Germán Cardoso: “Cuando la pandemia pase, va a haber una explosión de turismo en el Uruguay”

Germán Cardoso, ministro de Turismo


A los 13 días de asumir, todos los proyectos que tenía en carpeta para impulsar desde su gestión quedaron, por ahora, paralizados. La aparición del Covid-19 en nuestro país modificó políticas y prioridades, en un sector que, a nivel mundial y local, es de los que más está sufriendo la pandemia. Pero cuando esto pase, dice, el país va a recibir una explosión de turismo no solo a nivel de visitantes, sino también en la captación de inversiones en el sector y en los servicios. Paso a paso, con protocolos sanitarios respaldados por los especialistas en salud, los motores del turismo comienzan a caminar, con el turismo interno en el centro de la actividad.

En un mano a mano con Empresas & Negocios, Cardoso se adentra en sus comienzos en la política, establece cómo se está trabajando y cuáles son las perspectivas de cara a la próxima temporada.

Por Oscar Cestau | @OCestau

Germán Cardoso nació el 1° de octubre de 1973 en Maldonado, en el Barrio Iporá.Su padre, abogado, y su madre, docente, tuvieron mucho que ver en el camino que tomó vinculado a la política. Dos hermanos varones, uno mayor y otro menor, completaban el núcleo familiar.

La etapa escolar la cursó en la Escuela N° 2, José Pedro Varela, de Maldonado, mientras que el ciclo liceal lo desarrolló en el Liceo Hermanas Capuchinas. Posteriormente, sus estudios continuaron en la Universidad Católica y luego en el Instituto Universitario de Punta del Este, donde cursó hasta 4º año de la carrera de abogacía, sin terminarla. En la Universidad Católica fue compañero de clase con el hoy presidente, Luis Lacalle Pou.

Por esas vueltas del destino, su primer trabajo en la formalidad fue a los 18 años, y estuvo vinculado al turismo.“Hubo un llamado de la Intendencia de Maldonado para cubrir 90 cargos de informante turístico, y nos presentamos 87, entonces todos quedamos contratados”, rememora Cardoso. Eran tiempos en que en la actividad privada se ganaba cuatro veces más que en la pública, por tanto,la gente optaba por los trabajos en el sector privado, y más en temporada.

Con 18 años, el objetivo era juntar algunos ahorros antes de llegar a Montevideo a hacer la facultad. “Empezar así y terminar de Ministro de Turismo forma parte de una linda anécdota en mi vida”, reflexiona.

Desde el 1º de marzo de 2020 ocupa el cargo de Ministro de Turismo.

Imagino que tenía muchos planes e ideas para impulsar desde el ministerio que quedaron de lado por la aparición del Covid-19. ¿Qué tenía en mente para el sector turístico?

Definitivamente, los planes eran otros porque nadie imaginaba que a la semana de asumir había que afrontar una pandemia mundial. Veníamos con la mochila llena de proyectos. Obviamente que siguen intactos, porque la pandemia va a pasar. Lo primero era incidir para transformar la cuenta de clientes turísticos del país y tratar de avanzar en todo lo que es extra región y no ser extremadamente argentino-dependientes. Sobre todo por las vicisitudes de la economía argentina que, lamentablemente, en los últimos años se dan mucho más seguido de lo que quisiéramos.

Entre argentinos y brasileños tenemos el 80% de los turistas que llegan nuestro país, pero con una particularidad: la cantidad de argentinos con respecto a brasileños es de 4.5 a 1. Estamos exactamente a la misma distancia territorial de la Provincia de Buenos Aires que del Estado de Río Grande del Sur, y son dos poblaciones bien parecidas en cuanto a millones de habitantes. Habíamos tomado la decisión de hacer una ofensiva fuerte en el mercado brasileño para intentar equilibrar esa cuenta con los turistas argentinos. Pero aunque nos hayamos puesto por delante el objetivo de captar mayor cantidad de turismo extra región, eso no significa que no queramos a los argentinos y brasileños. Vamos a hacer todo lo posible para seguir manteniéndolos y aumentar la cuenta.

¿Cómo pensaba atraer al turismo extra región?

