Índice Líder de Ceres subió en agosto, pero aún no se pueden dar señales concretas de un cambio de ciclo

ILC > Su objetivo es dar señales sobre posibles expansiones y contracciones de la economía

El ILC de agosto se situó en 2,1%, y reafirmó así el cambio de tendencia registrado en julio, luego de ocho meses consecutivos de caída. Sin embargo, según dijo a CRÓNICAS Martín Alesina, economista del Centro, el dato aún no es suficiente para confirmar si efectivamente dicho giro es “firme”. Para ello será necesario observar el dato de setiembre, indicó.

El Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) publicó su Índice Líder (ILC), el cual busca dar señales sobre posibles expansiones o contracciones de la actividad uruguaya. De esta manera, el informe se propone incidir en la toma de decisiones estratégicas en función de la situación económica del país.

Así, el indicador aumentó 2,1% en agosto, lo que reafirma el cambio de tendencia registrado el mes anterior, tras haber tocado piso en junio luego de ocho bajas consecutivas. Según el documento elaborado, esto refleja una firme recuperación de la actividad económica, “aun cuando sigue muy por debajo del nivel previo a la recesión iniciada en la primavera de 2019”.

En este sentido, de acuerdo con Martín Alesina, la combinación de indicadores nacionales y regionales que conforman el ILC arrojó una doble señal de recuperación, por dato positivo y tasa en alza. El economista investigador del Centro sostuvo, en diálogo con CRÓNICAS, que, a pesar de estas banderas verdes, “habrá que esperar el dato de setiembre para confirmar si efectivamente hay un cambio firme de la tendencia”.

Mientras tanto, el Índice de Difusión -complementario al ILC y que mide la amplitud de la base de sustento de su movimiento mensual- fue de 70% en agosto. Dicho porcentaje significa que dos tercios de las variables que componen el Índice Líder se comportaron de manera expansiva, evaluó Alesina.

En profundidad

En el Índice se realiza un análisis profundo por sectores, siendo estos el agropecuario y forestal, industria y construcción, comercio y servicios, combustible y electricidad, transporte y comunicaciones, financiero y mercado laboral. Según detalló el economista de Ceres, dicha empresa procesa una amplia base de datos económicos, y extrae para su ILC “aquellas variables que por su comportamiento permiten anticipar la tendencia del PIB”.

Dentro de este contexto, Alesina reconoció que la industria manufacturera mostró señales de recuperación, aunque no fue algo parejo para todas las ramas. El comercio es otro sector que viene golpeado por una baja de ventas de hace meses, pero luego de caer fuerte en segundo trimestre, muestra mejora en los últimos registros, analizó el investigador.

Por su parte, el mercado laboral viene dando señales de moderada mejora, ya que la Tasa de Empleo mejoró por segundo mes consecutivo, esto es, 52,1% en abril, 52,9% en mayo y 53,6% en junio. “Ahora creció considerablemente la cantidad de personas que salió a buscar trabajo y pasó de inactivo a Población Activa”: 57,7% en abril, 58,6% en mayo y 60% en junio, resaltó Alesina.

A esto se le suma, también, que la Tasa de Empleo aumentó en junio 1,1 puntos porcentuales respecto a mayo, el equivalente a 20.800 puestos de trabajo (aunque se ubicó 1,7 puntos porcentuales por debajo del valor de junio 2019).

“El foco que ponemos ahora en Ceres es el del impacto social, porque la pobreza ya venía con incremento en 2018 y 2019 y está claro que 2020 será el tercer año consecutivo de suba”, enfatizó el experto. A su entender, la recuperación productiva detectada en el ILC no es suficiente para mejorar la situación de esas familias, “pero de alguna manera ayuda”.

En esta línea, insistió en que lo importante en este momento es que el país pueda generar un crecimiento considerable que logre dinamizar el mercado laboral y provocar un impacto positivo en el poder adquisitivo de los hogares. “Lo que hay que entender es que la recuperación que registra el ILC no es de una tendencia de crecimiento económico sino de rebote de una caída dura”, reafirmó.


Proyecciones presupuestarias

En Ceres se realiza un monitoreo permanente de la economía de Uruguay, pero también de la región y de toda el área de Latinoamérica, hizo hincapié Alesina. Por ello, se actualizan bases en forma permanente y se van analizando los datos nuevos y su impacto. En ese marco, lo que se registra hoy es incertidumbre, porque “no se trata de una recesión tradicional, sino de una paralización de actividad” que en algunos casos no se da por razones económicas en sí mismas, sino por la decisión de parar actividades por el temor al contagio masivo, consideró el economista.

Es así que, desde el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social, actualmente no se tienen proyecciones de mediano plazo de variables fiscales. No obstante, la institución trabaja en investigación sobre Presupuesto y sobre la Reforma de la Seguridad Social, “y está claro que el país debe tomar medidas para mantener el grado inversor con las calificadoras”, apuntó el investigador.

También es evidente, según profundizó Alesina, que el déficit fiscal subirá en 2020, lo cual será una señal preocupante. “Pero también es claro que el gobierno está comprometido a reducir ese saldo en rojo, y el dato será menor el año próximo”, indicó.

Por ello, achicarlo a 2,5% del PIB -como se propuso el presidente Luis Lacalle Pou el miércoles al presentar a grandes rasgos el presupuesto para el quinquenio- “parece hoy un objetivo ambicioso, que requerirá medidas fuertes”, opinó el experto.