el consumo per cápita no cae, la demanda de proteínas animales se mantendrá», explicó el especialista.
En este contexto, el mayor exportador de carne de cerdo es la Unión Europea con ventas por 2.93 millones de toneladas en 2019, seguido por Estados Unidos (2.66 millones), Canadá (1.33 millones), Brasil (730.00 toneladas) y Chile (200.000 toneladas).