Uriarte sobre la UAM: “Hasta ahora la intendencia resuelve y le rinde cuentas a la propia intendencia”

Carlos María Uriarte, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca


En diálogo con CRÓNICAS, el actual ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Carlos María Uriarte, se refirió a varios temas de su cartera, entre ellos el vinculado a la Unidad Agroalimentaria (UAM). Dijo que detrás de la presentación de los artículos en la ley de Presupuesto sobre el asunto hay tres aspectos a tener en cuenta: la transparencia, la descentralización y la democratización. Acusó a la comuna capitalina de no presentar balances desde 2018, lo que incide en la decisión del Ministerio de tomar cartas en el asunto. A su vez, señaló que cuando llegó a la cartera se encontró que era “como una anarquía, donde cada uno hacía lo que le parecía a su libre y sano entender”.

Romina Peraza | @romiperaza 

– ¿Qué evaluación hace de estos primeros meses de gestión?

– Todo fue condicionado por un inicio bastante accidentado y poco predecible. A los seis días de haber asumido tuvimos que decretar una emergencia agropecuaria por sequía, y a los 13 hubo una declaración de pandemia. A la vez, había que ir conformando y conociendo el ministerio y viendo cómo se desarrollaba todo eso que no fue menor.

– ¿Con qué situación se encontró dentro del ministerio?

– Lo defino siempre como una anarquía, donde cada uno hacía lo que le parecía a su libre y sano entender. Sin ánimos de criticar, pero cada uno funcionaba de forma independiente, no había un sentimiento del ministerio con un objetivo común.

Tuvimos que ir tratando de unificar todas esas partes en búsqueda de un solo ministerio. Con graves carencias locomotrices; desde 2015 no se reponían vehículos, 30% de la flota estaba con serias dificultades de funcionar.  

Hay algún tema que nos condicionó mucho, y es que parte importante del funcionamiento del MGAP, que dependía de créditos del exterior, o sea, vía endeudamiento. Y esa es una concepción del ministerio que no la podemos ni pensar. Durante años, mucho de lo que hizo el ministerio fue debido a créditos del exterior, a endeudamiento de todos los uruguayos. Eso es parte de definir cómo estaba funcionando el ministerio.

– ¿En qué está trabajando la cartera para beneficio de los productores? ¿Qué sectores son los más damnificados?

– Todo el trabajo que hacemos no solo es beneficio para los productores, porque la concepción que tenemos es de país, de gobierno. Debemos tener en cuenta a la parte industrial, a la comercial, hasta al consumidor. Pero todo nace en el sector productor.

Voy a decir los que están bien y los que están peor. Probablemente el sector de carne vacuna sea el más fuerte. Estamos hablando del principal rubro exportable en Uruguay. Y si bien la madera está cada vez más sólida, lo va a superar en cuanto a generación de divisas. Pero esas divisas se van del país y no regresan, que es la gran diferencia que tiene con la carne vacuna, que sale pero entra.

Tenemos una demanda muy fuerte de la carne vacuna y va a seguir siendo el principal rubro exportable -no el más grande, pero sí el principal-, y tenemos dos áreas grandes para trabajar y que son las que esperamos tengan más rápido retorno. Uno es el acceso a los mercados, donde este rubro deja casi US$ 300 millones por año para vender nuestros productos. El otro es el potencial biológico-productivo que hay en el campo, sobre todo en la parte reproductiva, que estamos teniendo porcentajes de marcación y destete muy bajos.

El otro sector que está pasando un buen momento es el arroz, que cierra un ejercicio positivo luego de varios negativos, y con una perspectiva para la próxima zafra muy buena, que están limitadas por la falta de agua en las represas. Solucionado eso, esperamos que se podría dar hasta un incremento.

Pero los rubros que visualizamos como más importantes para el país son la lechería y la producción ovina.

La lechería no está estancada porque sigue siendo un rubro importante, pero se podría dividir en tres. Seguimos con un drenaje que ha mermado un poco de la pérdida de productores que son los más chicos; se ha atenuado la tarea pero los seguimos perdiendo. Pero es un sector que no solo se define por el tamaño, porque hay productores chicos que tienen resultados muy buenos, que demuestran que la lechería en Uruguay no solo es posible sino que puede llegar a ser bastante rentable.

Por otro lado, la lana y el rubro ovino están pasando un momento crucial. La lana tiene la mitad de la zafra anterior vendida, y arrastra un 20% de las anteriores, y para la que se está empezando a esquilar ahora no hay mercado.