En el mundo hay una muy fuerte corriente turística asiática en crecimiento. Son millones los asiáticos que al año salen de su zona, y hacen turismo, fundamentalmente en Europa y Estados Unidos, pero no vienen a América Latina. Antes de asumir me reuní con los ministros de turismo de países vecinos para plantearles vendernos como región, idea que fue aceptada. Una persona, para venir desde Asia para aquí precisa dos días de avión por un tema de conectividad aérea. Provienen de una cultura absolutamente diferente, lo mismo que el idioma, entonces no van a venir solo a Uruguay o solo a Argentina. Pero si nosotros nos presentamos como un destino regional, donde Argentina ofrezca lo mejor que tiene, Brasil lo propio, Uruguay, Chile y Paraguay lo mismo, coordinando las mejores potencialidades que cada uno tiene para ofrecer, creo que el resultado podría ser otro. Veníamos bien con eso, porque lo empezamos a elaborar y trabajar en enero y febrero, antes de asumir; incluso tuvimos reuniones presenciales. En mi caso, estuve reunido con todos los ministros del Mercosur en Madrid, en la Fitur, que fue a fines de enero, y después tuvimos varios encuentros por Zoom. Es más, el viceministro de Turismo de Brasil, que en los hechos es el que siempre está en la ejecución de la política de turismo de su país, vino a mi asunción el 1º de marzo, nos reunimos y seguimos desarrollando el tema.

Todas esas cosas han quedado en stand by, ya sabemos el motivo. Hoy hay todo un replanteo para barajar y dar de nuevo.

¿Qué otra línea de trabajo tenía en carpeta?

Otra era mejorar la conectividad aérea. Esto, no solamente para hacer crecer el turismo extra región, sino para lograr la captación y radicación de inversiones. Para muchos mercados, el hecho de no tener un vuelo directo es un obstáculo importante y a veces te descartan por eso. Con ese panorama, teníamos la expectativa de avanzar y así poder contar con, por los menos, dos o tres frecuencias directas por semanacon Nueva York, por ejemplo.

American Airlines anuncio que retomará los vuelos entre Miami y Montevideo el 5 de noviembre, después de suspenderlos en marzo, antes que se desatara la pandemia. ¿Se hicieron gestiones por parte del gobierno o la decisión de adelantar el plan es simplemente empresarial?

Cuando American Airlines, una semana antes de que aparecieran los primeros casos de Covid-19 en Uruguay, comunicó la decisión de interrumpir su frecuencia, inmediatamente me comuniqué con la Embajada de Estados Unidos y planteé la importancia que tenía para el país la conexión. La respuesta fue inmediata y había disposición por parte de ellos para buscar una solución, pero la aparición del coronavirus cambió todo. De todas formas, se continuó trabajando y logramos reconectar antes de lo previsto. Tampoco dejamos de lado la oportunidad de lograr también un vuelo con Nueva York. Eso lo vamos a seguir planteando.

Hoy hay un nuevo escenario y las prioridades son otras. ¿Cuáles son los pilares del plan que se está aplicando actualmente?    

El sector turístico es el que la está pasando más mal en el mundo. Hay sociedades y países que han ido al confinamiento, entonces eso implica que la gente no se mueva, que se quede quieta, que exista temor, y que más allá de las decisiones de gobierno donde algunos dejan entrar y otros no, porque eso es competencia de cada país, de cualquier manera, el turismo está severamente dañado. Dicho esto, en Uruguay la prioridad número uno del gobierno es seguir teniendo un estado sanitario excelente, cuidar la vida y la salud de los uruguayos, y esto requerirá de muchos protocolos para poder abrir el turismo. Hay que ser muy exigentes con los controles sanitarios, los análisis ylos test.Pero cuando la pandemia pase, va a haber una explosión de turismo en el Uruguay, con oportunidades muy interesantes no solo en lo que es la actividad en sí, sino también en la captación de inversiones en el sector y en los servicios; en un principio, adaptados a la nueva realidad más que a la prioridad, pero por ahora es lo que podés hacer.

¿La elaboración de protocolos fue lo que permitió ir dando las primeras señales para abrir la actividad?

