En Uruguay, la cultura del vino existe desde hace tiempo, pero como una cultura formada por costumbres que no salen de casa. Se bebe mucho, pero se conoce poco. Hace un año y medio surgió Wine me up, para acercar al vino a turistas extranjeros y uruguayos interesados en aprender más sobre esta bebida, mediante visitas a bodegas y otras experiencias «enoturísticas».
Por Federica Chiarino | @FedeChiarino
El sábado pasado fue un día cálido. Brillaba el sol y la temperatura invitaba a realizar actividades al aire libre. Algunos tomaron sol, otros decidieron pasear por la rambla. Pero unas 15 personas hicieron yoga en un viñedo. ¿Cómo se les ocurrió? No fue a ellas, sino a Wine me up, una plataforma dedicada al turismo enológico que, además de los clásicos tours a distintas bodegas, propone actividades como estas para combinar el vino con la salud, con la cultura, con el arte y la naturaleza.
En 2011, un colombiano proveniente de una familia muy vinculada al mundo gastronómico, amante del vino, decidió venir a profesionalizarse a Uruguay. Primero, realizó un curso de vinos en la Escuela de Sommelier. Le resultó interesante, pero él no quería dedicarse solamente a la cata. Los métodos, la viña, la producción del vino eran lo que le generaba curiosidad. Así fue que se contactó con la Escuela de Enología ubicada en la Ruta 48, cerca de Las Piedras, para evaluar la posibilidad de aprender allí. Tras ser aceptado, comenzó su carrera.
Mientras estudiaba enología, comenzó a trabajar en una bodega del departamento de Canelones. Allí se dedicaba a recibir turistas y explicarles el proceso de elaboración del vino. Hablando con ellos, recibió comentarios acerca de que se promocionaban bodegas mediante blogs, páginas web, y demás. Sin embargo, al llegar a Uruguay se encontraban con que las bodegas no estaban abiertas, o que solamente aceptaban reservas a grupos grandes, porque de lo contrario no les era redituable.
El 13 de noviembre, por el Día Internacional del Enoturismo, Wine me up realizará la primera carrera 5k dentro de un viñedo, en el establecimiento Juanicó. Más información en la página web: winemeup.co
Estas experiencias llevaron a Diego Herrera a idear una plataforma que nuclee la mayor cantidad posible de bodegas uruguayas, bajo un mismo idioma y ofrecer información y experiencias. La idea inicial era crear una aplicación para dispositivos móviles que tuviese información de bodegas y, también una guía de vinos. «Las bodegas no conocían de qué se trataba el producto ni visualizaban el potencial que tenía. El único que nos apoyaba en eso era Inavi (Instituto Nacional de Vitivinicultura), pero siempre, en todo ámbito público-privado, necesitás el apoyo de las dos partes», contó Herrera a Empresas & Negocios.
Y así fue que Diego Herrera, junto con Verónica, su cofundadora, comenzaron a desarrollar prototipos de aplicaciones para tener algo que mostrar. Fueron bodega por bodega presentando modelos de aplicación en sus celulares y así comenzaron a llamar la atención de algunos. Entre otras dificultades, influyó el contexto que hasta hoy atraviesa este tipo de negocios. «No es un rubro que esté muy bien, entonces cada peso que invierten lo miden mucho», dijo Herrera.
Con el prototipo diseñado, faltaba armar un plan de negocios y ver qué cubrir, a qué apuntar, cómo obtener financiamiento. Los emprendedores acudieron a la incubadora Da Vinci para presentar su proyecto, y fue aceptado. Esto les abrió la puerta para pedir el apoyo del ‘Capital Semilla’ de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación. Tras acceder a ese capital, pudieron desarrollar por completo su página web, donde aún siguen incorporando novedades, información y rediseñando. Herrera anunció que «la difusión más fuerte va a ser ahora, en temporada, donde la idea es captar más turistas brasileros y argentinos».
Al ingresar a la página web de Wine me up, tanto el turista como el cliente local interesado puede encontrar las bodegas disponibles -la plataforma nuclea al 70% de las bodegas uruguayas-, información sobre ellas, sobre los vinos, opciones de tours, actividades, entre otras cosas. Wine me up abarca Montevideo, Canelones, Colonia y Maldonado, y, dentro de estos departamentos, tanto bodegas grandes y de alta tecnología como bodegas familiares.
Una de las principales ventajas es que Wine me up no cobra extra por sus reservas. Es decir, la plataforma ofrece el mismo precio por sus tours que si se reserva directamente con la bodega. Además, brinda opciones de transporte para que todos puedan disfrutar del vino, acompañando la campaña de «tolerancia cero» en el alcohol, y asegurándose que sus clientes no tengan que conducir luego de beber.
Al ingresar a la página web de Wine me up, tanto el turista como el cliente local interesado puede encontrar las bodegas disponibles -la plataforma nuclea al 70% de las bodegas uruguayas-, información sobre ellas, sobre los vinos, opciones de tours, actividades, entre otras cosas.
«El problema es que la mayor cantidad de público es brasilero, americano o europeo. Entonces, cuando la temporada es baja, las bodegas no reciben mucha gente», advirtió Herrera. Para remediar esta situación, los emprendedores pensaron en la creación de eventos económicos, vinculados a actividades cotidianas que puedan ser llevadas al escenario del viñedo. Así fue que el sábado pasado hicieron yoga y, en un futuro, tienen pensado realizar un ciclo de cine en el viñedo, en conjunto con Cinemateca.
La plataforma Wine me up continúa creciendo y con una visión a futuro. No existe una plataforma regional que nuclee a varias bodegas, por ejemplo, de Uruguay, Argentina y Brasil. Esta carencia representa una oportunidad para los emprendedores del enoturismo de viajar con su idea hacia los países vecinos. En esta misma línea, en noviembre se realizará un salón de vinos, al que Wine me up pretende asistir para dar a conocer su plataforma y generar relaciones con otras bodegas, vitivinicultores y aficionados.
Una cultura en expansión
Herrera opinó que la del vino es una cultura que recién está comenzando a salir de las casas, de la interna de las familias. «Creo que ahora, con toda esta revolución gourmet que hubo, desde los canales de TV que muestran muchos programas de cocina u opciones como Mesa Brava o DeGusto -eventos que están acercando a gente más joven a la gastronomía-, se ha generado una inquietud acerca del vino», dijo.
Además, conocer de vinos otorga cierto status o posicionamiento social a una persona. «Conocer de vinos, no es como tomar cerveza o fernet», explicó Herrera. Esto hace que muchas personas comiencen a interesarse en aprender sobre esta bebida para posicionarse distinto a nivel social.
Sin embargo, el sector bodeguero atraviesa una crisis, acompañada, en parte, de la que sufre el país en general. Muchos negocios vinculados al vino han cerrado, han dejado de captar el interés de los clientes, entre otras cosas. «Si las bodegas no empiezan a cambiar su estrategia de venta o captar visitas, probablemente la cerveza artesanal o bebidas como el whisky o el fernet, por ejemplo, pueden destruirlas en cualquier momento», advirtió Herrera.
En este sentido, Wine me up se presenta como una herramienta para ayudar a las bodegas y viñedos a salir de esa crisis. La plataforma incentiva a estos negocios a dar a conocer sus productos, atraer más público y, así, vender más.