Autoridades del Banco de Seguros del Estado, Seguros SURA y MetLife conversaron con CRÓNICAS acerca de las repercusiones de la pandemia en el negocio asegurador. Los diferentes actores coincidieron en que los uruguayos son más conscientes de la importancia de estar protegidos ante el riesgo inminente que implica la pandemia del covid 19 lo que redundará en una mayor previsión a futuro. En la misma línea, las tres compañías definieron al mercado asegurador uruguayo como solvente.
Seguros SURA
Esteban Pignanelli, CEO.
La pandemia aceleró una serie de cambios que implicaron adaptaciones tanto en lo operativo como en las soluciones que ofrece Seguros SURA. Eran procesos que ya se habían comenzado a delinear antes de la pandemia y este trabajo previo les permitió, según Pignanelli, liderar el proceso de transformaciones en el mercado local.
“Nuestro foco está puesto actualmente en las personas y en atender sus necesidades, entender sus problemas y preocupaciones y adaptar nuestras soluciones para acercarles una propuesta que esté a la altura. Queremos acompañar a nuestros clientes ya no solo ante imprevistos o siniestros; buscamos darles seguridad en cada uno de los aspectos de su vida”, señaló el CEO.
Consultado acerca de qué medidas implementó Seguros SURA para estar más cerca de sus clientes Pignanelli detalló que lanzaron la solución de “Seguro por kilómetro” para responder a una situación de menor movilidad de las personas. En la misma línea, impulsaron Empresas SURA, una herramienta que acompaña a las pymes en su desarrollo y crecimiento, mejorando su competitividad y sostenibilidad del negocio con prestaciones como soporte financiero, legal y tributario o ayudándolas con la planificación de marketing. “Hoy la gran mayoría de las empresas no quiebran porque las roben o se incendien, dejan de existir porque no cuentan con una planificación o un respaldo que les permita mantenerse en el mercado y ser competitivas. Creemos que en este período de incertidumbre en el que vivimos la mejor forma de contribuir con el país es aportando herramientas para que las unidades productivas continúen funcionando, que los motores sigan encendidos, y que las pymes, que son el pulmón de la economía uruguaya y las principales generadoras de empleo, se mantengan saludables y competitivas”, reflexionó Pignanelli.
Además, en esta línea, se aplicó una racionalización y optimización de los procesos internos con un 100% de aplicación tecnológica y asistencia digital permanente. “Pusimos en práctica un plan de contingencia que funcionó a la perfección”, apuntó el gerente.
Consultado acerca de la solvencia del mercado asegurador uruguayo, Pignanelli opinó: “No solo estamos convencidos de su solvencia, sino que como integrantes del mercado asegurador estamos dando un paso al frente y tomando la iniciativa para dar mayor seguridad y certeza a la estructura productiva del país”, comentó.
Las lecciones de la pandemia
Para Pignanelli, es probable que las personas comiencen a tomar más consciencia de los riesgos, “pero tampoco queremos quedarnos de brazos cruzados esperando a que eso suceda”, apuntó.
El CEO de Seguros SURA sostuvo: “Nuestro compromiso es con las personas, y por eso estamos monitoreando de forma permanente los cambios culturales y las transformaciones en los estilos de vida y en las necesidades, para poder adaptar nuestras soluciones a las nuevas realidades”. Con este fin se implementaron los observatorios que Seguros SURA tiene a nivel local y regional. “En ellos analizamos los diferentes ecosistemas en torno a las personas y tratamos de anticipar hacia dónde van las tendencias para poder adaptar nuestras soluciones a las nuevas necesidades”, puntualizó el CEO.
Banco de Seguros del Estado
José Amorín Batlle, presidente.
La pandemia encontró a BSE con una posición de mucha solidez del punto de vista financiero lo que permitió a la institución no solo cumplir con comodidad sus compromisos, sino también apoyar a los clientes a través de la flexibilización en los plazos para el cobro de seguros. El impacto de la pandemia en la economía, si bien fue fuerte en el segundo trimestre, fue reduciéndose en correr del año. En lo particular, desde el punto de vista del resultado financiero, el desempeño será muy positivo debido a la posición por monedas del balance de BSE.
Consultado acerca de qué medidas tomó el BSE para acompañar a los clientes, Amorín Batlle aseguró que desde un inicio se buscó generar alternativas para apoyar a los clientes cuya situación económica se vio muy afectada por la pandemia. A modo de ejemplo, se generaron planes de pago especiales que permitían diferir gran parte de los montos a pagar durante los primeros meses, cuando la actividad económica sufrió el mayor deterioro, sin la aplicación de intereses.
También se flexibilizaron los planes para sectores particularmente afectados, como por ejemplo los seguros de vehículos para el transporte escolar y el turismo, permitiéndoles bajar la cobertura con una reducción importante del costo, durante los meses de escasa o nula actividad.
En el Seguro de Accidente de Trabajo, se declaró el covid 19 enfermedad profesional para elpersonal que, por cumplimiento de sus funciones en el área Salud (primera línea de batalla frente al virus), contrajera Coronavirus.
La necesidad de mantener al servicio sin tener interacción personal de los funcionarios del BSE con asesores y clientes aceleró la maduración de canales de comunicación alternativos y obligó a transformar algunos procesos. Todo esto generó una serie de cambios acelerados que brindan más facilidades y una mejor atención a nuestros clientes.