En lo que tiene que ver con la actividad, rápidamente entendimos que debíamos elaborar protocolos para ordenar la actividad turística -fundamentalmente hotelería y gastronomía-, porque el mercado estaba lleno de buenas voluntades, pero todo el mundo, con la mejor intención, estaba haciendo su propio protocolo. Allí entendimos que como Estado teníamos que unificar y controlar que se aplicara, y ponerle una adición científica a cualquier plancon la participación de especialistas en salud. Entonces convocamos al Ministerio de Salud Pública (MSP), a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), al Congreso Nacional de Intendentes y a la Cámara Uruguaya de Turismo(Camtur). Era muy importante incluir al sector privado porque representa a miles de trabajadores que brindan servicios. Elaboramos los protocolos porque,de la misma forma que consideramos importante proteger la salud y la vida de los trabajadores y de los usuarios del servicio, también advertíamos que no iba a ser sencillo hacer que la gente recuperara la confianza en la seguridad de los establecimientos. Por eso homologamos los sellos de control de calidad que están en los comercios de gastronomía y hotelería visiblemente expuestos para que la gente los pueda percibir; y creo que eso ha ido generando el efecto que queríamos. Todo esto lo hicimos porque definimos que la fase uno iba a ser abrir el turismo interno. Si nos ordenábamos y teníamos una situación sanitaria buena, a lo primero que podíamos darle paso era a la actividad turística interna. Así lo hicimos, se hicieron los protocolos, y llegamos a las vacaciones de julio. Se elaboró un protocolo especial para reabrir el corredor termal de Paysandú y Salto, donde había entre 7.000 y 8.000 desocupados en el sector. No fue fácil, porque hubo presiones de ambos lados. Estaban los trabajadores con sus penas, absolutamente comprensibles, por la falta de actividad y los operadores con caja cero. Por otro lado, las fuerzas vivas también se pronunciaron, porque había dudas y miedo. Sin embargo, tomamos la decisión de hacerlo, fuimos bien estrictos, y no hubo un solo contagio ni reporte sanitario en termas. Abrimos con el 50% del aforo permitido, fue gente, pero la explosión se produjo en el feriado largo del fin de semana del 24 de agosto donde, en tres oportunidades, llegamos a tener que interrumpir el ingreso a termas porque se había llegado al máximo de personas que el protocolo permitía. Esta fue la muestra de que con el transcurso del tiempo la gente fue percibiendo y tomando confianza de que era seguro desarrollar la actividad turística en los lugares que estaban controlados.

 ¿Cuáles son las próximas fases?

Paralelamente con la fase uno del turismo interno desarrollamos la fase dos, que tiene que ver con la captación de inversiones vinculadas al sector turístico. De hecho, avanzamos en un llamado para construir un hotel con casino y puerto -un proyecto integral- en Atlántida. Acordamos conformar un equipo de trabajo para trabajar en el tema. Nos hicimos cargo, junto con la Dirección General, de conformar las bases para un llamado a interés de expresión internacional, por un plazo de 60 días, para un hotel con casino privado en la costa de Rocha. Y vamos a hacer lo mismo con un hotel casino en Carmelo, que es propiedad del Ministerio de Turismo y que ha finalizado la concesión. Vamos a hacer un llamado para, aprovechando esa estructura, hacerle las transformaciones que el privado considere, modernizarlo y poner un casino allí también con el objetivo de seguir traccionando el desarrollo de actividades en lugares que mueven y dinamizan mucho la economía.

Paralelamente, está la fase tres. Nosotros esperábamos llegar a setiembre con una situación sanitaria mucho más sana en la región para poder evaluar y planificar como iba a ser el desarrollo de nuestra temporada alta de sol y playa. Lamentablemente no se pudo, porque Argentina y Brasil están muy complicados, entonces nos vemos en la obligación de tener que estirar el tiempo y apuntar a hacerlo más a fines de octubre para ahí sí tomar una decisión final de cómo va a ser y en qué condiciones el desarrollo de nuestra temporada, entre otras cosas porque también el sector turístico necesita planificar con anticipación. Las aerolíneas necesitan hacerlo, y lo mismo la hotelería. No podemos esperar el 23 de diciembre para decirles qué vamos a hacer. Tenemos que tener tomadas decisiones serías y responsables a fines de octubre.

