Pese a la incertidumbre generada por el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, que se dio contra (casi) todos los pronósticos, no le va a ser tan fácil concretar muchas de sus promesas de campaña que tanto sedujeron a sus seguidores estadounidenses y alarmaron al mundo entero. Esto, a su vez, puede derivar en la pérdida del apoyo de sus votantes, según explicó el politólogo Daniel Chasquetti en diálogo con CRÓNICAS.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
El levantamiento de un muro en la frontera con México, la aprobación de la tortura, la prohibición de la entrada de los musulmanes, la política contra la inmigración, el cierre de las puertas a los refugiados, el combate al Estado Islámico y el derecho de portar armas, fueron algunas de las medidas más polémicas anunciadas por el magnate.
Pero ¿es realmente posible que cumpla con estas promesas? Para Daniel Chasquetti, si Trump pretende lograr esos objetivos, va a tener que enfrentarse a muchos bloqueos, producto de la institucionalidad de la democracia estadounidense, diseñada justamente para que el presidente no tenga demasiado poder.
Aunque visto de afuera el presidente de EE.UU. parezca el más poderoso del mundo, inmerso en el sistema institucional norteamericano es un actor político relativamente “débil”, aseguró el politólogo, dado que “no tiene un poder institucional como suelen tener los presidentes latinoamericanos, que tienen poder de decreto, poder de iniciativa exclusiva”, como consecuencia de que “las constituciones latinoamericanas les han ido dando a sus presidentes cada vez más poder”.
El primer mandatario estadounidense ni siquiera tiene la iniciativa legislativa, por lo que está obligado a tratar vis a vis con el Congreso, que durante los próximos años tendrá un rol fundamental. Y por más que el Partido Republicano tenga mayoría, no todos sus miembros comparten las posiciones que esgrimió Trump durante la campaña electoral.
En cuanto a las propuestas programáticas que lanzó a lo largo de la campaña, como las relativas a la política comercial y la rebaja de impuestos, según el analista, tienen más posibilidades de concretarse que las promesas “estridentes” anteriormente mencionadas.
“Es probable que haya acuerdo en bajar impuestos, que es una línea programática histórica de los republicanos, pero no está clara la salida del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, proclamado por éstos históricamente. Ahí Trump va a tener algunos límites políticos e institucionales relativos al Congreso”, opinó.
Agregó que también va a encontrar restricciones en la Suprema Corte de Justicia (SCJ) si mantiene algunas ideas respecto a establecer las medidas con los inmigrantes, los refugiados y los musulmanes, para lo cual va a necesitar nuevas leyes, porque con la legislación actual no puede unilateralmente tomar decisiones de ese tipo.
“Una cosa es el Trump candidato con sus propuestas polémicas, y otra cosa va a ser el Trump gobernante, que va a tener que toparse con estos obstáculos que no son casuales, tienen que ver con el diseño institucional de EE.UU., con la idea de los checks and balances (pesos y contrapesos), que lo que buscan de manera deliberada es quitarle poder al presidente y en todo caso repartirlo, a nivel horizontal entre el Poder Judicial, el Congreso y el presidente, y a nivel vertical entre el gobierno central y los Estados. Me costaría mucho imaginarme cómo se las va a ingeniar para que un Estado derogue una legislación que está vigente. Eso tiene que ver con la propia conformación de EE.UU. como país, el gobierno central no puede imponerle a los Estados cualquier legislación, ya que éstos tienen un margen de autonomía”, argumentó.
Si Trump quiere llevar adelante las propuestas, sostuvo, va a tener que romper con ciertas reglas institucionales y eso sería dramático, además de que es algo que nunca ha pasado y se generaría una crisis política sustantiva. A su vez, dijo que el presidente corre riesgo de perder el apoyo de quienes lo votaron, ya que le será muy difícil cumplir con lo prometido, dadas las preferencias que predominan en el Partido Republicano.
Sobre la forma en la que podrá afectar a Uruguay la victoria de Trump, el politólogo afirmó que no va a haber grandes cambios, puesto que modificar políticas no va a ser sencillo para él. “Si busca cerrar la economía, yo creo que va a ser difícil que el Congreso lo apruebe”, estimó.
¿En qué se diferencian Novick y Trump?
Consultado acerca de la probabilidad de que a Uruguay le toque lidiar con un político del estilo de Trump, y considerando la frecuente comparación entre él y Edgardo Novick, líder del recién inaugurado Partido de la Gente, Chasquetti aseguró que si bien ambos son millonarios (según la escala de cada país), outsiders y plantean un discurso desideologizado, las posiciones de Novick son muy diferentes a las afirmaciones “temerarias” que ha hecho Trump.
“Ni sus ideas sobre los latinos y las mujeres, ni la defensa de la discriminación ni sus propuestas respecto a la política inmigratoria están presentes en Novick, por tanto yo creo que estamos lejos desde esa perspectiva, es decir, de que acá aparezca un fenómeno xenófobo como Trump”, aclaró.
Sin embargo, indicó que si los partidos políticos uruguayos dejan de sintonizar con la gente, pueden aparecer opciones nuevas, distintas, que generen fenómenos políticos. “Igualmente creo que Novick va a encontrar serios obstáculos para crecer, porque los partidos políticos en Uruguay no están tan complicados como en EE.UU. o en otros países de la región”, concluyó.