Un mercado solvente
El sector asegurador cuenta con niveles de capitalización y de adecuación de reservas que permiten esperar el normal desempeño de la actividad aseguradora. “Las empresas aseguradoras debemos adaptarnos a una nueva normalidad donde ciertas actividades son impulsadas y, otras actividades, donde la pandemia presenta importantes desafíos”, reflexionó Amorín Batlle. En su opinión, esto tendrá como consecuencia en los distintos productos de seguros, lo que exigirá una constante adaptación por parte de las empresas. En particular el BSE, tiene una posición, muy solvente, con un patrimonio de más de USD 400 millones, y, de las utilidades del ejercicio 2019, que ascendieron a USD 50 millones, de ellas, se giraron USD 30 millones al Ministerio de Economía, para el apoyo del Plan de emergencia por la pandemia.
“Resulta temerario afirmar que hay cosas que nunca van a pasar”, sostuvo el presidente del BSE al respecto de las enseñanzas que deja la pandemia para el sector y detalló que lo que nunca iba a pasar, que ciudades enteras detuvieran su actividad, ocurrió. “Eso nos induce a considerar los riesgos con más cautela, y a valorar de una manera diferente la tranquilidad de estar asegurado”, aseveró.
Por otro lado, según Amorín Batlle, hay un impacto importante en la valoración de la salud. La enfermedad y en definitiva el fallecimiento es un riesgo más cercano, aún para la gente joven, y esto genera mayor conciencia aseguradora.
También durante los meses donde el movimiento fue mínimo las personas vieron reducidos sus gastos por todas las actividades que no se podían realizar. Un ejemplo claro son los viajes. Esto generó un ahorro obligado para aquellas personas que durante la Pandemia mantuvieron su trabajo y sus ingresos, y los llevó a analizar posibilidades de inversión de esos ahorros y a valorar positivamente los productos de Ahorro que el BSE ofrece en el mercado.
Metlife
Sergio Aiscar, gerente de Negocios Individuales y Corporativos y Teresa Álvarez, gerente de Marketing de Productos.
«Lo primero que tuvimos que hacer es no dejarnos impactar», sostuvo la gerente de Marketing de Productos a la hora de recordar el inicio de la pandemia. Desde el punto de vista comercial, siete meses después de su comienzo MetLife puede asegurar que el impacto fue positivo. En este sentido, su gerente de Negocios Individuales y Corporativos, Sergio Aiscar apuntó: “Nos puso a prueba como una compañía de servicios para poder afrontar las exigencias que requería estar cerca de nuestros clientes”. En los hechos, las empresa tuvo que reinventarse, salir de la zona de confort y apuntar a hacer las cosas de una forma diferente y hacerlas bien. “Creo que fue una oportunidad, como cuando uno tiene una crisis personal», reflexionó Álvarez y concluyó que fue posible acompañar la situación poniendo el foco en el cliente.
«En el comienzo de la pandemia empezaron a llover las consultas al respecto del alcance de las coberturas», reconoció Aiscar y señaló que se hicieron flexibilizaciones a las condiciones de póliza para poder respaldar a los clientes ante la situación de pandemia, un ejemplo de esto fue, en el ámbito corporativo, pausar el pago de la prima para aquellos clientes que se encontraban en seguro de paro y darles la oportunidad de retomar una vez que volvieran a estar en actividad. En este punto Álvarez resaltó que MetLife tiene productos muy accesibles con primas que van desde los 300 pesos mensuales, y en momento de pandemia una solución para quienes tenían productos más completos se les mantenía la misma cobertura pero con primas menores.
“Por nuestra parte se trataba de ser flexibles y el cliente respondió muy bien a eso. La gente se ha mostrado afín a poder continuar con su cobertura”, comentó Teresa Álvarez.
Consultado acerca del impacto de la pandemia en el volumen de las pólizas, Aiscar señaló que en cuanto a los negocios corporativos han mantenido una “muy buena persistencia”, por encima del 95% en una cartera compuesta tanto por empresas multinacionales como locales y estatales.
En el orden de las pólizas individuales seguimos teniendo el mismo volumen de persistencia.
«El 60% de los que llamaban para dar de baja el producto se terminaban quedando con el producto y, de esos, un 60% se quedaba con la misma cobertura que tenía», explicó la gerenta de Marketing de Producto haciendo referencia a quienes por la coyuntura pensaban en concluir la cobertura.
Los representantes de MetLife afirmaron también que consideran al mercado asegurador uruguayo como solvente. En este sentido, Aiscar resaltó que Standard & Poors calificó con AAA a la compañía y remarcó la tendencia estable de MetLife para los siguientes dos años.
«Es importante escuchar a los clientes, hay que estar alerta para estar en estos momentos», apuntó Álvarez y remarcó que en tiempos de incertidumbre “hay que ver el vaso lleno”. Por su parte, Aiscar apuntó que hay un antes y un después de la pandemia y mencionó que con el incremento en el volumen de casos también se han multiplicado las consultas. «Sin dudas las personas luego de la pandemia serán más previsoras», concluyó Aiscar.
Más conciencia aseguradora
La coyuntura actual aumenta la responsabilidad de las empresas para seguir construyendo la conciencia aseguradora. La pandemia hizo tomar conciencia a muchas personas pero no debemos dejar de lado que hay una situación económica que impide en algunos casos la decisión de compra.
Los seguros contribuyen a dar previsibilidad frente a las contingencias que puede enfrentar una persona, su patrimonio y obviamente las consecuencias a su familia. La pandemia nos hizo prestar más atención en el corto plazo porque el miedo se adueñó de mucha gente. No es nuestro mensaje adoptar ese miedo para traducirlo en una mayor conciencia. Es el pensar en nuestras familias y en lo que construimos en nuestro camino lo que debe dirigirnos hacia la compra de los seguros. Mantener la confianza en nuestros clientes, comunicar nuestros productos de una forma cercana y amigable sin léxico específico, a través de nuestros canales, seguir manteniendo la educación y por sobre todo transmitir la confianza al cliente en relación a la solidez de nuestra Compañía, con más de 150 años de historia y presentes en Uruguay desde 1997.