La rápida propagación de la enfermedad por covid-19 y las drásticas medidas de respuesta adoptadas por los gobiernos han golpeado fuertemente a la economía mundial, que en 2020 experimentará su mayor contracción desde la década de 1930.
Para contener la propagación del virus, los países de todo el mundo aplicaron medidas restrictivas en los principales puntos de acceso a sus territorios. Estas restricciones afectaron la logística del comercio internacional e incluyeron medidas sanitarias adicionales e inspecciones más rigurosas tanto de la carga y los equipos de transporte como del personal logístico que los opera, lo que ha incrementado los tiempos y el costo de operación del comercio exterior.
La caída del volumen del comercio mundial de bienes se profundizó hasta mayo, mes en que se registró una contracción interanual del 17,5%, a medida que un número creciente de países adoptaba medidas de confinamiento y cierre de fronteras. Desde junio se observa una recuperación, que coincide con el gradual levantamiento de dichas restricciones. La Organización Mundial del Comercio (OMC) proyectó una caída del 9,2% del volumen del comercio mundial de bienes para 2020, la que, de concretarse, sería menor que la registrada en 2009 durante la crisis financiera mundial (-13%).
No obstante, persiste una gran incertidumbre, debido a la aparición de rebrotes de la enfermedad en varios países de Europa y el continuo aumento de los casos en los Estados Unidos. La contracción del comercio mundial de bienes ha afectado más severamente a las economías avanzadas que a las emergentes, si bien estas exhiben una elevada heterogeneidad. Se destaca el desempeño comparativamente positivo de China, gracias a que pudo controlar el brote y reabrir su economía con relativa rapidez.
El comercio mundial de servicios también ha sido profundamente afectado por la pandemia. En el primer trimestre de 2020 su volumen disminuyó un 4,3% y la contracción se profundizó en el segundo trimestre. En los principales países exportadores de servicios que cuentan con datos disponibles para este último período, se produjo una caída interanual del 23% del valor de sus exportaciones y del 28% del valor de sus importaciones. Los sectores más afectados han sido los de transporte y viajes.
En el primer caso, se proyecta una contracción del comercio mundial por contenedores del 7,2% en 2020. En América Latina, las mayores caídas se observaron en las rutas marítimas de exportación a América del Norte y, especialmente, en las exportaciones marítimas intrarregionales. La menor actividad comercial se reflejó en el movimiento portuario regional, que registró una disminución cercana al 5% en el primer semestre de 2020 respecto de igual período de 2019, seguida de una ligera recuperación durante el segundo semestre. Por su parte, las llegadas de turistas internacionales en todo el mundo se contrajeron un 65% durante el primer semestre de 2020 respecto de igual período de 2019, y para el año completo se proyecta una caída del 70%.
En este contexto, el número de pasajeros transportados por las líneas aéreas a nivel mundial en mayo y junio de 2020 registró reducciones interanuales del 91% y el 87%, respectivamente. En el caso de los países latinoamericanos, el mayor colapso por el cierre de vuelos se registró en abril y mayo, con una caída interanual del volumen de ingresos por pasajeros-kilómetro de pago (RPK) superior al 95%. En el primer semestre de 2020, las exportaciones regionales de bienes y de servicios presentaron caídas en términos de valor del 16% y el 30%, respectivamente.
Esta diferencia se explica sobre todo por la paralización del turismo a partir de abril, que se tradujo en una disminución del 53% de los ingresos de la región por concepto de viajes. Las exportaciones de servicios se redujeron en todas las categorías, mientras que las de bienes solo mostraron un alza en el caso de los productos agrícolas y agropecuarios. Por su parte, las importaciones tanto de bienes como de servicios registraron caídas de dos dígitos en todas las categorías. Entre enero y julio de 2020 se registraron fuertes caídas del valor de los envíos de América Latina y el Caribe a los Estados Unidos (-20%), a la Unión Europea (-15%) y especialmente a la propia región (-27%).
En cambio, los envíos a Asia han mostrado una mayor resiliencia (-5%). En particular, las exportaciones a China aumentaron un 1%. La contracción del comercio intrarregional se ha manifestado especialmente en las manufacturas. El sector más golpeado ha sido el automotor, que presenta una caída cercana al 55% del valor de las exportaciones intrarregionales en el primer semestre, seguido por el de textiles, confecciones y calzado (-37%). Solo las exportaciones agroindustriales registraron una leve expansión (3%). Con ello, el coeficiente de comercio intrarregional cayó al 12%, su valor mínimo desde 1990. Tanto las exportaciones como las importaciones regionales de bienes muestran una cierta recuperación desde junio de 2020. Sin embargo, esta es mucho más marcada en el caso de las exportaciones, que en agosto exhibieron una caída interanual del 0,2%, en contraste con la contracción del 16,5% de las importaciones. Este disímil desempeño evidencia la magnitud de la caída de la demanda ocasionada por la profunda recesión por la que atraviesa la región.
Fuente: Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2020.