El rubro ovino se encuentra amenazado por tres limitantes. Una es el abigeato, que hemos podido dar señales al respecto. Otro es el daño de la jauría de perros, que desgraciadamente todavía no hemos podido dar respuesta, pero estamos trabajando para hacerlo en la brevedad. Y está la bichera, que es una plaga que afecta muy fuerte a este sector. En ese sentido, estamos trabajando para tener un proyecto para el control y la erradicación de la enfermedad.

– El movimiento Un Solo Uruguay alertó por el aumento de los costos. De hecho, publicó una placa donde cuestionaba la promesa de campaña del presidente de no subir impuestos. Teniendo en cuenta que usted formó parte de movimiento en algún momento ¿qué opinión tiene del reclamo que hicieron?

– No me atrevo a juzgarlos. Yo los acompañé mucho, fui uno de los que pidieron para hablar con el presidente de la República y se nos negó la audiencia; se nos dijo en diciembre (de 2017) que no tenía fecha hasta febrero. Y eso fue lo que desató el movimiento Un Solo Uruguay, los autoconvocados en aquel momento. Eso fue el 23 de enero de 2018, en Durazno. 

Creo que en Uruguay todo el mundo puede expresar lo que quiere y cuando quiere. Hay quienes nos comprometemos con lo que decimos, y si lo decimos, además estamos a las órdenes para hacer. Hay otros que prefieren seguir haciendo lo mismo y hablando con más libertad.

– ¿Un Solo Uruguay en qué grupo estaría?

– Hay de todo en Un Solo Uruguay. Yo no estoy más, pero lo sigo, y en ese aspecto creo que las críticas constructivas son siempre bien recibidas. Creo tener un buen relacionamiento y los hemos recibido. Hay que fomentar la crítica constructiva y comprometida.

En conclusión, yo no los desconozco como movimiento, y me merecen respeto, los escucho.

– Por otro lado, hace algunas semanas, en entrevista con CRÓNICAS, el presidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) expresó que se quedaron sin fondos de reserva porque no cobraron la deuda que el Estado mantiene con ellos. ¿Se tiene previsto pagar finalmente ese dinero? ¿Cuándo sería?

– Es una discusión que está en el propio INIA aún. Las gremiales de productores resolvieron este año colaborar con el Fondo Coronavirus. Manejaron la deuda que el gobierno mantenía con el INIA, como diciendo “bueno, si lo precisan úsenlo”.

En eso está. El tema es decisión del INIA. Esa deuda no se pagó.

-¿Pero por qué sería así? Porque cuando Bonica (presidente del Instituto) habló con CRÓNICAS dijo que no era el momento de cobrarla, pero en algún momento quisieran.

-Es eso. Creo que quizás no es el momento de cobrarla, pero la decisión de los productores era entregarla al Fondo Coronavirus.

Se refirió al porte de armas y respaldó que los productores las utilicen. ¿Por qué? ¿Estas afirmaciones cuentan con el apoyo del gobierno?
– Lo que dije es que los productores deberían tener tenencia de armas. Lo dije porque hubo un accionar de un productor de Salto que encontró un perro atacando sus animales y lo mató. Y terminó siendo procesado y formalizado por tenencia ilegal de armas.

Partimos de la base que el productor tiene el derecho de tomar ese tipo de acciones cuando encuentra cualquier animal haciéndole daño a su persona o en los factores de producción. Y puede además ir por daños y prejuicios contra quienes sean dueños de esos animales.

Hoy, para tener la tenencia de armas, la prueba de balística hay que hacerla en Montevideo. Con el Ministro Larrañaga y el jefe de Policía esta prácticamente encaminado para que esa prueba se pueda hacer en el Interior. 

¿Qué evaluación hace de la Expo Prado teniendo en cuenta la situación sanitaria?

– Aprovecho la oportunidad para felicitar el coraje y la determinación de la Asociación Rural (ARU) de llevar a cabo esta exposición, porque no fue una decisión de un día para el otro. Dentro de siete días sabremos si podemos festejar o producimos algún brote. Pero se tomaron todas las medidas sanitarias.

Hay que destacar el apoyo de las empresas que estuvieron. Además, hubo que  diversificarse; y se mostraron pero de otra manera. Este año lo vi mejor, hasta más disfrutable, porque se podían ver más las cosas. Hubo alguna dificultad de diseño en los galpones, que vamos a ver cómo podemos solucionar para no perder esas reliquias históricas.

Nos dejó muy contentos todo lo realizado porque se tuvo en cuenta el riego que corría la cabaña nacional. Hay que tener en cuenta que muchos de esos animales llevan dos o tres años de preparación para llegar a esta instancia, y si esta no se da, es un año de trabajo perdido. Era fundamental darles el espaldarazo.

– Usted lamentó la ausencia de ejemplares de lechería en la Rural. ¿Cree que se debe a la situación del sector?

