El comercio exterior sigue en números rojos y las exportaciones (incluyendo zonas francas) registraron una caída interanual de 19,3% en julio y acumulan en el año una baja de 16,7%. De acuerdo con la Unión de Exportadores, el deterioro de los números se da por “una combinación del efecto pandemia con competitividad”. El investigador Gonzalo Oleggini evaluó que el deterioro se debió a una mayor competencia regional y a la falta de acuerdos internacionales que nos permitan ingresar con ventaja a otros mercados.
Las solicitudes de exportación de bienes registradas por la Dirección Nacional de Aduanas (sin incluir las ventas desde zonas francas) alcanzaron en julio unos US$ 597,7 millones, lo que implica un descenso de 14,89% en comparación con igual mes de 2019, de acuerdo a los datos relevados por la Unión de Exportadores (UEU) en su informe mensual de comercio exterior. De esta forma, las colocaciones uruguayas de bienes acumulan, en los siete primeros meses del año, unos US$ 3.847,9 millones, lo que marca un deterioro interanual de 12,8%.
Por su parte, el informe de comercio exterior elaborado por el instituto Uruguay XXI, complementa que de incluir las ventas de bienes desde zonas francas (restando los insumos nacionales y otros ajustes que corresponden), las exportaciones registran en julio una caída de 19,3% en comparación con igual mes de 2019, y un descenso de 16,7% en el acumulado enero-julio.
Pagando el precio
El investigador en negocios internacionales, Gonzalo Oleggini, reconoció, en diálogo con CRÓNICAS, que la caída de las ventas al exterior no es tan profunda como se podría esperar si se considera el contexto de pandemia y freno de la actividad y el comercio mundial. Sin embargo, aclaró que hay algunos mercados que se han ido recomponiendo –como China- y aún así seguimos vendiéndole menos.
Oleggini analizó que a las dificultades para ingresar a mercados que tiene Uruguay, se le sumó una elevada competencia, principalmente de Argentina en Brasil, en algunos productos, como, por ejemplo, la carne. “Tenemos un problema de competitividad, que eso también nos afecta”, agregó.
El experto se refirió además a los aranceles que tiene que abonar el país para ingresar a otros mercados. “Es un poco el resultado de no haber firmado algunos acuerdos comerciales en las últimas décadas -en los últimos 15-20 años-. Cuando mayormente el mundo negoció alianzas comerciales, el Mercosur no negoció la cantidad de acuerdos comerciales, no solo suficientes, sino importantes”, explicó. Puso como ejemplo que los tres lugares donde Uruguay más paga aranceles comerciales son China, Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EEUU). “No tenemos acuerdo comercial con ninguno de los tres. Con la UE tenemos uno que se terminó de negociar el año pasado, pero que lamentablemente está bastante trancado en los pasos posteriores a la firma, y por ahora no tenemos ningún resultado con respecto a eso”, señaló.
Oleggini sostuvo que los beneficios o perjuicios de un acuerdo de libre comercio dependen de la negociación, pero evaluó que la experiencia internacional marca que los países que han firmado acuerdos comerciales, mayormente, han obtenido mayores beneficios que perjuicios con la firma de estos. “Es más, nosotros ahora estamos pagando algunos perjuicios de no haber firmado”, agregó.
En cuanto a la forma de negociación, estimó que para el formato TLC debería darse a través del Mercosur. Destacó que Uruguay ha negociado de forma bilateral para “un sinfín de productos”, pero evaluó que “para lograr un acceso amplio de muchos productos, la única opción formal y legal que existe hoy a nivel global son los tratados, ya sea la zona de libre comercio o las uniones aduaneras”.
Destinos, productos y volumen
La caída de julio se explicó principalmente por las menores solicitudes de bienes de China, Brasil y la zona franca de Nueva Palmira, “dándose una combinación del efecto pandemia con competitividad”, señala el informe de la UEU. Pese a registrar una caída de 42,2% en términos interanuales, China se mantuvo como el principal destino de las exportaciones en julio con el 15,4% del total exportado. En el segundo puesto se ubicó EEUU, país que prácticamente duplicó sus compras de bienes a Uruguay en términos interanuales (+104,2%), alcanzando el 11,8% del total exportado. El podio lo completa Brasil, que representa el 11,05% de las ventas totales de Uruguay, pese a una baja de 29,94%.
Por su parte, al analizar por productos, la carne se mantuvo como el principal rubro exportado, registrando un aumento de 1,8% por el incremento de las colocaciones a EEUU, Holanda, Alemania y Rusia. Estos incrementos permitieron compensar la caída de las ventas de carne a China, que, de todas formas, sigue siendo el principal destino de ese producto.
Por su parte, la madera quedó en segundo lugar por el impulso de India, China y Vietnam, mientras que la soja cayó al tercer puesto por menores exportaciones vía Nueva Palmira y a China.
Al analizar las ventas medidas en volúmenes físicos, se observa que las solicitudes de exportación de bienes cayeron en julio un 5,8% respecto a igual mes de 2019, lo que implica que en promedio los precios de exportación fueron menores a los registrados hace un año, dado que en la medición en dólares marcó una caída superior.
Al considerar el acumulado enero-julio, las ventas al exterior medidas en toneladas registran una caída de 5,68% respecto a igual período del año pasado.
“Pan para hoy y hambre para mañana”
Una advertencia recurrente en los informes de comercio exterior para esta región del mundo, son los riesgos de una “reprimarización”, es decir, de concentrar gran parte de las ventas externas en productos básicos sin ningún tipo de industrialización posterior.
Al respecto, Ollegini advirtió que existe un riesgo de que ello ocurra dado el contexto actual. “Nos estamos primarizando, estamos produciendo cada vez más productos primarios, y eso es un tema de la demanda también a nivel global. La aparición fuerte de China nos ha ido primarizando, y eso realmente es un efecto muy negativo para nuestras economías”, sostuvo el experto.
Agregó que todos los países de la región “nos vamos transformando en grandes productores de commodities para venderle mayormente a China”, y eso tiene un inconveniente, que no tiene valor agregado. “Hay una frase callejera que es muy clara que dice ‘eso es pan para hoy y hambre para mañana’”, reflexionó.