En diálogo con CRÓNICAS, el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Fernando Mattos, señaló que los brotes que se presentaron en frigoríficos están controlados. A su vez, explicó que el Mercosur debería plantear la posibilidad de negociar individualmente o con algunos de sus integrantes.
En las últimas semanas se conocieron casos de covid-19 en varias plantas frigoríficas del país, lo que representa un nivel de alerta para la industria. En entrevista con CRÓNICAS, el presidente del INAC, Fernando Mattos, le quitó trascendencia al tema y explicó que de los casos anunciados se provocaron dos brotes, y después hay en “seis o siete plantas más” con casos aislados, que si bien no provocaron brotes, sí cuarentenas preventivas.
Asimismo, mencionó que ya se envió una nota a China pidiendo el levantamiento de la medida restrictiva que se había impuesto. Explicó que hubo una auto suspensión de envíos de las empresas donde hubo brotes, pero ya están en condiciones de retornar con las exportaciones, puntualizó.
Consultado acerca de cómo estos casos podrían perjudicar la cadena exportadora, el titular del instituto explicó que hasta el momento esto no ha repercutido en una reducción del nivel de actividad. Lo que sí complicó a la carne uruguaya fue que en algunos meses del año pasado tanto Argentina como Brasil fueron más competitivos que nuestro país en mercados muy importantes, como el chino, por ejemplo. Cabe recordar que Uruguay cerró el año con una reducción del 28% en volumen de exportación de carne a China.
En esa misma línea, indicó que ha habido una reducción de la faena en un 10% y una diversificación mayor de los mercados.
Los grandes ganan
En el caso de las carnes, nuestro país es competidor en casi todos los mercados. Mattos explicó que en este terreno Uruguay aún tiene una pequeña diferencia de acceso a los mercados en relación a sus vecinos y a Paraguay, un país que ha tenido un fuerte crecimiento en materia de exportaciones en los últimos años.
Si bien aún se mantienen algunas ventajas- en su mayoría sanitarias- que caracterizaron al país hace algunos años, actualmente estas se van diluyendo en forma gradual.
Lentamente Argentina y Brasil han avanzado en materia de acceso. Además, indicó que por su economía y superficie son mercados más atractivos para las contrapartes, porque tienen condiciones de negociación más amplias de las que posee Uruguay por ser un país pequeño y con “un mercado doméstico poco atractivo”.
Sin perjuicio de ello, Mattos comentó que hay condiciones como para no renunciar al Mercosur, pero sí se debería plantear la “posibilidad de una negociación individual o con algunos de sus integrantes”; en la medida que no todos los países miembros quieran poner el mismo ritmo a un proceso de negociación.
“Los intereses o las velocidades a veces no son las mismas dentro del bloque y muchas veces se obstaculiza el proceso de la negociación de los cuatro integrantes en función de un país en particular”, reflexionó.
A su vez, señaló que se debe tener una flexibilidad mayor para cuando se dan esas circunstancias. “Claramente el Mercosur está en él debe en materia de negociaciones internacionales”.
Los planes
A mediados de diciembre el Instituto Nacional de Carnes (INAC) presentó su plan quinquenal. Entre varios desafíos hay uno que destaca: se espera que Uruguay produzca un millón de toneladas de todas las carnes en 10 años.
Mattos señaló que se están trabajando en cuatro líneas estratégicas para llegar a cumplir esa meta.
La primera es la defensa de las carnes en cuanto a los aspectos de sostenibilidad, brindando un producto de calidad, con las garantías sanitarias correspondientes y dentro de un sistema productivo sustentable.
El segundo aspecto de la línea estratégica es mejorar las condiciones de acceso a los mercados, porque Uruguay al estar en el Mercosur, está en él debe en cuanto a los aspectos de negociaciones y de acceso a mercados, comentó.
El tercer punto es de integridad de producto, donde hay varios aspectos que tienen que ver con lo que es el funcionamiento del INAC, señaló el titular. Asimismo, expresó que quieren desarrollar nuevas herramientas tecnológicas que mejoren los procesos.
Mejorar la competitividad de los productores y las carnes uruguayas sería el último punto, pero no menos importante de este plan estratégico.