– Cometí un error ahí porque hablé de lechería pero en realidad la que faltó fue la holando. Estaba la normando y la jersey. La holando nunca faltó a ninguna exposición, por eso lo lamenté, y unas de las razones fue el galpón que no estaba en condiciones. Porque aparte refleja a toda la familia del tambo, y no tenerlo es alguien que falta y se hace notar. 

En el cierre de la Expo Prado, el presidente de la ARU, Gabriel Capurro, expresó que “aunque todos podemos estar de acuerdo en que la desigualdad extrema no es deseable, la realidad es que la desigualdad de ingresos va a existir siempre por la propia naturaleza humana, y es justo que así sea. Las personas somos todas distintas, tenemos objetivos de vida diferentes, actitudes y aptitudes diferentes, y actuamos y trabajamos en consecuencia. Las diferencias existen y van a existir siempre entre las personas, y por lo tanto en los ingresos, que no pueden ni deben ser iguales”.

-¿Está de acuerdo con los dichos de Capurro?

-Hubo dos términos ahí… puede ser que no sea justo, pero es real. Lo que él dice refleja una parte de nuestra realidad. Desearíamos todos que los ingresos que cada uno tenga estén acordes a sus capacidades y limitaciones personales. 


Una demanda de los productores

-Acusan al ministerio de “apropiación” de la Unidad Agroalimentaria. ¿Por qué debe pertenecer al MGAP y no a la IM?

-No es acusar. Voy a dar las razones que nos llevaron a presentar esos artículos dentro de la ley de Presupuesto.

Primero que era una demanda de los productores. Eso surgió de la Junta Nacional de la Granja. Muchos productores y gremiales nos transmitieron aisladamente ese deseo. Después, cuando se puso en duda lo que nosotros dijimos, convocamos a las gremiales y asistieron 12, que representaron el 90% del sector. Porque los costos que tenían para poder acceder a los servicios de la UAM eran prácticamente inaccesibles para ellos. Querían una revisión.

Segundo, a través de la UAM se comercializa entre el 60% y 80% de las hortalizas y frutas que los uruguayos comemos. Desde ahí se determina una referencia de precios para todos esos rubros y normas de comercialización que inciden a nivel nacional. Y eso, entendíamos, no debía quedar a juicio de un gobierno departamental, era un interés general. Y es el gobierno el que debía tener la decisión.

Lo que se planteó es la propuesta y necesidad de que este tema, ampliado, debería ser considerado a nivel de Parlamento. Pero eso no quiere decir que no haya apertura al diálogo. Y de hecho se está dialogando.

-En entrevista con CRÓNICAS, José Saavedra -jerarca de la UAM- expresó que las gremiales de productores que mostraron su preferencia hacia el MGAP como administrador del proyecto son “unas pocas” y que están vinculadas “con los subsidios” que otorga el ministerio. ¿Qué opinión tiene sobre estos dichos?

-Ante esos dichos citamos a 13 gremiales. Si él considera que esas instituciones no representan, lo dejo a criterio de él. Pero incluso muchas de ellas que estaban en la carta que se hizo pública, rechazaron el mensaje de la UAM que correspondía a él y decía que era en nombre de esas gremiales. Y ellas expresaron claramente que no la apoyaban. 

– El presidente dijo desconocer la decisión del MGAP. ¿Por qué no se lo consultó? ¿No era de orden hacerlo teniendo en cuenta que es un tema tan importante?

– Él lo aclaró. Estaba enterado, debidamente informado y lo apoyó. Probablemente no estaba al tanto de todos los artículos. Él lo aclaró públicamente. No tengo que referirme más que a las palabras que él dijo. 

– ¿Cuánto invirtió el ministerio y cuánto la IM en la Unidad Agroalimentaria?

– Te puedo decir lo que el ministerio hizo: se comprometió, el gobierno anterior, en darle US$ 15 millones a los cuales la Intendencia adelantó en un fideicomiso US$ 13 millones. Cuánto puso la comuna, tendrías que preguntárselo a ella.

Nosotros no podemos tener más información porque desde el 2018 no se presentan balances, y deberían haberse presentado. Hay tres aspectos básicos: trasparencia, descentralización y democratización. Esos son los tres espíritus fuertes que hay detrás de la presentación de esos artículos en la ley de Presupuesto.

-¿Había falta de transparencia antes?

-Si sos periodista averigua quién decide, cómo se toman las decisiones, cómo se otorgan las licitaciones, a quién se le rinden cuentas.

En la propuesta nuestra está la Auditoría Interna de la Nación. Hasta ahora la intendencia resuelve y le rinde cuentas a la propia intendencia.