En conferencia de prensa realizada ayer martes, el presidente de Antel, Gabriel Gurméndez, anunció los resultados del primer informe de una auditoría de la firma Ecovis, abocada a los gastos y gestión del Antel Arena. Según informó el jerarca, el gasto total de la obra fue de unos US$ 118 millones hasta el 30 de junio de este año. Asimismo, afirmó que resta pagar unos U$S 48 millones, lo que equivale a casi la mitad del costo total del proyecto.
El monto inicial que se manejaba para la construcción del Antel Arena era de US$ 40 millones. La realidad muestra que asciende a casi el triple de aquella estimación original. En conferencia de prensa, ayer martes el presidente de la empresa estatal, Gabriel Gurméndez, anunció los resultados del primer informe de una auditoría de la firma Ecovis, abocada a los gastos y gestión del Antel Arena. Así, según el informe, el gasto total de la obra fue de unos US$ 118 millones hasta el 30 de junio de este año.
Según precisó el jerarca, esa cifra “equivale a casi un año entero de las inversiones de Antel”. Asimismo, expresó que son recursos que se podrían haber canalizado en otras áreas, por ejemplo, en proyectos en el Interior del país.
De ese monto, el ente aún debe a los prestadores US$ 48 millones; es decir, casi la mitad del total. Gurméndez señaló que desde la empresa que dirige se quiere renegociar esa deuda.
Por otro lado, el empresario subrayó que los auditores -cuando se focalizaron en los balances financieros de Antel- pusieron un valor inicial a la obra de US$ 36 millones “en base a lo que podía llegar a ser el valor futuro de ese activo”.
“Se fue gastando”
Durante su alocución, el titular leyó un pasaje del informe de la auditoría, focalizado en la evaluación de gestión para la construcción por parte de Carolina Cosse, quien presidía Antel en el momento. Así, el documento detalla que “cuando se aprobó el proyecto del complejo Antel Arena existía un plan de negocios incompleto”.
Por esta línea, se dictaminó que el inicio de la obra se dio “sin la existencia de un cronograma, ni de un plan de calidad, ni presupuesto financiero”. Si bien se encontró que durante la ejecución de la obra se desarrolló un cronograma y se establecieron plazos, “el mismo fue incompleto en todo momento y los plazos no se cumplieron”.
Otros aspectos detectados fueron: debilidades en la gestión del proyecto; falta de definiciones en controles y procesos; matriz de responsabilidades incompleta; dificultad en el inicio de actividades correspondientes a la gestión de riesgos y anticipación de problemas; incompleta definición del alcance del proyecto; plan de gestión de calidad inexistente; y una falta de definiciones al plan de comunicaciones.
A modo de conclusión, la evaluación elaborada por la auditoría estableció que “no pudimos verificar que haya un control financiero con seguimiento y comparación con el presupuesto financiero. Todo parece indicar que se fue gastando a medida que fue necesario”.
El porqué de la cuestión
Según Gurméndez, se decidió realizar esta auditoría debido a “las solicitudes de los medios y de la opinión pública” por conocer el monto final total de la obra del Antel Arena.
En tanto, adelantó que falta todavía una segunda etapa del proceso, que se focalizará en tópicos como la contratación de insumos, equipamientos y servicios asociados.
Al respecto, el presidente de Antel sostuvo que hasta no tener la “película completa” no es posible saber qué consecuencias tiene esta inversión mayor de lo previsto. “Lo que puedo decir es que esta cifra es muy difícil de descontar en el plazo de 30 años que establece la concesión del Antel Arena”, comentó. Al continuar sobre este punto, agregó que “el panorama es incierto” sobre qué hacer, pero aseguró que “este Directorio va a llevar adelante todas las acciones necesarias para minimizar las pérdidas y que el Antel Arena opere con la mínima pérdida para Antel”.