Tras un análisis que hizo el sitio, Mercado Libre informó hace unos días que en lo que respecta a la demanda de alquileres temporales de temporada, este año se nota un adelanto notorio en las búsquedas y contactos. Los números que generalmente se ven sobre octubre ya se alcanzaron en agosto. A la vez, se notan algunos cambios en las preferencias de lugares para vacacionar. Los balnearios más demandados en agosto fueron, en este orden, Punta del Este, Piriápolis, Villa Serrana, Atlántida, Punta del Diablo, La Paloma, Parque del Plata, Cuchilla Alta, San Francisco y Barra del Chuy. A su vez, los turistas buscan alojamientos más grandes y con mejores comodidades y servicios.

¿El Ministerio ya tiene señales del interés que existe tanto por parte de los uruguayos como de visitantes extranjeros para la próxima temporada de sol y playa?

Hay mucho interés de argentinos y brasileños. Es más, teniendo en cuenta las consultas, empezamos a percibir que, producto de la pandemia, las estadías se extenderían por mayor cantidad de días. Eso sería muy importante porque la permanencia de días genera mayor gasto por parte de los turistas y colabora en el sostenimiento de puestos de trabajo.

Históricamente, el termómetro es el feriado del 12 de octubre, pero con más intensidad que ese feriado, la tendencia se trasladó al del 24 de agosto.

Por otro lado, si apareciera alguna vacuna, o lográramos un control estricto que nos garantice que a quien autorizamos ingresar al país esté sano, hay una enorme posibilidad con Argentina de hacer crecer la cuenta de turismo; y hablo de argentinos de muy fuerte poder adquisitivo. Argentina es nuestro principal cliente en el turismo, pero si analizamos a qué destino van los argentinos cuando salen de su país, Uruguay no es el primero, sino el quinto. El primero es Estados Unidos, el segundo Caribe, tercero Europa, cuarto Brasil y después viene Uruguay. Y hoy, por un tema de estado sanitario garantizado, con el reconocimiento del manejo que hemos tenido en la pandemia y por la proximidad territorial, creo que Uruguay tiene una enorme chance de hacer crecer de manera significativa la cuenta de turistas del vecino país.

Eso sería un soplo de aire fresco muy importante para el sector.

El sector turístico aún mantiene un número importante de trabajadores en el seguro de paro. Con el ministro de Trabajo hemos ido renovando los créditos de seguro de paro cada 30 días en la medida que la situación así lo amerita. Cuando se desató la epidemia, pasamos rápidamente de 50 mil personas en el seguro de paro a 200 mil. En ese número había un fuerte componente de trabajadores vinculados al turismo de servicios. Paulatinamente, con la gradualidad de la reactivación del turismo interno, la cifra ha venido bajando, pero igualmente hoy tenemos hoteles que siguen cerrados, sobre todo los de gran porte, que trabajan con turismo extranjero y que tienen casino. El caso de Enjoy es uno de ellos, y hablamos de un complejo que ocupa a 1.200 trabajadores. Acá en Montevideo tenemos en la misma situación al Sofitel, que también da trabajo a un número importante de personas. Estos hoteles no han reiniciado las operaciones porque, lógicamente, quienes les hacen viable su negocio comercial son extranjeros, y hoy no pueden venir.

Pensando en beneficios, ¿es una opción la exoneración del IVA para los uruguayos?

Todo el tiempo ensayamos propuestas con el equipo económico, que son los que las estudian y los que terminan diciendo sí y no. Ojalá pudiéramos llegar a incentivos de este tipo. Hemos planteado ese y varios más. Lo que también sucede es que asumimos el gobierno con un déficit fiscal de 5.5 puntos del PBI, las alarmas estaban encendidas y, obviamente, la decisión era generar un ahorro en el primer año de 900 millones de dólares. A la semana surgió la pandemia, entonces no solamente no se puede lograr ese ahorro, sino que hoy llevamos gastados más de 800 millones de dólares extra que no estaban previstos; y eso es caja que sale del Ministerio de Economía. Se ha hecho un esfuerzo enorme por atender al sector turismo y servicios, fundamentalmente con el foco puesto en el operador más pequeño que es el que la más la sufre, porque la idea es que no desaparezca ninguno. Los esfuerzos económicos se han concentrado ahí y eso ha representado mucho dinero.

