Andrea Roth, presidenta de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU)
El sector exportador se vio afectado por la pandemia, pero las perspectivas para el año próximo son alentadoras. Para lograr el crecimiento esperado, la Unión de Exportadores (UEU) planea llevar adelante diversas acciones, entre las que se encuentra la generación de una Estrategia Nacional de Exportaciones.
¿Cuáles son las expectativas que tiene para el sector en 2021, teniendo en cuenta el contexto por el que atraviesa el país y el mundo, como así también la desaceleración mundial de la economía?
Desde la UEU estamos trabajando fuertemente para que el 2021 sea un año de crecimiento, en el que las empresas logren recuperarse de los efectos de la pandemia y que puedan exportar incluso más que antes. Las proyecciones de organismos y analistas apuntan a un crecimiento de prácticamente todas las economías el año entrante y esa es una muy buena noticia para Uruguay, ya que la mayor dificultad en 2020 fue la caída de la demanda en los mercados de destino.
El impacto de la pandemia fue diferente en los distintos rubros y las expectativas también varían según el tipo de exportación. No fue igual el efecto en las exportaciones de alimentos –que en mayor o menor medida lograron exportar todo el año-, que las exportaciones de bienes industriales finales o intermedios no alimenticios. Estos últimos dependen en buena medida de la normalización de los centros comerciales y de actividades que se vieron pausadas a nivel mundial.
¿Cuál es el trabajo que está haciendo actualmente la UEU para lograr ese crecimiento exportador?
La UEU viene gestionando dos agendas, una de corto plazo y otra de mediano y largo plazo. La de corto plazo surge de grupos de trabajo enfocados en tres grandes temas que son los más relevantes para los exportadores: logística y conectividad, costos de producción y acceso a mercados. Estos grupos apuntan a detectar dificultades específicas, buscar soluciones y plantearlas a las autoridades o a quien corresponda. Esta metodología de trabajo ha sido efectiva y se van logrando resultados.
En la agenda de mediano y largo plazo tenemos la generación de insumos para aportar a una Estrategia Nacional de Exportaciones, que debería ser diseñada e implementada en conjunto con el gobierno y todos aquellos actores vinculados al comercio exterior, tanto del sector público como del privado. La mirada está puesta en el mediano y largo plazo, pensando el Uruguay que queremos, dónde están las potencialidades exportadoras, qué acciones podemos emprender hoy para lograr un aumento sustancial de las exportaciones en los próximos cinco años.
Además, dentro de la UEU estamos desarrollando tres nuevas divisiones. Por un lado, una división de apoyo a las pymes, a partir de la cual se generó una iniciativa conjunta con BROU, ANII, ANDE y Uruguay XXI que denominamos “Pyme al Mundo”. Con ella buscamos ayudar en el proceso de internacionalización a pymes con potencial exportador o que lleven menos de dos años exportando. La modalidad de trabajo será con mentores que acompañen en el camino hacia la exportación.
Por otra parte, una división de “género” y otra de “exportación sustentable”. Con esto buscamos dar mayor énfasis a estos temas y trabajar con los exportadores en áreas que son cada vez más relevantes en términos de desarrollo y comercio.
¿Cuáles son los desafíos que tiene por delante el sector empresarial?
El desafío en los tiempos que vivimos es poder adaptarse rápidamente a los cambios. Esto sucedió con la pandemia y también está pasando con los cambios tecnológicos o con tendencias hacia una producción sustentable. El ejemplo de este año es claro: ante la situación de emergencia sanitaria, las empresas que han tenido la capacidad de responder rápido a la nueva realidad han podido sortear los obstáculos de mejor manera.
Ha sido un esfuerzo importante, las empresas debieron adaptar su forma de trabajo a nuevas exigencias sanitarias tanto a nivel local como internacional, cuidar a su personal con teletrabajo –en los casos en que fue posible-, modificar estrategias y negociar con clientes. Esto va de la mano con la profundización del apoyo a las pymes, ya que en general las empresas más pequeñas son más vulnerables ante impactos negativos del entorno. Ahí hay un rol de nuestra parte en brindar apoyo y evitar que se queden por el camino.
¿Qué evaluación hace la UEU de la actuación de esta nueva administración de gobierno para lograr la reactivación? ¿Cuáles son los puntos altos en su gestión de cara al desarrollo del sector exportador y, por el contrario, qué medidas o iniciativas falta aún impulsar?
Me gustaría destacar el diálogo que tenemos con las autoridades; fue algo que también tuvimos en administraciones anteriores y que logramos continuar de forma muy fluida con la actual.
Al inicio de la emergencia sanitaria planteamos al Poder Ejecutivo una serie de puntos que creíamos necesarios en el nuevo contexto. El primero fue mantener la actividad funcionando, ya que los exportadores debían cumplir con los compromisos asumidos con sus clientes y no perder pie en los mercados de destino. En ese sentido, encontramos apoyo de las autoridades y se logró mantener la actividad respetando todos los protocolos.
Luego hubo una serie de medidas como aplazar vencimientos, seguro de paro especial o disposiciones de apoyo a la inversión, que apuntaron a que la mayor cantidad de empresas pudieran continuar pese al golpe de la pandemia. Fueron todas resoluciones muy bien recibidas.
Ahora hay que continuar trabajando en la agenda de corto plazo mencionada anteriormente. Algunos aspectos fueron considerados en la Ley de Presupuesto y otros quedaron para más adelante. El foco está en lograr mejoras en nuestra competitividad e inserción internacional. Hay camino hecho, pero falta mucho por andar.
¿Cuáles son las fortalezas que muestra el sector exportador de nuestro país en este nuevo tiempo, denominado de nueva normalidad?
El país en su conjunto tiene una gran fortaleza y es la imagen que tiene a nivel internacional como país serio, confiable, respetuoso de los contratos, con instituciones fuertes y estabilidad política. Todos ellos son factores relevantes a la hora de enfrentar la emergencia sanitaria.
Además, los exportadores son reconocidos en el exterior por sus bienes y servicios de calidad, tenemos certificaciones que avalan nuestra forma de producir y buena parte de nuestras exportaciones son bienes alimenticios o de primera necesidad. Esas son todas fortalezas en momentos como el actual.
Por el contrario, ¿cuáles son las debilidades que ve en el sector ante este nuevo contexto?
Las debilidades son las que ya venimos planteando hace tiempo y que se ven agravadas por la situación actual. Están vinculadas, principalmente, a la falta de competitividad –nuestra agenda de corto plazo-. Las podemos resumir en los costos internos a los que se enfrentan los exportadores a la hora de producir, que en muchos casos los dejan en posiciones muy poco competitivas, y el no contar con acuerdos comerciales frente a competidores que sí tienen esa ventaja. Es por eso que en 2021 redoblaremos esfuerzos para que se sigan allanando caminos e incrementar las exportaciones.