Al principio de la charla hizo hincapié en que hay que mejorar la conectividad. Ahí, más allá de la intención, hay un tema de tamaño de mercado. ¿Qué tiene en mente?

Hoy, como todo es barajar y dar de nuevo, también la crisis ha traído oportunidades. En base al prestigio que ha adquirido el país en el mundo, hay más de una aerolínea que no opera en Uruguay que está consultando acerca de la oportunidad de desarrollar actividades en el país, lo cual es un síntoma alentador. Ojalá que se concreten esas iniciativas, pero el hecho de que existan consultas ya es un dato alentador.

¿Se puede replicar lo que hizo la administración anterior, de subsidiar aerolíneas para que determinados vuelos lleguen a Uruguay?

Más que subsidios, son incentivos que forman parte del desarrollo de una actividad comercial. Yo soy partidario, creo que estaba bien hecho por parte de la administración pasada.

La administración anterior lo hacía mediante la compra de asientos.

Exactamente, y publicidad del destino. Cuando uno sube al avión, esa compañía tiene videos, revistas, pero no solamente en el vuelo que viene a Uruguay sino en los que hace esa aerolínea en todo el mundo. En síntesis, es entrar a formar parte de un paquete de promoción en todo el mundo en todos los vuelos de esa compañía. Eso tiene un retorno importante. No podemos darnos el lujo de perder la conectividad con Europa, entonces hay que hacer los esfuerzos necesarios. Hoy tenemos cinco frecuencias semanales con Europa, vamos en camino a recuperar la conexión con Estados Unidos en noviembre, y la aspiración es a profundizarla, hacerla crecer.

Hoy Uruguay es con el único país de la región con el que Europa reconectó.

¿Qué ideas tiene en materia de promoción?

Necesariamente tenemos que invertir en promoción porque somos un país en el cual el 90% de su turismo es extranjero. En proporción a su población, Uruguay es el país latinoamericano que más turismo recibe. El pico de cuatro millones de turistas de 2017 supera a nuestra población. Esos números, en el mundo, son excelentes. Madrid es la ciudad más visitada del mundo, y España, que es el país del mundo que más turismo recibe, tiene en el orden de 40 millones de habitantes y acoge 87 millones de turistas, es decir, el doble de su población.

En la región, Brasil tiene 212 millones de habitantes y recibe siete millones de turistas extranjeros. ¡Y nosotros cuatro millones! Comparativamente es como que Brasil recibiera 300 millones de turistas. Eso hace que tengamos que seguir trabajando con mucha determinación en la promoción del país porque, más que nunca, nos volvimos un destino mucho más atractivo que antes. Hoy estamos en el radar del mundo, saben de Uruguay, preguntan y la búsqueda del país en internet se ha multiplicado a partir de cómo Uruguay ha llevado esta situación de pandemia. Al aparecer las noticias de Uruguay millones de personas buscan qué se está haciendo acá que ha dado tan buenos resultados en materia sanitaria. De paso miran cómo somos, qué tenemos, qué producimos… Tenemos una posibilidad enorme de promocionar nuestro destino más allá de lo que ya esta fidelizado como destino de sol y playa, desestacionalizando el turismo, logrando cautivar corrientes de visitantes entre marzo y noviembre.

Ahí tenemos estancias turísticas, termas, ecoturismo, agroturismo, turismo de viñas, la ruta del vino… El turismo de la vitivinicultura viene creciendo de forma significativa y en pandemia sigue en desarrollo.

Hoy hay grandes eventos deportivos en el mundo que marcan el movimiento de corrientes turísticas fuertes y de gran poder adquisitivo detrás. Lo hemos conversado con el presidente, Lacalle Pou, y el director de la Secretaría Nacional de Deportes, Sebastián Bauzá, porque queremos apuntar a lograr la captación de esos eventos deportivos, como regatas, automovilismo, motocross.

Ahora vamos a estar haciendo el sudamericano de rugby, un logro que se ha hecho realidad trabajando en común con la Secretaría Nacional de Deportes. Ese tipo de actividades, aparte de lo que mueve el evento en sí, genera ocupación de hotelería no solo de los deportistas, sino de todo lo que rodea a las delegaciones, lo mismo con el transporte, lo que consumen, pero aparte de eso, es promoción para el país porque la televisación va para todo el mundo. Eso también nos promociona como destino.


Profesionalizar la gestión

¿Cuál es el modelo de gestión que pretende implantar en el Ministerio?

Para nosotros ha sido una etapa muy interesante la que debimos recorrer, porque la realidad así lo marcó. La actividad se vio limitada al turismo interno, entonces hemos podido enfocarnos bastante en el ordenamiento de nuestra gestión y la proyección de la misma. Por el momento estamos evaluando, con nuestros grupos técnicos, todos los proyectos de desarrollo turístico que estaban en marcha, sobre todo poniendo atención en los resultados. Obviamente, hemos hecho ajustes, que es normal en toda administración, porque cada una tiene su estilo y su modelo de gestión.

Desde el día uno hemos apostado a un vínculo fuerte y de ida y vuelta con el sector privado. En las decisiones y en la gestión hemos involucrado a los cuadros técnicos y a los funcionarios de carrera del Ministerio.

Los programas BID que se estaban desarrollando entendemos que tienen que tener mucho más conexión con el desarrollo de la planificación del Ministerio y no ir por una vía paralela, como estaba ocurriendo, sino formar parte de un mismo modelo de gestión, porque entendemos que sería bueno aplicar un modelo común de desarrollo en todas las áreas.

Este es el Ministerio que menos funcionarios tiene –alrededor de 170 en todo el país-, y en ese sentido tenemos necesidades, porque de ese número, en este período un 30% va a tener causal jubilatorio.Hay que profesionalizar mucho más la gestión, pero, repito, tenemos necesidades notorias de recursos humanos.

Queremos darle un fuerte desarrollo al turismo por regiones, en el entendido de que una región no solamente tiene que tener sintonía y vasos comunicantes a partir de la topografía y la geografía sino también en la cultura. En ese sentido, apuntamos al desarrollo a través de cinco regiones: sur, centro, este, litoral y norte.


La influencia de Batlle y Ordóñez

¿Cuándo empezó a militar en política?

Formalmente fue en el 92, cuando me vine a Montevideo a hacer facultad, pero de niño ya tenía cierta influencia. En el resurgimiento democrático yo tenía 12 años, y era un mundo nuevo para todos. Provengo de un hogar plural, con padre colorado y madre del Partido Nacional;ambos con militancia. Aunque era un chiquilín,ese ambiente enseguida despertó mi interés. Recuerdo que aquella campaña política, por todas las razones y condiciones, fue muy fermental, de muchísima participación y pasión. Transitando la adolescencia,todo eso me atrajo. Iba a movilizaciones y caravanas con mi padre y con mi madre, de los dos partidos.

Posteriormente, en marzo de 1992, cuando estaba en Facultad de Derecho, un amigo me invitó a participar más activamente y surgió mi vinculación con la juventud del Foro Batllista,movida que terminó en la elección del 94 con Julio María Sanguinetti electo presidente por segunda vez. Ahí encabecé una lista a la Junta Departamental en Maldonadocon 21 años.

La historia de Batlle y Ordóñez me sedujo tremendamente. Creo que la gente, en este país, inconscientemente, es batllista, porque la vida de la sociedad hoy tiene una marcada influencia de esa corriente. Por lo menos yo lo interpreto de esa manera.


Perfil político

En 1994 fue líder y candidato a la Junta Departamental de Maldonado por la lista 2008 del Partido Colorado, perdiendo la banca de edil por 48 votos. Cinco años después volvió y consiguió el objetivo. Fue electo Convencional Departamental del Partido Colorado (período 1994-1999).

En abril de 1999 fue reelecto Convencional Departamental (período 1999-2004) y en octubre fue electo por el departamento de Maldonado como segundo suplente del representante nacional Alejo Fernández Chávez (período 2000-2005), que era el diputado en el momento.

En 2000 fue fundador de la lista 73 del Partido Colorado en el Departamento de Maldonado y candidato a la Junta Departamental de ese departamento. En ese momento, ya con la reforma establecida, las elecciones nacionales y departamentales iban por períodos diferentes. Precisamente en las departamentales de mayo salió electo edil por dicha lista del Partido Colorado (período 2000-2005).

En 2001 fue designado edil vicepresidente de la Junta Departamental de Maldonado (período 14 de junio de 2001-14 de julio de 2002).

En la elección de octubre de 2004 fue electo diputado por Maldonado, representando a la lista 73.

En 2005 integró la comisión de Turismo y Deportes y fue delegado en las Comisiones de Constitución, Códigos, Legislación General y Administración y la Comisión de Asuntos Internos de la Cámara de Representantes.

En 2005, integró la Comisión de Equidad y Género, Adolescencia y Juventud del Parlatino.

El 14 de febrero de 2008 anunció públicamente su incorporación al nuevo sector del Partido Colorado, «Vamos Uruguay», bajo el liderazgo de Pedro Bordaberry, conformando una nueva Agrupación departamental denominada «Vamos Maldonado».

En las internas de 2009 se alzó con la mayoría absoluta de la votación colorada en su departamento, saliendo electo Convencional Departamental y Convencional Nacional y reelecto diputado. En ese período fue el primer suplente al senado de Pedro Bordaberry.

Presidente de la Cámara de Representantes de Uruguay entre el 1° de marzo de 2013 y el 1° de marzo de 2014.

Fue Secretario General del Partido Colorado entre el 15 de diciembre de 2014 y el 23 de mayo de 2017.

De cara a las internas de junio de 2019, adhirió a la agrupación Batllistas, apoyando la precandidatura de Julio María Sanguinetti.

Representante Nacional por Maldonado entre el 15 de febrero de 2005 y el 14 de febrero de 2020.

Designado Ministro de Turismo a partir del 1º de marzo de 2020.


Señas de identidad

Germán Cardoso, de 47 años, está casado y tiene una hija que a finales de este mes cumple 15 años. “Tiene la fiesta suspendida por el Covid-19”, se apura en aclarar.

Entre sus hobbies destaca las actividades que tengan que ver con la naturaleza, el aire libre y el deporte. “Hago mucha bicicleta, gimnasia, y me encanta el fútbol. Jugué enlas inferiores de Deportivo Maldonado…llegué hasta Tercera División”, cuenta.

 ¿Posición en la cancha?

Puntero derecho.

¿Hincha de?

Hincha y socio de Nacional.

¿Tres jugadores de Nacional?

Waldemar Victorino, Rubén Sosa y Hugo de León.

Las vacaciones soñadas: ¿playa, campo o montaña?

Playa, siempre playa.

¿Algún rincón preferido del Uruguay que no sea en Maldonado?

Hay varios. La Quebrada de los Cuervos y Valle del Lunarejo son dos lugares espectaculares.Los uruguayos no saben lo que tienen ahí. Son lugares en los que hay microclimas espectaculares: agua, vegetación, fauna… es Costa Rica en Uruguay.

Punta del Diablo me gusta mucho. Me encanta La Charqueada. Navegar el Río Cebollatí desde La Charqueada hasta la desembocadura con Laguna Merín, con esas dunas que sobresalen es de los paseos más lindos de este país. No hay accesibilidad por carretera en esa parte del río, entonces tenés que ir y embarcarte. La Isla del Padre, sobre el Cebollatí, es otro lugar encantador.

¿Qué tres características lo definen?

La honestidad. Por más dura que sea la respuesta, siempre prefiero ser honesto y no generar falsas expectativas en situaciones que tienen que ser de una sola forma. Tengo determinación. Trabajo duro por los objetivos que me pongo por delante siempre. La perseverancia es otra de mis características.